perdoname » ecko.

d i e z (maratón 1/3).

estaba re nerviosa. hoy conocería mi familia a nacho. el no quería al principio, pero de tanto joderlo, lo convencí. la cena estaba en la mesa y yo ya estaba cambiada. un jean y un suéter, algo sencillo y delicado. Ignacio salió del baño con un jean y una camisa, me lo como a besos.

el timbre sono, nacho me miro asustado. yo reí y abrí la puerta. mis viejos me saludaron y abrazaron y Paz me saludó.

—él es dam, mi novio —paz me presentó y después lo salude y los invite a pasar. la cena estaba concluyendo normal.

pero nadie se puede salvar.

—¿a qué te dedicas, matias? —dijo mi papá mientras cortaba un pedazo de tarta.

—estudió medicina y soy cantante —mi mamá lo miro sorprendida.

—¿cantante? —mi papá lo miró. oh oh, no le gustó eso.

—si —respondí yo por nacho, ya que estaba nervioso y se notaba—, pero el no canta el ritmo que les gusta a ustedes. el canta un nuevo género que últimamente se está haciendo más conocido —mire a nacho y el asintió.

—¿cuál es? —preguntó dam.

—trap —mi papá soltó los cubiertos y lo miro.

¿quién me manda a tener un papá militar?

—sabes, escuche un par de canciones de ese género.

—¿y? ¿que le parece?

—horrible. desprecian a las mujeres, se creen mejores insultando o denigrando. no me gusta.

—pero mis canciones no son así.

—no me importa —mi papá siguió comiendo. nacho miró al piso. mierda y más mierda—. belén, vos nunca sabes elegir bien. si hace canciones de ese tipo, ni quiero imaginarme que persona es.

en ese momento me enfade, pero el tenía tanta razón.

—siempre lo mismo. ¡siempre! siempre soy yo la que elige mal. vos no estás preparado para ver a tu nena crecer. ¡cada novio que tuve le hiciste lo mismo! buscaste sus contras y me lo refregaste en la cara. me harté, soy grande y puedo elegir lo que quiera. sólo quería ver que opinaban de el, pero claramente no puedo contar con su opinión. así que terminemos la cena y con todo el respeto, váyanse.

nacho, paz y dam me miraban impactados. mis viejos sólo me ignoraron. los ojos de mamá reflejaban tristeza. ella no era la culpable, mi padre si. ella nunca tuvo la culpa de la mierda que es y era él.

—perdón por esta primera impresión dam, juro no ser así —el me sonrió y me saludo, para luego irse.

nacho estaba sentado en el sillón, mirando un punto fijo.

—¿qué pasa? —me senté a su lado.

—estoy enamorado de otra persona belén.

este ecko gil. tarao eh

medicina re choto, pero fue lo único que se me ocurrió chau