La vie est belle [ChanHun]

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Y para SeHun luego de aquel primer exitoso día en la mesa de los amigos de KyungSoo, fue pan comido adaptarse al grupo social de la escuela, cuando SeHun tomaba la confianza suficiente mostraba su personalidad torpe e infantil y el número de veces en que aquello sucedía era tan escaso que la alegría que SeHun sentía al estar rodeado de tan geniales personas podía ser apenas descrita con simples palabras.

—¿Qué tendremos de postre hoy SeHunito? — preguntó JongIn moviendo los dedos en el aire.

—Mamá hizo panques de pasas— mencionó el nombrado. Habían pasado ya tres meses y medio desde aquella primera comida juntos.

—¿Qué cree que somos? ¿Ancianos? — Dijo JongDae indignado —Estoy bromeando SeHun, bendita sea tu madre por alimentarnos a la distancia, dile que le mando saludos.

El chico soltó una risa y negó con la cabeza —Le conté que JunMyeon tenía problemas digestivos.

Una ola de risas se escuchó en la mesa.

—Te dije que eso era secreto— dijo JunMyeon con vergüenza —Irene dile algo.

—JongDae dile algo— la chica bajó el libro que ese mes estaba leyendo y mostró una sonrisa divertida ante la apenada expresión de su novio.

—JongIn dile algo— JongDae tomó uno de los panquesillos y le dio una gran mordida.

—Bien hecho, SeHun— comentó el moreno tomando otro panquecillo.

Una nueva ronda de risas se escuchó en el comedor y todos obtuvieron un panecillo de pasas como postre.

—¿Qué le pasó a ChanYeol? — preguntó SeHun guardando el panque que había sobrado dentro del recipiente de plástico.

—Se...— KyungSoo tosió un poco y limpio su nariz con el dorso de la mano —se enfermó un poco. Pescó un resfriado.

La catarral voz del bajito hizo a SeHun suponer que aquel resfriado se lo habían pegado entre ellos dos... después de que ChanYeol se quitara las prendas superiores en la habitación de KyungSoo suponía que los dos habrían sido muy descuidados y habían dejado la ventana abierta y alguno de los dos había pescado un resfriado y se lo había contagiado al otro.

—Entonces...— SeHun sacó el panquecito de vuelta y lo envolvió en una servilleta limpia —¿Puedes llevárselo?

—Sí, claro— en medio de una tos seca, KyungSoo aceptó la propuesta y guardó el panque al lado de su charola.

JongDae vio de reojo a JunMyeon con una sonrisa maliciosa y al captar esa mirada, JunMyeon se la devolvió a Kai y se continuaron viendo de aquella manera durante varios segundos.

—Ejem— JongDae aclaró su garganta un poco —SeHun.

—¿Mh? — el más alto estaba limpiando los palillos con su boca.

—¿Podrías... ir a revisar si la máquina expendedora de dulces sigue fuera de servicio? — preguntó el chico con educación.

SeHun levantó una ceja, pensando en porque no había ido él mismo a revisarlo, pero su lado servicial para con los mayores salió a flote antes que sus pensamientos fueran expresados y dejó la mesa en total silencio.

JongDae vigiló que SeHun estuviera lo suficientemente alejado y habló para sus amigos.

—Totalmente.

—Definitivamente— asintió JunMyeon.

—Muy obvio— añadió JongIn.

—¿De qué están hablando ahora ustedes dos? — preguntó Irene dando vuelta a la página del autor ruso de ese mes.