Hoseok alzó en el aire su cartel de "Fighting Min YoonGi, i ♡ you" y gritó a todo pulmón el nombre de su alfa mientras pegaba saltitos de emoción en las gradas cuando este miraba por un corto segundo en su dirección y le dedicaba pequeñas sonrisas con cariño.
El equipo de baloncesto de la universidad a la que asistía YoonGi aquél día competía con una importante escuela privada del centro en Seul, y todo el alumnado en señal de apoyo decidieron alquilar unos pocos autobuces para ir a verlos y animarlos, entre ellos estaba Hoseok, el pequeño omega de diecisiete años que todavía no había terminado la escuela secundaria, animando al que pronto sería su futuro alfa como toda una colegiala enamorada.
No le importaba en los más mínimo los comentarios que podía escuchar a la lejanía con su sensitivo sistema de audición, aquellos que citaban entre: "¿Y a este niño quién lo invitó?", "No me digas que ese es el omega de YoonGi", "¿Por qué va entero de rosa? Quiero vomitar".
No estaba ni una pizca de decaído, sonreía con sus perfectos y alineados dientes al ver como YoonGi volvía a anotar otro punto y una oleada de gritos de euforia opacaban a los envidiosos de turno, intentó no emocionarse de sobremanera, sabía que aunque su alfa no lo hubiera marcado aún existía ya de por si un pequeño vínculo entre ellos que dejaban entrever las emociones del otro de forma leve, temía desconcentrarlo de esa manera así que solo se controlo lo suficiente para no molestar, aun sí le estaba costando demasiado abstenerse, más aún con YoonGi guiñandole el ojo a la distancia, era difícil quedarse quieto, sentía irremediables ganas de correr y tirarse encima suyo, y besarlo hasta quedarse sin oxígeno.
— ¡Min YoonGi, Min YoonGi! —gritó con ánimo al mismo tiempo que su futuro alfa anotaba otro punto en la canasta.
Hubo otra oleada de gritos eufóricos mientras el juego continuaba, a Hoseok comenzó a dolerle los pies por lo que, sin realmente quererlo, tuvo que sentarse y descansar sus extremidades por un momento, sus brazos también estaban tensos por mantener la cartulina tanto tiempo en el aire, pero su sonrisa de orgullo no se la podía quitar absolutamente nadie.
Bueno, casi nadie.
El pequeño omega no tenía intensiones de escuchar más comentarios acerca de él, primeramente porque no le interesaban y en segundo lugar porque su alfa se robaba toda su atención y así quería que siguiera siendo, pero le fue imposible para sus oídos no escuchar la conversación que comenzaron a tener dos chicas en las gradas detrás suya a un par de asientos de distancias, utilizando inútilmente un tono de voz más bajo para no ser escuchadas.
Y lo hubiera ignorado si no hubiese escuchado el nombre de su hyung entre medio de su charla.
— ¿Has visto como está YoonGi oppa? —dijo una, no podía verla porque estaba de espalda, pero podía oírla perfectamente a la distancia.
— Mmh, lo sé, es una lástima que ya tenga un omega —Hoseok estuvo a punto de sonreír con suficiencia, contento de que el resto de personas estuvieran al tanto del puesto que ocupaba en la vida del mayor, hasta que la otra chica volvió a hablar y entonces su felicidad se borró instantáneamente de su rostro.
— ¿El niño de rosa? Sí claro, ¿En serio te crees esa mierda? —una aguda y molesta risa salió de aquella desagradable mujer—, he visto como me mira en clases, solo es cuestión de tiempo para que ese rumor se disipe —el ceño de Hoseok se frunció—, entonces podré follarmelo como quiera —sus manos se volvieron puños y un gruñido bajo salió de su garganta, pudo sentir algo de confusión en el pequeño vínculo que compartía con YoonGi pero no le prestó ni un poco de atención.
— Estás exagerando, te mira como mira a cualquier chica en la uni, como si fueras una desconocida y solo quisiera ser amable.
— Está claro que no lo entiendes —las mejillas de Hoseok se enrojecieron y solo necesitaba de un pequeño impulso para estallar—, sé cuando un chico me desea, es muy obvio, es más, me atrevo a decir que esta noche en la celebración del equipo —Hoseok se levantó de su asiento—, le haré olvidar a su pequeño tonto omega.
Y aquella fue la chispa que encendió la bomba, para cuando Hoseok localizó a la mujer que alardeaba sobre su alfa sus ojos de lobo ya se encontraban dorados de furia y todos los chicos a su alrededor consciente de ese cambio dieron un paso atrás con confusión.
Tal vez un omega enfadado no daba tanto terror como un alfa en el mismo estado, tal vez no tenía el mismo impacto que seguramente tendría YoonGi, pero le daba igual, cegado completamente por el enojo, Hoseok solo podía pensar en rasguñar con fuerza el rostro pulido de esa chica.
Fue entonces que todo sucedió, muy rápido, con su escasa fuerza de omega comenzó a empujar a todos los presentes hasta llegar a la mujer, decidido a desfigurarle la cara con una sonrisa de maniático que disfruta del dolor ajeno, únicamente alcanzó a tomar un mechón de su cabello y tironearlo cuando unas venosas manos lo retuvieron desde su cintura y lo alejaron de su víctima quién comenzó a llorar exageradamente, buscando alcanzar el mayor porcentaje de atención que pudiera.
— ¿Qué mierda Hoseok? —YoonGi le habló cuando le dió media vuelta y fue consciente del cambio en sus ojos.
— Voy a asesinarla —tal vez su gruñido no sonaba tan feroz como el de un alfa pero sus palabras tenían el mismo efecto de amenaza.
— Tranquilo, no puedes cambiar en un lugar así —los dientes de lobo comenzaban a asomarse de sus labios pero se escondieron tan pronto YoonGi dejó un casto pero duro beso en sus labios.
Al separase y censoriarse de que Hoseok no cambiaría en mitad de las gradas intentó prestar atención a la chica que tenía pensado agredir, pero no tuvo tiempo siquiera de alejarse del semi abrazo que mantenía en el omega, cuando las suaves manos de este lo tomaron de sus mejillas y comenzaron un beso fogoso y húmedo, tan intenso como le fuera posible, las caricias de su mano se trasladaron hacia el sedoso rubio cabello del mayor y lo tironearon en busca de provocar algún gruñido de satisfacción por su parte, mordió su labio inferior y beso castamente en el, para cuando se separó solo por unos escasos centímetros del rostro contrario, las pálidas mejillas de YoonGi estaban sonrojadas y su expresión era adornada con una bonita mueca de confusión.
— MI alfa —gruñó en sus labios a modo de advertencia, advertencia que fue escuchada por la mayoría de presentes a su alrededor, incluído aquella desagradable mujer quien solo se dedicaba a gruñir en voz baja con resignación.
😘
Hoseok bien prra, me encorazona
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Mi alfa -Yoonseok
FanfictionHoseok es un omega muy celoso y YoonGi un alfa con demasiada paciencia. •Historia corta. •Capitulos cortos. •Omegaverse. •Fluff (o al menos un intento) •Situaciones subidas de tono.