perdoname » ecko.

s i e t e

me puse los auriculares y me sumí en el mundo de la música. apoye mi cabeza en la ventanilla del colectivo y espere que llegará mi parada.

si les digo que no tengo miedo, les mentiría. estaba de noche, no había mucha gente en las calles y mi cuadra era oscura y solitaria.

mi parada llegó, toque timbre y baje del colectivo. rápidamente comencé a escribirle a ignacio por si algo me pasaba. camino rápido, tengo miedo.

miró hacia atrás, el viento me hace pensar que alguien me está siguiendo. miró atras nuevamente y veo una figura alta y esbelta. mi corazón late rápidamente.

Belén // 22:46.

nacho
hay alguien caminando
tengo miedo
me quedan dos cuadras

casi corriendo, llegue a la esquina y doble. el paso acelerado del hombre se hizo notar. me estaba siguiendo.

un hombre salió de atrás de un árbol. me frené de golpe, no podía reaccionar.

—¡eh! quédate quieta porque te juro que te mato —el hombre se acercó. mire hacia atrás, el otro se había quedado en la esquina. mierda.

lágrimas brotaban de mis mejillas, me iban a violar, hasta secuestrar quizás.

y sólo por ser mujer.

me acordé de las palabras de mi papá. nadie podía tocarme si yo no quería.

no iba a dejar que esto pasará. no iba a dejar que me pasarán por arriba. no tienen derecho a tocarme ni a abusarme. no soy débil.

le pegue una patada en sus partes íntimas y corrí. corrí para vivir.

.

abrí los ojos y mire hacia delante nuevamente. suspiré.

debo dejar de imaginar esas cosas en momentos así.

el reloj marcaba las diez y cuarenta y seis. camine más rápido y me abrace a mi misma por el frío que hacia.

algunas hojas crujian, asustada mire para atrás.

es sólo el viento belén, pensé.

me quedaba una cuadra. en el trayecto de esta, como cinco hombres me gritaron asquerosidades.

¿y lo peor? no poder decirles nada.

porque soy mujer, y los tengo que respetar. si digo algo, terminaré en una bolsa de consorcio, violada y muerta. porque es así.

tuve que aprender a cuidarme, a callarme y a como vestirme, en vez de enseñarle a ellos que una mujer se debe respetar.

saque la llave y temblorosa mire hacia mis lados. esta es la parte que más miedo me da.

abrí rápidamente y cerré la puerta del edificio. camine hasta mi departamento y recién ahí dentro, pude suspirar y tranquilizarme.

belén // 22:53.

nacho, ya llegué.

acá les quería dejar algo que pasa muy seguido en arg, y no sólo aca, en muchos países. tomemos consciencia, basta del acoso callejero.
y lo que pasa al principio, belén se lo imagina. aclaró por las dudas.