Min se despierta tras un profundo sueño, mira el reloj, las 20:36, se levanta de la mesa y sale de la habitación, en su camino a la cocina se encuentra con Kim, quien llevaba en sus manos un par de bolsas que parecían contener algo delicado. Saluda y le sonríe al pasar, como si nada hubiera sucedido. Este le contestó con un tierno "hola" y una sonrisa dibujada en su rostro.
―¿Quieres que te ayude? ―Se ofreció amablemente. Kim le extendió una bolsa y la tomó con cuidado. Le siguió hasta su habitación donde colocaron ambas bolsas sobre la mesa.
―Estas bolsas contienen algo muy preciado para mi ―Las abre y saca dos cajitas bañadas en oro. ―Contienen dos pequeñas estatuillas que han pasado en mi familia de generación en generación, me las dio mamá hace años , y... me apetece regalarte una, como muestra de mi afecto ―Le sonríe y le extiende una de las cajas de oro decorada con pequeños cristales azules.
―No sé qué decir, no me esperaba esto ―Se queda algo parado y acto seguido se lanza a sus brazos, una pequeña lágrima baja por su mejilla y Kim se percata de ello.
―Min, ¿estás bien? ¡Ey! ―Toma su mentón y le mira a los ojos fijamente. ―No puedo verte así, por favor, cuéntame qué te ocurre ―Dice preocupado.
―Yo... también te aprecio mucho hermano ―Le abraza. ―pero debo irme... Ya es hora de que deje esta casa, de que rehaga mi vida... ―Dice con sus ojos empañados en lágrimas.
―Pero... ―Titubeó unos segundos. ―¿Qué dices? No puedes irte ahora, no puedes dejarme, padre me castigará por no haberte retenido, ya sabes cuales son sus castigos... ―Mira al suelo entristecido y observa sus muñecas marcadas.
―Padre... ―Frunce el ceño y explota en rabia y dolor. ―no te hará daño, te lo prometo ―Agarra su muñeca algo brusco y le lleva a su habitación, prepara un par de mochilas con algo de ropa y objetos básicos. ―No te dejaré aquí, por mucho que no seas mi hermano de sangre, te quiero tanto como si lo fueras ―Le sonríe algo tembloroso.
Kim toma la mochila y se la cuelga en ambos hombros, luego toma la mano de Min y avanzan hasta la salida de la casa.
―¿Estás seguro? ―Pregunta temeroso.
―Más seguro que nunca ―Abre la puerta, enciende el móvil y rebusca entre sus aplicaciones.
Notas: Hemos huido del infierno. Siento una fuerte presión en mi pecho
Kim observa con detalle sus manos, sus muñecas, las examina con cuidado mientras espera que el otro termine.
―¡Vamos! ―Le coge de la muñeca sacándolo de sus pensamientos y tira de él hacia la calle. Al salir, una fría brisa recorre sus cuerpos, revolviendo sus cabellos y adentrándose en cada extremidad, provocando un escalofrío que recorría toda su espina dorsal. De igual forma, el olor a tierra mojada impregnó sus fosas nasales junto con un olor dulce del perfume de Kim que tanto le gustaba.
―Debemos irnos. ―Min se quedó rígido observando la puerta de lo que había sido su hogar desde hacía 19 años, cuando fue adoptado a la edad de 1 año por los padres de Kim. Este, le observaba con atención, una sonrisa melancólica se formó en su cara y trató de nuevo de sacar a Min de sus pensamientos. ―Vamos, no hay tiempo, si Padre nos descubre nos hará pedazos ―Le sacudió un poco para que volviera en sí y tomó su muñeca para casi arrastrarlo lejos de allí.
―Lo siento, aún recuerdo cuando jugábamos en la pequeña salita donde teníamos nuestros juguetes, allí donde crecimos y aprendimos... ―Suspiró y comenzó a caminar al paso de Kim. Caminaron sin rumbo por las calles de Daegu durante horas. La noche se les echaba encima, llegaron a un pequeño hostal donde Min pagó una habitación.

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Don't call me baby - (1)
FanfictionSo don't call me baby Unless you mean it Don't tell me you need me If you don't believe it So let me know the truth Before I dive right into you