La vie est belle [ChanHun]

ｐｔ ４

Esa tarde de sábado los siete chicos estaban sentados sobre la alfombra de la sala de estar de la casa de SeHun.

—Que linda casa SeHun— comentó Irene dejando el libro de la autora española sobre el sillón más cercano, ese día planeaba involucrarse mucho más en las charlas de los chicos.

—Gracias— sonrió SeHun con timidez, jugando con sus dedos sobre la alfombra debajo de ellos.

La madre de SeHun les había llevado una bandeja de bocadillos salados para tomar con limonada rosada mientras terminabase de hornear el pie de queso.

—Me alegra que hayan podido venir— comentó SeHun.

—No fue nada— asintió KyungSoo con felicidad, sabiendo de sobra los planes de esa tarde, vio a todos su amigos y se detuvo en ChanYeol quien se encontraba admirando las pinturas colgadas de la pared. De pronto el teléfono celular del bajito comenzó a sonar, el chico vio la pantalla y al reconocer de inmediato el número tomó la llamada, se puso de pie y fue hasta el lugar más alejado para atender.

—¿Y SeHun...— empezó JongDae —antes dijiste que te gustaban los animales?

La atención de ChanYeol se desvió de las pinturas hasta el anfitrión y mostró un gran interés en aquel tópico —¿Te gustan los perritos?

SeHun asintió con suavidad y tragó duro —Tenía un perrito pero... por el trabajo de mis papas, no era posible ponerle tanta atención.

—¿Y qué le pasó? — preguntó el más alto con preocupación.

—Lo regalamos a mi hermano mayor, él tiene demasiado tiempo libre— comentó SeHun con tristeza al recordar los divertidos momentos que había pasado al lado de su mascota.

—Ooooh, lo entiendo— asintió el más alto y acercándose un poco para brindar confort siguió hablando —yo tengo un perrito también y a veces tengo tantas cosas que hacer que me parte el corazón no jugar con él cuando esta aburrido.

Los chicos se vieron entre sí con complicidad y KyungSoo regresó de su llamada.

—Oye Soo— JongIn aclaró su garganta —¿Por qué no invitaste al susodicho?

JongDae sonrió con malicia y asintió con la cabeza.

Irene puso los ojos en blanco y negó con la cabeza suavemente.

—Porque no— KyungSoo frunció el entrecejo y trató de poner fin a la conversación.

—¿Temes que metan preso a tu amooorcito si lo ven contigo? — canturreó JongDae.

SeHun volteó a ver la expresión del bajito, las mejillas coloradas y el ceño duramente fruncido, con los puños apretados soltó toda su ira.

—¡Yo temo que metan preso a JongIn por maltrato animal contigo! — dijo a JongDae.

Todos estallaron en risas, menos claro, el chico en peligro de extinción.

ChanYeol siguió relatando sobre su mascota a SeHun contándole desde cómo había llegado a su vida hasta como jugaba con él en días actuales. Y el de menor edad procuraba escuchar con suma atención todo lo que le era revelado, tratando de no perderse en las lindas expresiones del más alto al hablar con tanto cariño de su perro; Beethoven.

Todos los chicos se dispusieron en pequeños grupitos alrededor de ChanYeol y SeHun para entablar una conversación totalmente ajena a aquellos dos, querían tener un ambiente amigable alrededor de SeHun para que no entrara en pánico y comenzara a decir tonterías y no querían que fuera demasiado sospechosa su actitud frente a ChanYeol.