El Amor Es Ciego... (CAMREN)

Parte 58 [CAPÍTULO FINAL]

— Nuestra hija piensa que debemos hablar... de nuestro futuro. comenzó Lauren.

— ¿Qué? -susurró Camila.

— Parece pensar que en lo que se refiere a leer la mente de otros, bueno, estoy parafraseando, pero básicamente piensa que se nos da fatal. Me lo dijo en términos no tan exactos, más bien.

— No puedo decir que discrepe mucho con ella. -Camila envolvió con sus brazos un poco más fuertemente la cintura de su amada. — Tenemos que admitir que nuestro historial puede hablar de perseverancia y longevidad, pero que flojeamos algo cuando se refiere a revelar nuestros sentimientos. -terminó Camila. — ¿Lauren?

— ¿Hmmm?

— ¿Qué quieres que pase con nosotras? Y no quiero oír lo que crees que yo quiero, o lo que se supone que pueda ser lo mejor para Luna, o lo que creas que yo quiero oír. Quiero saber, sinceramente, que es lo que tú quieres.

Las cejas de Lauren se fruncieron mientras miraba al suelo unos segundos. Cuando miró los ojos marrones de la mujer que amaba, sintió ese familiar cosquilleo de su estómago. Era como si se enamorara de esa mujer completamente de nuevo, siempre que Camila sintiera lo mismo. Tomó el rostro de la pequeña castaña entre ambas manos y besó ligeramente con sus labios los cálidos labios de Camila.

— Quiero comprar tres billetes a Chicago. Quiero que las tres volvamos allí. Quiero empaquetar toda tu vida pasada y todo lo que quieras coger y prepararlo todo para poder traerlo aquí. Entonces quiero que volvamos aquí y estar juntas como una familia el resto de nuestras vidas.

Lauren besó una vez más a Camila, con un firme roce esta vez. Secó las lágrimas de Camila con sus dedos y sonrió nerviosamente a la mujer más pequeña.

— Eso es lo que quiero. Y tú, Camz, ¿qué quieres?

— Quiero que me beses… -dijo Camila, presionando sus manos contra el pecho de la artista, para pararla momentáneamente. — Bésame con todo lo que me amas.- añadió Camila.

Lauren capturó los labios de la mujer en un beso que dejaba poco a la imaginación mientras se acercaba más a la pequeña castaña.

— ¿Y? -preguntó Lauren.

— Quiero que me rodees con tus brazos. -pidió Camila, mientras la mujer más alta envolvía con sus brazos el pequeño cuerpo, acercando a Camila más hacia ella.

— ¿Y? -continuó Lauren.

— Quiero que nunca, jamás, te alejes de mí. -dijo Camila finalmente mientras su voz se rompía.

— Te amo, Camz.

— Te amo, Lern.

— Nunca te dejaré ir... te lo prometo. -dijo Lauren, inclinándose hacia el beso que las dos mujeres habían estado esperando casi dieciocho años, su beso de compromiso profundo.

* * * * *

Luna y Sofía se tomaron de las manos mientras veían la escena desde el balcón superior. Sin que las dos amantes de la vereda de debajo lo supieran, el balcón de la galería del segundo piso se abrió por encima de donde ellas se encontraban. Sus murmuradas palabras de amor no pudieron ser oídas por nadie más, pero el ardiente beso que habían compartido rodeadas por el clímax de su promesa eterna había sido visto por varias personas más.

— ¿Por qué está Camila Cabello, la autora, con ella...? -Un hombre dio un pequeño codazo a su mujer.

— La vi en Oprah. -comentó el hombre tratando de evadir el comentario de su esposa.

— Bueno… -la mujer que estaba junto a la esposa del hombre se sorbió la nariz diciendo. — ¿Qué clase de ejemplo dan? -mirando con desagrado la escena.

— ¡El mejor! -dijeron Luna y Sofi al unísono, felices por ambas mujeres.