Dos años después…
A pesar de ser verano, en Inglaterra el tiempo siempre era malo, una capa de nubes grises cubría el cielo y la humedad era sofocante. El auto traqueteaba por las calles de mi viejo barrio, trayéndome recuerdos que nunca iba a olvidar. Harry ladraba a mi lado mientras mi padre estacionaba junto al bordillo.
Sí, habíamos vuelto. Dos años había sido mucho tiempo, pero la casa seguía igual. Por suerte los inquilinos no habían hecho ninguna modificación y allí seguía estando, tan grande y bella como siempre.
Nuestra vida en Irlanda había sido un poco dura para mí. Dejar a Harry y a mis amigos había sido un golpe bajo, pero pude sobrellevarlo y con el tiempo volví a sonreír. En el colegio hice varios amigos y hasta un novio que no duró más de un mes. Ya había terminado la escuela y me preparaba para comenzar mi vida universitaria en Inglaterra, pero antes quería disfrutar de mi último verano como adolescente, sí así podría llamárselo.
A pesar de haber tenido otro novio y haber pasado dos años sin ver a Harry aún lo recordaba. Nos habíamos comunicado por internet y video-llamadas, pero ninguno de esos intentos desesperados por mantener nuestra relación funcionó, terminamos por separarnos del todo y ya no supe nada más de él desde ese momento.
Pasé la tarde ayudando a mis padres a poner todas las cosas en su lugar. Ya en mi cuarto me encerré y puse música para pasar un buen rato ordenando, era una de las cosas que me gustaba hacer cuando no quería pensar. Abrí la ventana y un recuerdo me vino a la mente. Golpes en el vidrio, una sombra, ojos verdes, labios carnosos, cosquillas en el cuello. Pensar en él era doloroso, por lo que me alejé de la ventana y comencé a abrir las cajas.
No había pasado más de media hora ordenando cuando escuché mi teléfono sonar, corrí a atenderlo y me llevé una agradable sorpresa.
-¡Niall!- grité al escuchar la voz de mi amigo rubio.
-¡Jade! ¡Cuánto tiempo!
-La verdad ha sido mucho- Sonreí y coloqué el teléfono entre mi hombro y mi oreja para seguir ordenando.
-Un chico del colegio dará una fiesta de despedida esta noche, ya sabes, todos terminamos el colegio y ya es hora de disfrutar. Me enteré que habías vuelto y quise invitarte. ¿Vienes?
¡Oh no! Quería ir porque realmente extrañaba a los muchachos, pero Harry estaría ahí y no sabía cómo reaccionaría al verlo.
-No lo sé Niall, no sería conveniente.
-¡Vamos! Por favor- rogó con su acento irlandés tan encantador.
-Bueno, pero no tengo cómo ir, mis padres están de la cabeza ordenando todo.
-Te paso a buscar a las nueve, no te hagas drama. ¡Fiesta!- gritó antes de cortar.
Largué una risita y seguí ordenando. Aún me quedaban dos horas para terminar y arreglarme.
Me di una rápida ducha y rebusqué en el bolso algo que ponerme. Me decidí por un short negro tiro alto, una remera blanca con estampado y mi amada campera de cuero negra, en los pies me calcé unos borcegos también negros y me coloqué un collar de elefante y un par de anillos y pulseras. Ya no era la misma, Irlanda me había convertido en una chica un tanto rebelde, solía vestirme estilo rockero y mi pelo estaba igual de largo pero había decidido desteñirme las puntas para darle un poco de vida. Apliqué un poco de maquillaje a mi rostro y estaba terminando con mis labios rojos cuando sentí la bocina de un auto sonar. Agarré mi bolso de cuero negro velozmente y bajé las escaleras corriendo.
-¡Que te diviertas!- gritó mi madre desde la cocina al verme pasar.
Allí fuera estaba Niall acompañado de Liam, ambos vestidos con camisas y pantalones holgados, ambos igual de guapos como los recordaba.
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Far Away
FanfictionJade ha estado saliendo con Harry hacía cuatro meses. Harry era el chico perfecto para ella, gentil, caballero, hermoso, considerado, tierno; todo lo que se podría esperar de un novio. El cuento de hadas de Jade se vio derrumbado cuando sus padres l...