Parece tan real...

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Todo había pasado tan rápido que aún se me hacía difícil digerirlo. No me hacía a la idea de estar ahí, a escasos metros de Jimin, viendo cómo me acercaba a él. Nunca había imaginado que iba a tener esta oportunidad, todo era tan irreal, como si fuera un sueño. No quería despertar, por favor, al menos no hasta que pasara más tiempo con los chicos. Pero tenía el presentimiento de que me despertaría en la mejor parte.

Vi cómo me observaba de arriba a abajo, al igual que hacía durante mi baile. Me ponía nerviosa que me analizara de esa manera con tan poco disimulo, sentía como si estuviera desnuda y no tuviera dónde esconderme, "frente a un escaner humano", pensé.  Pero me gustaba que él lo hiciera. No podía aguantarle la mirada y a su vez, necesitaba adentrarme en ella.

Según me iba acercando, pude ver cómo su cara dibujaba una sonrisa, era una sonrisa contagiosa, de esas que te atrapan pero tú te dejas.

Noté que había una diferencia de altura significativa, debido a mi pequeña estatura y que en ese momento llevaba playeras. Me sentía poca cosa a su lado.

- Hola - Me dijo sonriendo con la mirada.

- Hola - Contesté nerviosa, sin poder mirarle a los ojos.

- Please, pass inside. I want to talk with you. Jae-bal.

Por favor, pasa dentro. Quiero hablar contigo. Por favor.

- Ok, haha...

¿Ok, haha...? "¿Ya está? ¿Pero eres tonta? ¿Qué te pasa en la cabeza?" Me temblaban hasta las pestañas.

Pasé dentro y noté un olor a vainilla, muy dulce; me gustaba. Estaba vacío, no había nadie, "¿íbamos a estar completamente a solas?" Me moría de vergüenza, empecé a ruborizarme. A un lado se encontraba una especie de tocador con varios espejos que disponían de una buena iluminación pero era lo único que iluminaba la sala. Al otro lado había un sofá con una pequeña mesa y varias sillas a su alrededor. También observé varias barras para perchas con alguna que otra prenda colgada, la mayoría eran chaquetas y alguna que otra mochila en el suelo. No era demasiado grande pero tampoco esperaba mucho más.

Noté que cerró la puerta pero había colgado por fuera una especie de cartel de 'No molestar'. Me iba a dar algo y él tendría que llamar y pedir ayuda.

- Hmm. Jae-bal... Sit down, wherever you want, please.

Por favor... Siéntate, donde quieras, por favor.

Era muy educado

- I'd rather stay like this, thank you.

Prefiero quedarme así, gracias.

- As you want, pretty. - Realizó una pequeña reverencia con la cabeza.

Como quieras, preciosa.

"¿Pretty?" Miré al suelo por la vergüenza. Se me hacía raro que alguien tan perfecto como él me dijera algo así, a mi.

Me quedé de pie medio apoyada en el tocador, de espaldas al espejo. Estaba muy tensa. Él cogió un taburete cercano y se sentó enfrente mía a escasos centímetros. Me volvió a sonreír.

- Well, tell me about your secret. You are a professional spanish dancer, don't lie. Hahaha

Bueno, háblame de tu secreto. Eres una bailarina profesional española, no mientas.

- What? Nooo. Hopefully... Hmm... I'm just a newbie. I was practising a few months ago by myself. I've been working a lot for having this oportunity. - No sabía qué más decir, bastante había dicho a pesar de los nervios.

Un sueño hecho realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora