Capítulo 7

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Fue mi culpa, yo tuve la culpa, repetía Matías a cada instante mientras esperaba que salga el médico a informar sobre la salud de Federico, el parcerito, Agus y su pareja intentaban consolarlo pero parecía una tarea imposible, no paraba de llorar y golpear cosas a su alrededor.
Poco a poco comenzaba a llegar gente al lugar, parientes, amigos, compañeros youtubers.

Todos estaban igual de impresionados, todos estuvieron observando el momento literalmente en vivo, cuando estaba siendo transmitido por Instagram.

Mathias se sentía solitario, rodeado tanta gente pero él a la única persona que necesitaba era a su amor, lloraba de manera desconsolada, estaba tirado en el piso, los minutos parecían horas, la ansiedad, la tristeza, esa suma de emociones hacia que Mathias no sepa que hacer, se sentía la peor persona del mundo, mientras creía que la culpa fue de él por haber organizado esa situación.

- un faniliar de Federico Vigevani – dijo ese hombre con bata blanca mientras caminaba hacia el pasillo.

Mathias se levantó con las pocas fuerzas que le quedaban – yo, soy el novio – dijo.

- venga, acompañeme – contestó el médico mientras caminaba a la habitación. 

Dígame la verdad, que está pasando? Está bien? Se va a recuperar? – dijo Mathias mientras lágrimas caían por sus mejillas.

Le tengo que ser sincero – dijo el doctor – Fede tuvo una fuerte lesión en el área craneal producto del golpe...

P-pero está bien? – Interrumpió Mathias llorando ya desconsoladamente.

No me interrumpa – contestó – él entró en coma, pero todos sus signos vitales están bien, creemos y esperamos que se recupere pronto.

Puedo verlo? Suplicó Mathias mientras se arrodillaba llorando frente al médico.

Sí – contestó – sólo por que entiendo la situación lo dejo ingresar, pero recuerde, está muy débil, trate de no tocarlo mucho. Algunos científicos dicen que escuchan mientras están en esa condición, usted hable con él.

Mathias comenzó a caminar hasta la habitación, cada paso que daba lo acercaba hacia el amor de su vida, su respiración era agitada, lágrimas no dejaban de caer como gotas de lluvia en el anochecer.
Tenía miedo, miedo de verlo, miedo de que no esté bien, miedo a su reacción, miedo de perderlo.

La cara de Mathias al ingresar a la habitación fue una de las escenas más tristes de la vida.

Fede... Dijo.

36 días y 36 noches a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora