Episodio II

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Decir a que sabe el chocolate después de meses sin probarlo era como describir un sueño erótico, porque Jisung a pesar de no comer muchos dulces amaba no comer algo agrio, salado o desabrido, y ver la expresión de su hermanita no tenía precio, porque ella cerraba sus ojos gustosa del sabor y emitía un sonido desde la garganta mostrando su fascinación.

Su madre también prueba un poco dejando que ellos coman primero, porque la señora quiere ver felices a sus hijos, pero no es lo mismo con el señor que tan pronto huele el dulce ya esta quitándole a Jisung su parte. Pero a Jisung no le molesta, sabe que su pobre padre son pocas las veces que puede disfrutar de algo, así que verlo de buen humor es su prioridad, así no alzara la voz y no le gritara a cualquiera que pase en frente.

El día siempre pasa rápido, entre los estudios de su hermana menor y la ayuda que le brinda a su madre en casa lo agita suficiente para ofrecerle a su padre que vayan a bañarse a el centro de la ciudad, pero él se niega diciendo que se bañara en casa, eso le molesta a Jisung, porque la poca agua que recibe su pequeña casa es para su madre y hermana que necesitan mantenerse limpias para que, si llegan a lastimar, la herida no se infecte. Pero no le queda de otra mas que aceptar lo que su padre dicte e irse sólo en medio de la noche.

No tiene miedo, porque sabe defenderse y porque ya tiene quince años, la edad suficiente para aprender a depender solo y cuidar a la familia que ahora tiene. Cuando llega a aquel lugar hay gente buscándolo, quieren lo de siempre pero él no está dispuesto a vender nada esa noche, porque quiere olvidar que es un buscador y revendedor, porque quiere solo bañarse y dejar de ser sucio.

Para cuando regresa a casa ya todos están dormidos, aunque no lo parezca los días siempre son cansados para ellos, pero lo es aún más para Jisung, sustenta a la familia y reciben muy poco dinero por parte de su padre, tanto que solo sirve para un par de cosas en la despensa fáciles de conseguir.
Pero el señor sabe eso; sabe que su hijo es quién lo mantiene a flote en esa crisis, esta orgulloso y espera un buen futuro para él, por eso le busca esposa cada que puede y por eso también espera que su nieto nazca de una preciosa mujer; y Jisung sabe todo eso, sabe los planes de su padre y no se opone a ello, porque lo respeta y de vez en cuando le teme, porque ha sido más de una vez que a recibido un golpe por no hacer lo que se le pide, fue más de una vez que su labio sangró por una mala respuesta al señor, más de una vez que un segundo golpe mas fuerte que el anterior se estampó contra su cuerpo cuando un par de lágrimas se le escapaban, porque el miedo lleva al respeto y él lo sabe.

Se termina el día de Jisung, llegando a su casa después de caminar bastante, tanto que le hace dudar si vale la pena bañarse ya que igual termina sudado y con tierra al acostarse en cama, pero es inútil quejarse, porque no tiene otra manera de hacerlo y de nada le servirá decirlo frente a sus padres, ellos nunca le han resuelto nada desde los once así que para él es normal.

A la mañana siguiente es una repetición del día anterior, se despierta cuando aún no ha salido el sol y se pone la ropa mas cómoda para caminar entre escombros –y cadáveres–  vuelve a usar los mismos zapatos viejos de siempre, su cubre bocas lo espera en la mesa de la casa estando listo para salir, cuando cree que ya nada le falta sale sin ánimos de caminar o de vivir, porque a esa hora le encantaría estar dormido como sus padres o su hermana, pero debe irse temprano si quiere aprovechar el día.

En esos momentos, patinando sobre las viejas calles de la ciudad, ocurre lo único hermoso que no les han podido quitar; el amanecer, Jisung ama como el cielo se va aclarando y el aire huele a fresco porque el sol comienza a calentar, ama como poco a poco todo cambia y las calles dejan de ser tan obscuras, es algo que casi nadie en la ciudad ve pero que antes lo hacían, antes de que estallara la guerra.

Decir que la guerra estalló seria poco acertado, porque según su madre nada se dio por sorpresa, empezando los conflictos desde que ella era joven ya se esperaba que todo ocurriese, para cuando Jisung apenas caminaba ya habían militares caminando por las calles y hombres enlistándose en la guerra. También, todo el mundo no estaba consumido en el conflicto, la verdad, solo una parte de esté, con su país siendo el punto central a todo, como resultado; todo se cierra y solo eliminan a los sucios dentro del país y aliados, por eso hay mercaderes en la frontera, ellos vienen de lugares pacíficos donde hay agua caliente a todas horas y gente limpia pero claro, todas esas personas eran los sucios.

SUCIO || MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora