Jueves 20, Noviembre 1919. California, Los Gloriosos Estados Unidos de América.
Querida chica de ojos cielo:
Hace poco más de un año que acabó la horrible guerra que por más de mil cuatrocientos sesenta y un días –sí, lo calculé solo para sorprenderte con mis increíbles habilidades para las matemáticas– nos tuvo despiertos, sin poder pegar un ojo ante la inquietud de saber que en cualquier momento podría caer una bomba desde un avión de combate y acabar con nuestra vida; hace un año y nueve días para ser exactos. ¿Sabes? He querido olvidar tu rostro pero me ha resultado imposible, en mi mente sigue rondando tu pálida piel, tus finos labios y tus radiantes ojos. No sé si me viste, estaba parado al otro lado de la gran bandera Norteamericana que los alegres veteranos de guerra llevaban en el desfile; me causó gracia la expresión de confusión en tu bello rostro, ¿acaso no sabías que estábamos en plena guerra?.
Tiempo después averigüé que eras una inmigrante que hace no mucho tiempo había llegado de Noruega y poco conocía el idioma, que te habías alejado de tu familia en busca de estabilidad económica pero sólo te encontraste con guerras en un país cuya lengua no comprendías. Es... triste.
Te cuento: un amigo te siguió sigilosamente hasta una pequeña y sencilla casa de madera, él me contó que eras extranjera y comprendí perfectamente tu confusión en las glorias del ejército.
Bueno, esta carta te llegará en un par de días, pues aquella casa de madera no se encuentra tan alejada de la mía. Directo al punto: ¿Quieres salir conmigo por una copa de Champagne? Tengo unas inmensas ganas de conocerte y de saber más de ti, quiero saber si me siento atraído solo por tu hermoso físico o si esto puede ser algo más serio.
Se despide, el chico peli-blanco que no para de pensar en ti.
Jack Frost.
Sábado 12, Junio 1920. California, Estados Unidos de América.
Querida Elsa:
Elsa, me encanta tu nombre. Podría leerlo, escucharlo o escribirlo todo el día sin cansarme. Elsa, Elsa, Elsa, Elsa... Sí, definitivamente me encanta. No llevo ni siete meses conociéndote y ya amo todo de ti. Quiero pasar el resto de mis años contigo siendo marido y mujer. Sí, te estoy pidiendo matrimonio a través de esta carta. ¿Por qué no en persona? Porque fue con una carta que empezó lo que ahora felizmente puedo llamar 'nuestra relación' y con una carta quiero empezar lo que sería nuestra vida como esposos.
Personalmente, espero ver una gran sonrisa en tu rostro cuando la leas y luego escuchar un emocionado 'sí' salir de tus labios, labios que después unirás a los míos en un profundo beso. Creo que es lo que realmente pasará o al menos es lo que quiero que pase.
Piénsalo; te amo y me amas, buscas estabilidad económica y yo puedo dártela, soy feliz contigo y eres feliz conmigo. ¡No hay razón para decir que no!
No preguntes por la estabilidad económica, lo único que necesitas saber es que yo puedo dártela.
Se despide, el ilusionado chico de ojos color mar.
Jack Frost.
Pd: Dentro del sobre está el anillo de compromiso, para que lo tengas puesto en nuestra próxima cita.
Pd2: Me preocupé de que las joyas del anillo fueran de tu color favorito.Sábado 19, Junio 1920. California, Estados Unidos de América.
Amada Elsa:
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One-shots Jelsa #CLJelsa2
Fanfiction[2018]: Veamos que tan lejos puedo llegar escribiendo sobre este hermoso shipp. Recen por mí. 🏅Rankings🏅 #1 en cljelsa2, [24/Mayo/2023]