Prologo

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PROLOGO

Castillo Stonengh, Highlands 1316

Danna estaba en el salón jugando con sus pequeños sobrinos que ya tenían cuatro años. Le encantaba estar con ellos, divertirse con sus travesuras y así poder olvidarse durante un rato de todos los pretendientes que su hermano le presentaba. ¿Cuándo se iba a dar cuenta Niall que ninguno le interesaba? Solo un hombre había conseguido conquistar su corazón, y hacía ya cuatro años que la había dejado para irse a luchar al lado de Bruce. Por más que había intentado olvidarse de Eric no lo había conseguido, pero ¿le había olvidado él? No había tenido ninguna noticia de él durante ese tiempo y Danna pensó que ya se habría olvidado de ella. Ella se sentía feliz por sus hermanos que habían encontrado a su amor verdadero, pero ¿qué pasaba con su felicidad?

Su hermano seguía intentando encontrar un buen hombre para ella, pero todo era inútil. Jamás amaría a otro hombre que no fuera Eric. La única persona que sabía cómo se sentía era su cuñada Brigitte. Ella era la única que sabía lo que estaba sufriendo por la ausencia de Eric.

Danna dejó a un lado esos pensamientos que siempre hacían que se pusiera triste y se dedicó a jugar con sus sobrinos.

Desde la puerta del salón Brigitte vio a su cuñada jugar con sus hijos y con los de Nelly. Sabía que Danna no había podido olvidar a su hermano, igual que él no la había olvidado a ella. Su hermano le mandaba una carta al mes y siempre le preguntaba por ella, pero también le decía que no le comentara nada de su vida. Si Danna no tenía noticias de él le sería más fácil olvidarle, pero sabía que no le había olvidado. Su cuñada parecía feliz con sus sobrinos, pero ella sabía que en el fondo se sentía desdichada por la ausencia de Eric.

Brigitte había empezado a preocuparse cuando el mes anterior no había recibido ninguna carta de su hermano. ¿Estaría bien? ¿Le habría ocurrido algo?

-¿Qué haces aquí sasannach? - preguntó de pronto Niall mientras la abrazaba y le daba un pequeño beso en el cuello.

-Nada, solo veía a tú hermana jugar con los niños - dijo ella mientras se daba la vuelta y le sonreía con tristeza.

-¿Por qué estás triste? - preguntó él mientras le acariciaba el rostro.

-Llevo dos meses sin recibir carta de mi hermano - dijo ella con tristeza -. Y estoy empezando a preocuparme.

-No te preocupes - dijo él mientras la abrazaba con dulzura -. Seguramente ha estado ocupado y no ha podido escribir.

Niall quizás tuviera razón y ella estaba preocupándose sin motivo.

-¿Qué hacéis los dos ahí? - preguntó de pronto Danna mientras se acercaba a ellos con los niños tras ella.

-Nada - dio Brigitte mientras se separaba de su esposo -. Iba a entrar ahora a jugar con vosotros.

-Yo te estaba buscando - le dijo Niall a su hermana -. El laird Ian MacFerguson vendrá de visita la semana que viene y quiero que lo conozcas y...

-No Niall, ya basta - dijo Danna con furia -. Estoy cansada de que me busques pretendientes, no me interesa ninguno.

Danna salió del salón y se dirigió corriendo a su habitación.

-¡Maldita sea! - dio él mientras tomaba a su pequeño John en los brazos -. ¿Es que no piensa casarse nunca?

Brigitte no le dijo nada, y tomó a su hija en los brazos. Un rato después llegó Nelly para llevarse a sus hijos. Ella sabía que Danna nunca iba a aceptar a ningún hombre, y sospechaba que Niall también lo creía.

Niall estaba empezando a desesperarse con su hermana, ¿por qué no podía elegir a uno de los hombres que le presentaba? ¿Todavía seguía pensando en el inglés? ¡Maldita sea! ¿Por qué su hermana tuvo que enamorarse de él?

Varios días después recibieron un mensaje de Bruce que los dejó a todos conmocionados. Eric había sido herido en la batalla y lo enviaban allí para que se recuperara. Brigitte cuando se enteró de la noticia lloró desconsolada en los brazos de su esposo, y empezó a ordenar que le prepararan una habitación cuando llegara.

Danna empezó a ponerse nerviosa al saber que iba a volver a ver a su amor aunque fuera en esas condiciones. ¡Por favor señor que no esté muy mal herido! Se decía una y otra vez mientras ayudaba a preparar la habitación. Danna intentaba ser fuerte delante de los demás, pero cuando se quedaba a solas lloraba por su amor. Tenía miedo de que sus heridas fueran muy graves y lo perdiera para siempre.

Varios días después, Eric llegó en una camilla escoltado por varios de los guerreros de Bruce. Cuando atravesaron las puertas del castillo, llevaron a Eric a la habitación rápidamente. Estaba inconsciente, una gran venda le cubría la cabeza y tenía parte del hombro y el brazo izquierdo vendado.

-¡Oh dios Eric! - dijo Brigitte mientras acariciaba el rostro de su hermano cuando lo depositaron en la cama -. Te pondrás bien, ya lo verás.

Cuando Danna se enteró de que Eric ya había sido llevado a sus aposentos se dirigió rápidamente hacía allí. Cuando le vio allí tumbado inconsciente y muy pálido, se lanzó a sus brazos sin importarle quién estuviera allí.

-¡Eric! - lloró Danna desconsolada mientras le tomaba de la mano -. ¡Oh mi amor! ¿Qué te ha ocurrido?

Desde la puerta de la habitación Niall vio a su hermana llorando por ese hombre y maldijo en silencio. Su hermana seguía enamorada de Eric, pero ¿él seguiría enamorada de ella? Solamente había que esperar a que despertara y se recuperara, porque iba a salir de esa. Ese hombre no podía morir, él no lo iba a permitir. Por más que no le gustara era el hermano de su sasannach, y si moría su mujer sufriría mucho y él no podía permitir eso.

Danna ajena a la presencia de todos, incluida la de su hermano seguía al lado de su amor, y se prometió a si misma que ella se encargaría de cuidarlo. No pensaba apartarse de su lado hasta que se recuperara.

(Aquí os dejo el prólogo de mi nueva historia, espero que os guste. Deciros que seguramente tardaré en subir capítulos ya que las vacaciones de verano van a empezar en breve y no voy a tener mucho tiempo de escribir. Todos sabéis que escribía cuando mi niña estaba en el colegio, pero ahora le dan vacaciones y la voy a tener conmigo todo el día así que poco tiempo me dejará para escribir. Perdón por las molestias, un saludo y nos leemos...)

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