Voyageur

Cambios

Trisha se sostenía de la gran mesa de madera, miles de preguntas pasaban por su mente. Esa mujer, ese... esa situación ponía en cuestión toda su carrera. Sus valores, sus conocimientos puestos en duda en milisegundos. En el momento en que la mujer "desconocida" aún para la NSO abría sus ojos y respiraba. 

La sala de juntas estaba vacía, la reunión había terminado hace aproximadamente una hora. Tres horas en las cuales recibió miradas gélidas y hasta hostiles de parte de las especies, que se empecinaban en sospechar que los médicos humanos habían dejado morir a su gente por falta de voluntad.

Ellos no creían en los milagros y ella como doctora, académica y científica tampoco. Y es por ello que se encontraba de ese modo. Su compañero  estaba dividido, la abrazaba con fuerza y posesión pero miraba a sus hermanos especies y se afligía, le dolía. 

Suspiro y agacho la cabeza, los risos rubios cayeron a los costados de su rostro al igual que dos pequeñas gotas de agua salada. Sonrío triste y escucho el sonido de la lluvia, alzo la mirada y se acerco a un enorme ventanal escondido tras cortinas color madera. Recordó, admirando el paisaje verde y marrón de La reserva que allí nunca había llovido. Pensó que el fenómeno atmosférico venia acompañado de grandes cambios.

El paso de botas corriendo se hizo sentir y evoco un eco en la sala. Antes de que la puerta se abriera la doctora se había acercado quedando en el medió de la sala.

Tres machos la miraban desde la puerta escurriendo agua y mojando la alfombra azulada. Se topo con el rostro de Hearly, noto enseguida que estaba incomodo y confundido. 

- Trisha, ha despertado - dijo alarmado e hizo un ademan para que la doctora saliera por la puerta. 

Luego de dar un respingo y de cerrar su boca por el asombro de la noticia corrió pasando por la puerta y  siguió a los fornidos machos en un trote agitado.

Del terrible episodio sucedieron dos días. En casos normales los pacientes que sufrían golpes de magnitud "media" podían tardar entre una semana o más en despertar. Pacientes que volvían de la muerte se mantenían en coma o probablemente despertaban con Amnesia de fuga, un estado donde la persona se torna agresiva y  depresiva por la perdida de memoria. Recordó que la palabra "normalidad" nunca podría estar en la misma frase que "especies" y "NSO" y rezó para que la muchacha no tuviera ninguno de esos cuadros. 

- ¿Quien se encontraba con la paciente en ese lapso? - pregunto Trisha mirando la gran espalda del macho que no la "odiaba tanto".

- Destiny y Jericho. El... - calló lo último dudando de sus recuerdos. - Doctora, es la primera vez que lo veo de esa manera, no se despega de ella - prosiguió en voz baja y con el rostro confundido mirando de costado a la rubia.

La mujer devolvió el  gesto pero calló. Los machos que acompañaban a Hearley se notaban tensos e incómodos con su presencia, prefería callar sus conjeturas. Desde ese episodio las especies, habían tomado una postura belicosa y se  irritaban con facilidad cada que escuchaban sus recomendaciones o sugerencias. Aunque era aún más inoportuno y problemático, lo que causaba alivió en su persona era el hecho de que esos "signos" de molestia incluían a sus colegas. 

Alisson debía luchar por hacerse escuchar en la reserva, su compañero debía escoltarla al hospital y a las visitas domiciliarias de revisión medica en la zona salvaje. Ella con su tono bajo y su cuerpo frágil era ignorada, por ello el gruñido de Obsidian ayudaba a que al menos le abrieran la puerta de sus casas.

Suspiro frutrada y mantuvo la mirada en sus pies en movimiento. Unos dedos largos tomaron su hombro con delicadeza, vio como Hearly mantenía una mirada preocupada  y como las dos especies que los acompañaban habían desaparecido.