Frente a la atenta mirada de los diecinueve alumnos el chico de alta estatura realizó una pronunciada reverencia hacia el frente, con las manos apoyadas sobre sus muslos. Siempre era una actividad vergonzosa para él estar en la mira de un nuevo salón de clases, lejos de ser el chico arrogante que su rostro de indiferencia mostraba, el nuevo alumno solía ser bastante sensible frente a todo tipo de tópicos, especialmente aquellos que lo involucraban a él directamente.
—Muy bien SeHun, puedes ir a tomar asiento— la profesora que lo había introducido al resto de sus compañeros le indicó con la palma de la mano el lugar libre en la segunda fila, la tercera banca sería su sitio de estudio.
—Gracias, señorita Min— habló el chico con propiedad y acto seguido se movió entre la hilera de estudiantes que lo siguieron con la mirada hasta su lugar. SeHun podía sentir las miradas sobre él y entendía que era por tratarse de un alumno nuevo a mitad del curso, pero no podía soportar que la atención perdurara por tanto tiempo.
—Excelente— la profesora llamó la atención de la clase y dio inicio a la lección —Ayer hablábamos de la ley de Avogadro, JinWook ¿Podrías recordarnos que sostiene esta teoría?
El chico nuevo, acomodó sus útiles escolares sobre el escritorio frente a él y se apresuró a tomar nota de la clase que se llevaba a cabo, esperaba no perderse demasiado o tendría que pedir ayuda a alguno de sus compañeros de clase y no se sentía con la más mínima confianza para hablar con los jóvenes de aquella aula, no había ni una sola cara amigable. Detestaba tanto ser el chico nuevo y uno pensaría que con la cantidad de veces que se había mudado a su corta edad, estaría más que acostumbrado pero la verdad era que lejos de familiarizarse con la situación, se encontraba cada vez más incómodo bajo el papel del nuevo.
Afortunadamente la profesora había explicado el tema con especial cuidado para que SeHun pudiera seguirle el hilo y pudiera atender la clase con más rapidez, el chico agradeció aquel hecho pues no eran muchos los docentes que se interesaban por hacerlo sentir bienvenido.
Cuando la clase terminó, los alumnos se unieron en pequeños grupos de amigos para charlar mientras la siguiente clase daba inicio, SeHun esperaba no ser bombardeado con un montón de preguntas acerca de su traslado y le sorprendió que de hecho nadie le había puesto atención, prácticamente ignoraron su presencia y se dedicaron a hacer bullicio entre conocidos únicamente, hasta que un par de curiosas chicas se acercó a él.
—¿Cuál era tu nombre? — preguntó una de las jóvenes de cabello teñido.
—Oh SeHun— respondió el chico viéndola directamente con la usual seria expresión.
—Mi nombre es YoungMi— se presentó la joven y señaló a su amiga de al lado —Y ella es KangHee.
—Hola— la joven de cabello más corto lo saludó con la mano y una ligera sonrisa —Espero que puedas sentirte bienvenido.
—Gracias— musitó apenas dirigiendo su vista ahora hasta KangHee.
Y antes de que la conversación continuara, la puerta del salón de clases se abrió para dar paso al siguiente profesor, las chicas regresaron hasta sus asientos y SeHun soltó un leve suspiro, sintiéndose aliviado de ser salvado de una conversación que realmente no quería tener.
El cambio constante de escuela le había producido una dificultad para entablar amistades, era muy torpe a la hora de seguir pláticas y nunca se le ocurría nada bueno que decir, eso sumado a su peculiar rostro de eterna disconformidad, daba la sensación de ser un chico presumido y "mamón". Como resultado de todos esos factores, SeHun solía estar solo la gran mayoría del tiempo.
Cuando el timbre sonó para anunciar la hora de almuerzo todos los alumnos guardaron sus cosas y abandonaron el salón de clases para dispersarse por toda la escuela y tener sus alimentos donde más quisieran, SeHun se quedó sentado en el mismo sitio observando como todos sus compañeros dejaban el aula y cuando se creyó solo sacó de su mochila un estuche de plástico especial para comida, su madre siempre le mandaba el almuerzo preparado alegando que la comida de la cafetería no podía ofrecerle todos los nutrimentos que necesitaba para su desarrollo.
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La vie est belle [ChanHun]
FanfictionOh SeHun, de aspecto egolatra pero de personalidad sensible llega como nuevo alumno al instituto donde un peculiar grupo de amigos lo persuade de salir con su miembro más infantil, pero SeHun no quiere ser el tercero en discordia en su "fallida rela...