~13.02~
En un hospital cualquiera de Corea del Sur se iniciaba una nueva vida... Un barón cuyo nacimiento era deseado por unos y odiado por otros.
Su madre era la más triste, al saber los horrores que le esperan... sabe que no durara mucho... pero para ella ,la idea de que el pequeño muera ahora, es mil veces mejor a que sufra todos los horribles pesares de ser hijo del líder un grupo delictivo , de un asesino y despiadado hombre .
Tal vez por eso no sintió dolor ni remordimiento cuando tomo entre sus manos el cuello del infante.
Lo intento , sin embargo fallo sintiendo sus fuerzas desvanecerse al ver que el padre de aquel niño hacia acto de presencia en la habitación , tan imponente como siempre a pesar de su corta edad porque si, no es un hombre ni ella una mujer , apenas rondando los 16 años ambos ya son padres pero no por que quieran serlo.
Ella es una de tantas esclavas, ratas de laboratorio, un objeto, como él llama a todas sus mujeres.
—¿Qué crees que haces, estúpida? ¿Tratas de sabotear el proyecto?—Le dirigía una mirada fría y penetrante como su pudiera ver su interior, saber lo que piensa.
No podía, ella no tenía la fuerza suficiente para hacerle frente y se sentía inútil por eso, por lo cual solo bajo la mirada al sentir la sangre de su nariz escurrir tras un puñetazo recibido en su rostro.
Se disculpó en silencio con su hijo mientras lloraba amarga mente por no ser lo suficientemente fuerte como para protegerlo.
Mientras aquel hombre de traje negro la miraba con asco y desesperación.
—Nos vamos, ponte la porquería que llamas ropa y no me hagas esperar, nos vamos en 10 minutos—y sin decir más, aquel se retiró del cuarto.
La mujer sin más opción que hacer lo ordenado se levantó de la cama con un gran dolor de cadera que la atormentaba, se cambió la bata del hospital y tomo entre sus brazos al pequeño niño.
Una... Dos... Tres lágrimas cayeron sobre la suave piel del pequeño provenientes de los ojos de su madre.
Fuera del hospital en un auto negro de vidrios y rines blindados esperaba impaciente el padre del pequeño niño, que entro e desesperación y angustia al ver salir a la madre del niño pero sin el pequeño.
Salió disparado del interior del auto y corrió hacia la mujer
—¿! Y él niño!? ¡¿Dónde está?—Pregunto alterado al no ver al pequeño
—Está a salvo donde tú nunca le aras daño ni lo encontraras—Lo miro desafiante y con leve brillo en los ojos de esperanza, la esperanza de saber que su hijo ahora estaría con alguien que lo cuidaría y sería feliz.
—¡Eres estúpida!—la mujer recibió una bofetada que la tiro inmediatamente al piso inconsciente.
—¡Búsquenlo!—Ordeno imponente a sus lacayos
ESTÁS LEYENDO
Lobo en piel de cordero.[EN EDICIÓN]
Action¿Qué pasaría si una criatura de aspecto dócil, tierno e inocente como un cordero temeroso entre el rebaño, resulta ser tan peligroso y letal como un lobo hambriento? Esta es la historia de un niño con una apariencia dulce e inocente pero por dentro...