Uno

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En la cocina amarilla había un gatito sentado en una silla.

La mesa se hallaba rodeado de otras tres asientos, totalmente vacíos.

Un silencio inquietante se había apoderado de la estancia.

El gatito miró el muñeco que había a su lado.

Este lo miraba, sonriente, como siempre.

Un sentimiento ardiente empezó a subirle desde el pecho, quemándole, haciéndole arder.

Con fiereza, dejándose ir por la ira, agarró el muñeco y empezó a estrangularlo, y a la vez gritaba con furia y dolor, mientras que, más lejos, en el hospital, un gato, que había perdido a su esposa y a su hija, exhalaba su último aliento

Trois petits chatsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora