LOOK AFTER YOU

Capítulo 1

Todo iba tan bien. Ella estaba sonriendo cada vez que besaba alguna parte de su cuerpo. Podía ver el placer en su cara cuando mis besos bajaban hasta llegar al cierre de su pantalón. Estaba sonrojada, era su primera vez. Era mi primera vez con amor en estos 16 años.
Note esa cicatriz sobre las costillas, un círculo. Una quemadura de cigarrillos. Una de las tantas cosas que ella había padecido. Bese esa marca cuando logre sacar el pantalón de su cuerpo.
Es como una hoja, donde cada historia que vivió, tiene un lugar ahí. Y ahí estaba yo, para descubrirlas e interpretarlas.
Ya nada nos cubría, solo las ganas que teníamos de entregarnos al amor...

-Tío...tío-esa vocecita-... Tío!
-¿Qué pasa enano?-Le dije abriendo solo un ojo.
-Voy a llegar tarde al jardín!-me dijo con la ternura que llevaba a sus 4 añitos.

El pequeño estaba parado al lado de mi cama, con su mochilita de ben10 colgada en su espalda. Las erres no le salían con fluidez, solían ser reemplazadas por las 'de' y cada tanto un mini tartamudeo aparecía cuando no sabía pronunciar alguna palabra.
Mire mi reloj deseando que lo que decía Thiago no sea verdad. Cerré los ojos y volví a abrirlos cuando comprobé que eran las 7am y él entraba a las 8:30am, teníamos tiempo aun.

-Son las 7 Thiago, falta todavía. Vamos a dormir un ratito más!
-No! Quiero mirar dibujitos.
-¿A quién saliste tan terco?
-A vos! ¿Puedo?- me dijo sin esperar respuesta de mi parte para subirse a la cama, agarrar el control y acomodar su cabecita en mi brazo.

Ya no iba a poder dormir, el demonio había despertado y no podía dejarlo solo cuando podía dar vuelta la casa en solo segundos. Igual tampoco iba a poder pegar un ojo al darme cuenta de lo que acababa de recordar en sueños ¿cuanto tiempo había pasado? ¿8 años? Eso creo.

-Miraaaaaaa! Tío, mira!!!
-¿Que hizo?
-Se convirtió en ese grandote!! ¿Así peleas vos para defender a los demás? ¿Sos como Ben?
-Puede ser. Pero no se te ocurra decir ni hacer nada de eso en el jardín Thiago, que la otra vez tu seño me reto porque le pegaste a otro pibito.
-Bueno, ta bien.

No me podía quejar, escuchar su vocecita tan tranquilo al despertar era una de las grandes cosas que me había pasado.
Thiago Serrano, el hijo de mi hermana, solo de mi hermana. Le había jurado hace 2 años cuidarlo siempre, y es lo que nunca iba a dejar de hacer. Era mi sobrino, pero era mi hijo, mi hijo del alma.

-Pórtate bien enano, a la tarde te voy a buscar por lo de Rita. No la hagas renegar!
-No, chau.- me dijo desesperado por entrar a ese portón gigante, pintado de muchos colores. A los segundos lo perdí de vista. Seguí mi camino al trabajo como todos los días. La oficina de la policía quedaba solo a unas cuadras.
-Buenas!
-Hola serrano! El comisario Sánchez dijo que te avise que apenas puedas vayas a su oficina.- me informo Mariel, la recepcionista.
-¿Paso algo?
-Un atentado a un inversionista, nada grave igual.

Ya empezaba agitado el asunto. Todos los días veía casos distintos, todos los días intentaba encontrar una razón por cada caso que escuchaba, pero nunca lograba encontrarlo. Asesinatos, robos, violencia. Era el detective de la jurisdicción desde hace 2 años, cuando había decidido dejar un poco la calle, dejar de correr riesgo y encerrarme en la oficina , interrogando y haciendo la parte legal de lo sucedido. Hace 2 años que tengo a un pequeño que depende de mí, no podía seguir corriendo el riesgo de que algo me pase y que él lo sufra.
Solo había algunos allanamientos y casos particulares donde debía cargar con mi puesto de agente especializado en logística. Aunque cada vez que iba a uno no podía dejar de pensar en Thiago.
Salí a las 17hs. Y fui directo a la casa de Rita, su niñera, mi salvación de cada día.

-¿Y enano? ¿Qué maldad le hiciste a Rita esta vez? Estaba que echaba humo por las orejas. -le dije mirándolo por el espejo retrovisor.
-Nada!
-No va haber chocolatada con vainillas- le dije en un cantito.
-Le saque los tomates del árbol.
-¿Todos?- le dije abriendo mis ojos.
-Si- me susurro.
-Eso no se hace Thiago!
-Si que se hace!
-No!
-Si! Vos tiraste un tomate por la ventana la otra vez!!
-No es lo mismo!! Estaban podridos!!
-Si, es lo mismo porque yo también lo hice porque estaban verdes, podridos.
-¿Me jodes?
-Susurro-no.

Y no pude contener la risa de solo imaginarlo. Yo también le había hecho lo mismo a mi mama cuando era chico. Le tengo odio a las verduras, igual que Thiago. ¿Como podía retarlo si no podía parar de reírme?

-La seño Roxana va a tener un bebé!!- me dijo emocionado cuando entrábamos a casa.
-¿Si?
-Si! Por eso tenemos otra seño ahora!
-¿Pero la seño no va más?
-Van las dos, pero dijo que dentro de poquito se va y queda solo la seño nueva!
-¿Y cómo se llama?
-Aaahh... Ehhh... Ariana!
-¿Y esta buena?- le dije sonriendo mientras le servía la chocolatada.
-Es mi seño!- me dijo enojado.
-Ya lo sé, campeón. -despeinándolo- Pero podemos compartirla.
-No. Mía.

Hace 2 años que compartíamos estos momentos a pura risa. Cada día lo veía más parecido a mí, y eso me daba terror y ternura a la vez. Hace 2 años que había muerto mi hermana y había tomado la custodia de él. Era una especie de madre y padre a la vez. Tenía ayuda de mi mamá, pero con la depresión que quedo luego de ese suceso, decidí ser yo quien lo cuide, y mi mamá quien me ayude cuando el trabajo lo exige.

-Buenas noches enano! Dormí todo y no te quiero ver en mi cuarto, eh!
-Buenas noches, gruñón.-me dijo adormecido.

Otro día mas que pasaba en esta rutina. Otra noche más donde esos recuerdos aparecían. Otro día mas que teníamos que arrancar.

-Pórtate bien enano, eh!
-Sisi, chau.

Y una vez que lo vi adentro del jardín, di la vuelta para ir al auto.

-Julián!

Suspire antes de girar. Esa era Roxana, la señorita ¿qué cagada se había mandado ahora?

-Hola! Me entere lo del embarazo, felicidades!
-Muchas gracias! Justo de eso le quería hablar. Mañana van a hacer una reunión de padres para presentar a la señorita que vino a tomar mi lugar, pero como se que por el trabajo no vas a poder venir, te la quería presentar ahora, como voy a hacer con otros papas. ¿Podes? Son 5 minutos!
-Si, dale. No hay drama.

Era el más joven de los 2 padres y las 3 madres que allí estaban. Deseaba que esto sea rápido, porque llegaría justo a la jurisdicción.

-Bueno, familias! A partir de la semana que viene voy a tener que dejar el cargo ya que tomó licencia médica, el embarazo corre un poco de riesgo y es preferible que haga reposo. Pero le dejo a la mejor suplente! Se recibió conmigo así que les aseguro que sus hijos están en buenas manos.

Desde el aula del enano vi salir a una morocha, un poquito más baja que yo, solo un poco, con el clásico guardapolvo de maestro de inicial. Tenía cara conocida, si, de algún lado la tenia ¿Ariana era?

-Vení, vení! Ella es de quien les hablaba!
-Hola, un gusto!- empezó hablando- me llamo Oriana, Oriana Sabatini, no sé que les habrá dicho Roxi de mi, pero esperó que haya hablado bien-dijo acompañado de una sonrisa mientras miraba a cada uno de los que estábamos ahí.

¿Oriana? Lo cambiada que estaba! Las vueltas de la vida. Volvieron los recuerdos y volvió ella. ¿O será que su presencia ya se estaba haciendo notar en mi vida, incluso antes de saber que volvía a hacerse presente?