9: Mírame a la cara;

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Mientras más cerca era la fecha de sus próximos conciertos en su gira mundial, más nervios y más cansancio se apoderaba de los chicos.

Suho, como buen líder era fuerte y estaba para sostener a sus miembros, pero más de uno de ellos sabía que este se derrumbaba en mil pedazos. Lay, tristemente tuvo que dejarlos de nuevo para grabar un programa y viajó en el primer vuelo a China en la mañana, esto también tenía al líder algo mal.

Por no perder la costumbre, todos se encontraban en la sala de estar charlando y otros comiendo o simplemente reposando las mínimas horas que tenían libres antes de volver a su ardua labor. Chanyeol se unió a un estúpido y bastante infantil juego de manitas calientes con el maknae Sehun y Kai, mientras que Chen y Xiumin charlaban como siempre -sumados en su mundo-. Baek y Suho se encontraban comiendo y a la vez hablaban entre ellos, y un pequeño Kyungsoo los miraba a todos desde la esquina sentado en el sofá.

Aún tenía miles de dudas en su cabeza luego de hablar con Madame X, sin mencionar que también es la madre de Xiumin y la que fue alguna vez dominante de Yeol. Se preguntaba si esto tenía algún extremo, algo que fuera el límite de la pervertida imaginación del gigante; ya sabía que el eslabón débil era el pasado de su compañero, pero de cierta manera necesitaba probar qué tan malo podría ser, y aceptaba que podía salir fuertemente lastimado.

Pero eso no se lo pediría al mismo Park Chanyeol, aún no.

Se levantó del sofá y fue hacia el mayor del grupo, le pidió algunos minutos de su tiempo y este aceptó llevándolo a la cocina. Lo miró esperando alguna palabra y realmente Soo no sabía cómo empezar.

–Y-yo recibí una carta la semana pasada, decía que podían resolver mis dudas y de cierta manera lo hicieron, pero aún estoy muy confundido -explicó el menor-.

–¿Y quién era? -cuestionó Min-.

–E-era tu madre.

Al escuchar que su madre había hablado con su compañero, se le tensó la piel por completo. Restregó las manos en su cara y tomó su cabello para luego suspirar cansado, varias imágenes se reproducían en su mente de su niñez, de cuando conoció a Yeol por primera vez y cómo su madre lo había convertido en tal monstruo.

–¿Te contó lo que hizo con él? -preguntó el mayor-.

–De cierta manera lo hizo, pero no me dió máximo detalle -confesó el pequeño-.

–Entonces no te contó absolutamente nada.

Xiumin arrastró al menor a su habitación y la cerró con seguro. Lanzó a Kyungsoo a la cama molesto y pensó varios segundos antes de hacer algo de lo que seguramente se arrepentiría.

–Prométeme que si te muestro esto, no me tendrás lástima, ni correrás a golpear a Chanyeol porque esto no fue culpa suya.

El pequeño asintió y Minseok prosiguió a quitarse la camisa y se dió la vuelta dándole la espalda. Lo que vió a continuación lo dejó sin aliento.

En toda lo largo y ancho de la espalda de Xiumin, desde sus hombros hasta la parte de su coxis yacían cicatrices y marcas largas y gruesas posiblemente provocadas por algún objeto de cuero. Soo cubrió su boca asombrado y el mayor se dejó caer al piso arrodillado, mientras comenzaba a llorar. El menor se acercó y con su dedo recorrió cada cicatriz y marca cuidadosamente, mientras soltaba algunas lágrimas igual.

–C-Chanyeol comenzaba a ser insaciable y las prostitutas que le enviaba mi madre no eran suficientes para saciar su sed de maltratar a alguien. Le comentó sus quejas a aquella mujer y ella decidió que para complacerlo, me tendría completamente a su merced y podía llegar a su límite conmigo -habló entre sollozos el mayor-. Una noche, me encerraron junto a el el una pequeña habitación donde hacían sus prácticas y luego de casi matar a una chica, se lanzó sobre mi con un cinturón de cuero y me azotó durante horas, perdí mucha sangre y debido al intenso dolor me desmayé. Ahora estoy completamente marcado por el, pero ¿sabes? Lo perdoné, porque no es culpa suya, es culpa de esa maldita mujer que lo convirtió en lo que es ahora -culminó-.

animals; chansoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora