360 grados

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Sentí cómo mi alma salía de mi cuerpo, definitivamente esa no era la Susan que conocía, mis manos estaban sudando, mi piel estaba erizada y mis labios secos, con todo el valor que tenia bajé mi cabeza, sonreí, me estire hacia ella y coloque mi frente pegada a la de ella

- y si lo sabes por que te dejaste encerrada entre la espada y la pared- su casa estaba sola por lo que de un momento a otro era ella la que estaba echa un manojo de nervios.

Sentía su respiración pegando en mis labios y su aliento fresco agitado, me sentía como una diosa al saber que yo era el motivó del porque ella se encontraba en tal situación, se alejo un poco mordiendo su labio inferior, se giro y tomo entre sus manos dos vasos con un liquido desconocido para mi en ese momento, su cuerpo estaba tembloroso, me deleite mirándola de pies a cabeza, llevaba unos pantalones grises con una polera del mismo color ajustada, se giro de nuevo hacia mi con una sonrisa radiante, tratando de ocultar sus nervios

-toma, vamos a empezar- me paso uno de los vasos, con un poco de desconfianza lo acerque a mis labios y le di un sorbo pequeño, al descubrir que era un batido de manzana me releje

-manzana- sentí unas carcajadas levante, la vista y Susan estaba riéndose de mí, al parecer estaba hablando en voz alta

- que creías que era, veneno- me dijo sarcásticamente

-podría a ver sido una pócima de amor- dije entre risas, me quedo mirando buscando una respuesta para mi comentario

- soy especialista en esos temas, no tengo necesidad de esas cosas.....-Su cara se volvió roja, me dieron ganas de ir hacia ella y darle un beso, pero no creo que sea prudente, me contuve solo porque es muy pronto y quizás solo esta bromeando.

La tarde paso tranquila, nos dedicamos a hacer el trabajo y Susan a reír de mis estupideces, al cabo de 4 horas el trabajo estaba muy avanzado por lo que el sábado solo afinaríamos detalles, solté el lápiz y me afirme en el espaldar de la silla, que hermosa era.

-porque me miras tanto, desde el primer día que llegaste no has dejado de observarme ¿hay algo mal en mi?- me dijo en un tono muy dulce

-¿porque no mirar a una de las mujeres mas hermosa que e visto en mi vida?- respondí sin titubear nuestras miradas se encontraron y de un momento a otro sentí que mi mundo se caía a pedazos y todas las barreras que en mi habían se desmoronaban.

Esa tarde nos quedamos hablando asta tarde,hay comenzó todo

mire el reloj en mi muñeca y marcaban las 10.30 de la noche, no me quería ir, habíamos hablado de ella, toda la tarde, vivía solo con su padre y su hermanito menor, sus padres estaban separados y su madre vivía en Australia, su nombre completo era Susan Javiera Solar Gunn, tenia 17 años, dentro de mi me complacía saber que ella estaba abriendo su vida a mi, pero sentía que algo me ocultaba, no sabia que era, me dispuse a irme si no lo hacia en ese momento no lo haría jamas, me despidió desde la puerta, me subí a la moto y antes de colocarme el casco la mire por ultima vez esa noche

- uno nunca espera que el destino te sonría después de tanta oscuridad- me dijo mirándome directamente a los ojos

- yo no esperaba conocerte y te estas convirtiendo en todo mi mundo......

Ella es Susan....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora