Naruto, un mundo en esclavitud

Capítulo 17, Uzushio

Uzushio el segundo día después de la llegada de Kasuyo y Oshari

Kasuyo se despertó de golpe y con incomodidad, estaba sudando y asustada, pero se calmó al notar que estaba junto a su hija. Superando su sorpresa se levantó y se dirigió fuera de ese cuarto se dio cuenta después de lo bien amueblada que estaba esa casa, muebles de madera y pieles de animales, y las paredes estaban decoradas con grabados y el suelo de madera estaba cuidado y pulido, pero de pronto escuchó como Oshari se estaba despertando, se fue corriendo a encontrarla pero la encontró despierta y con cara que denotaba susto, se fue a abrazarla y le dijo, buenos días mi niña, ella le contestó, mamá no era un sueño, no lo era, le respondió Kasuyo mirando por la ventana mientras estaba sentada en la cama al lado de Kasuyo, pero Oshari tuvo una idea y dijo, ¿Mamá entonces no tienes que trabajar hoy y puedes pasar el día conmigo?, Kasuyo la volvió a ver con sus ojos negros llenos de lágrimas y le dijo con la voz quebrándosele, sí Oshari, desde ahora vamos a pasar mucho tiempo juntas.

Después de unos minutos y un baño ambas se fueron a la cocina, ahí vieron que en la puerta de la refrigeradora había una nota que tenía una leyenda que decía lo siguiente:

"Hola, les dejamos la comida preparada paras los próximos días para que puedan relajarse por los siguientes días, exploren los alrededores y disfruten de la isla, pronto volveré para ver cómo siguen. Posdata: Kasuyo recuerda que Kotui es su esclavo, ahora se encuentra en la zona de esclavos y está en una casa que tiene escrito "Kasuyo", tiene comida para los siguientes dos días, recuerden que es su responsabilidad."

¿Mamá que dice?, preguntó Oshari, Naruto-sama nos desea que estemos comodas y que pronto vendrá a saber cómo estamos, por ahora comamos y disfrutemos el día, terminó de decir con una sonrisa en el rostro.

Salieron de la casa como a las nueve de la mañana.

La caminata por la aldea fue lenta y curiosa, trataban de recorrer cada espacio sin olvidar donde estaba cada cosa, los diferentes caminos, los puestos de comida, las áreas comunes, hasta la iluminación para no perderse en la noche, pasadas las horas sacaron el almuerzo que les dejó Naruto hecho, comieron y se fueron a la plaza central de la aldea, después siguieron el camino en espiral hasta la playa y vieron el atardecer sentadas en la arena para después irse a su casa.

Cuando llegaron las esperaba alguien quien ellas no se esperaban, en la sala de su casa estaba Hinata sentada mientras estaba tomando algo en una copa de vidrio teñido color azul, vestida con ropa casual, tenía una camiseta ligera blanca y unos shorts tipo jeans; Kasuyo estaba nerviosa y se inclinó diciendo, Hinata-sama es un placer que venga a visitarnos, Oshari imitó a su madre pero Hinata respondió, hola me parece genial que fueran a investigar los alrededores, se levantó y las saludo mientras decía, lo siento no debí meterme así en su casa. Kasuyo asustada dijo, no se preocupe Hinata-sama, mientras se inclinaba ligeramente, y Oshari la imitó cómo acto reflejo, Hinata las vio con ternura y se agachó a la altura de Oshari y le dijo: ¿Te gustan los dulces? Oshari le dijo, no los he comido nunca, Hinata respondió, Mi Naruto está en el baño, él adora los dulces, que te parece si cuando salga vas a jugar con él y comen unos cuantos. En eso salió Naruto con ropa normal pero sin mostrar sus rasgos zorrunos, ¡Que sorpresa ya llegaron! Ellas lo saludaron y luego él le dijo a Oshari que si quería salir a jugar con él, después de que Kasuyo le diera permiso ellos salieron al patio de la casa y Hinata y Kasuyo subieron a la azotea de la casa la cual estaba adornada con diferentes plantas a los lados y el mismo sistema de iluminado nocturno del resto de la isla, ambas se sentaron en unas sillas alrededor de una mesa pequeña y Hinata comenzó la conversación.

- ¿Cómo pasaron su primer día?

- Fue entretenido Hinata-sama

- ¿Y qué te pareció la comida que te dejamos?