Capitulo 14

101 12 6
                                    

Alejandra despertó esa mañana con el pelo enmarañado, hacía tanto frio que podía ver su aliento, se sentía feliz, había recuperado a su mejor amiga gracias al amor de su vida, y para mejorar las cosas, estaba segura de que la amaba, que Alex la amaba, o por lo menos la quería y eso más que otra cosa, la hacía inmensamente feliz.

Al llegar a la escuela se quitó la sudadera, vio a su amiga Sonia correr a sus brazos, se sentía orgullosa de tener una amiga como Sonia.

-Hey ¿ya escuchaste los rumores?- pregunto

-la verdad no me interesan- Dijo Alejandra sin importancia, estaba harta de los rumores.

-Créeme este te interesa- Alejandra la miro atenta- Se dice que tú y Alex andan- Alejandra rio

-Tú sabes que no es verdad-

-Sabía que dirías eso, pero… ¡oh, espera! A ti no te interesan los rumores- Alejandra giro los ojos y sonrió a su amiga

-Vamos, no suplicare-

-Se dice que quien dijo eso fue Alex- Alejandra sintió la sangre subir por todo el cuerpo hasta concentrarse en sus mejillas, pensó con cuidado.

-EL nunca diría eso, el nunca aceptara que me quiere- respondió a su amiga

-¡pero si ya lo dijo! En la obra y la ves que discutió con Nando- Alejandra pensó mejor las cosas y decidió hacer algo que desde hace mucho tenia planeado hacer.

Alex por su parte se despertó temprano se puso una camiseta azul, unos pantalones negros y una sudadera gris, tomo su mochila y salió de su casa ¿realmente la amaba? Sentía que la amaba, pero la razón le decía que era una locura, era una chica linda, no había duda alguna, pero él debía amar a alguien como él, alguien como jazmín, pero no amaba a Jazmín, no sentía las cosas que sentía por Alejandra, ¿Por qué se había metido en esto?

Llego a la escuela y vio a Fernando, sentado en la barda, por alguna extraña razón lo odiaba, era como un dolor de cabeza constante, se acercó a Fernando con un aire de superioridad, lo miro atreves de sus gafas con odio y dijo

-bájate de allí- Fernando lo miro, se bajo y dijo

-¿Qué quieres? ¿tienes algún problema?- Fernando miro con frialdad a Alex, después de todo lo odiaba, hacía sentir mal a Alejandra, era un nerd que solamente jugaba con sus sentimientos, un cobarde.

-Ninguno, pero no te puedes subir a la barda-Fernando sintió como su estómago gruñía ante el chico, de verdad lo odiaba, siempre creyéndose la octava maravilla

-¿y quién eres tú para ordenarme?-

-El presidente escolar- respondió desafiante, Fernando gruño

-Deja esa actitud de superioridad-

-¿Qué actitud?- Pregunto

-La actitud de que siempre tienes la razón, me exasperas- Ambos chicos chocaron las miradas desafiantes-¡¿crees que porque Alejandra te eligió eres el rey del mundo?!-

-¡Así que por eso estas molesto, madura niño!-Respondió Alex

-¡¿Qué quieres decir?!- Grito Fernando

-Que si tienes un problema conmigo, ¡dímelo!-Fernando gruño aún mas

-Me choca la gente como tú- Alex lo miro extrañado- personas que tienen a alguien especial en su vida y no lo ven, lo dejan pasar, ¡yo nunca haría eso con Alejandra!-

-¿de qué hablas?- pregunto Alex

-¡DE QUE ALEJANRA ESTA ENAMORADA DE TI Y TU SIMPLEMENTE NO TE DAS CUENTA DE QUE ELLA ES ESPECIAL!-

-¡¿Y QUIEN DICE QUE NO ME DOY CUENTA?! Ella es la primera verdadera amiga que tengo, amo cuando es torpe y se cae, amo sus cabellos en el aire, su sonrisa y actitud alegre, siempre queriendo hacer a los demás felices, amo enseñarle cada día, amo nuestras discusiones, yo…- pensó unos segundos lo que diría, sonrió para sí mismo y dijo- la amo-

Alex corrió, tenía que decírselo, ¡que importaba! Tenía que decirle que la amaba, y si a los demás no les gustaba, que lo dejen, estaba harto, simplemente quería estar con ella, quería poder verla y pasar sus días con ella ¿era mucho pedir? Sentía su corazón correr y salir de su pecho, entonces se detuvo en seco, si se lo iba a decir se lo diría bien y sin dudarlo camino por los pasillos con una nueva idea en mente.

Alejandra camino por los pasillos con aquella carta en las manos, nerviosa por su reacción, buscando a Alex, camino hacia el casillero de Alex y dejo la carta, nunca había hecho tremenda ridiculez, pero por Alex todo se valía, suspiro y regreso por el pasillo.

Por su parte Alex llego a su casillero satisfecho de su magnífica idea, todo iba a salir bien, de eso estaba completamente seguro, abrió su casillero y de el callo un sobre, lo levanto y vio un sobre para el de Alejandra, sonrió, nunca se imaginó en tal situación con esta chica, siempre la considero como una chica problema, otra carga más de su puesto de presidente estudiantil, en cambio ahora, recibía cartas de amor.

De Alejandra

Para Alex

¡Todo un cliché!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora