Entre Mariposas y Sangre (Zoe y Kayn)

IV

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¿Qué significa "extrañar" ?

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Kayn se encontraba devastado, cansado, totalmente abatido, lo cual era absurdo para Rhaast, ninguno de los dos conocía en estado puro aquel sentimiento, más que nada el adolescente, ya que la guadaña aún pensaba en aquellos momentos bélicos de gloria donde junto a los suyos blandía un arma con sus malditas manos bañadas en sangre para mutilar a sangre fría a cualquiera que se le pusiera en frente, esos eran buenos tiempos que solo vivirían en su memoria, eso lo sabía bien, aún cuando el asesinar solo no es que no le agradara. 

Tres días habían pasado desde que Zoe había sido rechazada por Ezreal y la anteriormente nombrada había desaparecido de su vista por arte de magia, lo peor es que el tuvo que enterarse de aquel suceso por cuenta propia. Si aquel día no le hubiera espiado la curiosidad ya le tendría tres metros bajo tierra, tanto le carcomía aquel sentimiento que se había dejado caer de una de las ramas del pino más alto del lugar, aún que la suerte había estado del lado del moreno, ya que ninguno de los dos protagonistas de aquella escena se habían dado cuenta de su presencia, pasaron tanto de su culo que ni la mismísima portadora de aquel aspecto tan importante para Targón se despidió de él, más bien, ¡Decidió desaparecer sin decir ni una palabra durante los tres días siguientes!

El muchacho sabía que era blanda como su cama, pero no creía que fuera necesario llorar tres días seguidos por haber sido rechazada tan....sutilmente. 

El primer día terminó siendo excelente, molió a golpes a sus contrincantes en aquel entrenamiento.  
El segundo día no estuvo mal, terminó saliendo a caminar por las calles de Jonia a pensar, se empezaba a sentir tan vacío. 
Pero la cúspide de emociones se presentó cuando el tercer día llegó.
Se levantó temprano y corrió al lugar de siempre, nadie se encontraba ahí, se estaba volviendo loco. Su entrenamiento fue pésimo al igual que su temperamento empeoró, su apetito desapareció, sus ganas de hacer cualquier cosa se esfumaron, ni meditar calmaba su angustia de.... ¿de qué? 

-No sé que me pasa- el muchacho se encontraba acostado es su cama mirando de forma dramática el techo blanco, el cual era adornado con un bombillo que alumbraba tenuemente su habitación

-Yo sé que te pasa- burlón se dirigió Rhaast al muchacho mientras pasaba su único ojo en él

-Entonces dilo- le ordenó para mirarle fijamente esperando alguna broma estúpida de parte de su herramienta

-Extrañas a la lunática- su voz había sido tan neutral que por un momento el muchacho se creyó aquellas palabras, pero luego volvió en si para negar con la cabeza

-No, no es así- no sabia porque, pero un notorio carmín alumbraba su rostro, él mismo sentía como sus mejillas ardían

-Claro que lo es- el veredicto estaba hecho, solo hacia falta que el muchacho lo reconociera -¡solo mírate!- Kayn se miró al espejo, el carmín de sus mejillas había disminuido, pero aun así se alcanzaba a ver de cerca -pareces muerto en vida, después de todo eres solo un bebe que no ha vivido nada, ni a una mujer haz tomado- la ahora enfurecida guadaña tomó una pausa para pensar con que llamar su atención -primero tus hormonas se descontrolan por la maga que te lleva como diez años y ahora por la niña con problemas de autoestima masoquista- el muchacho no sabía a donde mirar, estaba avergonzado -eres realmente estúpido y penoso muchacho- parecía una madre regañando a su pequeño después de haber quebrado alguna pieza de su hermosa y fina vajilla favorita

-Primero: Eider me lleva seis años, no diez maldita sea y solo fue un capricho- soltó un bufido cruzando sus brazos con aún más pena 

-Aja, la idolatras- Rhaast torció su único ojo para seguir escuchando las palabras del menor

-Segundo: Yo nunca he extrañado a nada ni a nadie, no creo que por esto ese estúpido sentimiento esté ahora matándome, debo de estar enfermo, algún resfriado he de haber pillado- tocó su frente buscando algún tipo de calentura, síntoma de su dichosa enfermedad, y si que la tenía, pero no como a él le gustaría tenerla

-Sí, tu enfermedad tiene nombre, camina y tiene una voz tan chillona como la de una niña de diez años- se burló la guadaña, le encantaba hacer que el adolescente perdiera la cabeza -y yo que pensé que eras del otro lado por la forma como tratabas a Zed y lo bien que te llevas con Syndra, hasta chismes se cuentan- se rió fuertemente para terminar soltando un suspiro, no sabía como, pero le dolía el "estomago" de tanto reír con sus bromitas hacia el menor

-AHG deja de joder- el muchacho le aventó su única y suave almohada, parecía una colegiala encabronada 

-TÚ deja de joder- ahora parecían hermanos, la escritora ya no sabia como describirlos de tan volubles que eran 

-¿Désde cuando me importan las mierdas que sueltas?- la pregunta de Kayn era mas para si mismo que para la guadaña, pero aún así esta le respondió con otra de sus burlas  

-Desde que no escuchas las mierdas de esa mocosa- ya estaba, había llegado a donde quería

-TÚ...- el muchacho estaba apunto de estallar, pero antes de que terminara tirando por la ventana a la guadaña alguien toco a la puerta

-Kayn, tenemos que hablar- sabía perfectamente de quien era aquella voz tan grave y distorsionada 

-Voy en un segundo....maestro-

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"¿Cómo es que podemos llegar a extrañar tanto?"

"Es la mayor desventaja del ser humano, extrañar aún si no es correspondido"

"Pero duele tanto"

"Duele más tratar de olvidar lo que alguna vez te hizo feliz" 

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En los momentos mas oscuros es cuando te das cuenta de como fuiste perdiendo la luz totalmente incondicional que te guiaba por tú camino, solo queda esperar que regrese, solo queda el morir en el intento de hallar la salida del laberinto en el que cada quien decide entrar, solo queda crear tu propia luz.

ESTOY FELIZ, PERO SAD A LA VEZ

¿Eso se puede? :'v

Alguien respóndame x'd