Mi princesa entronada...

7- Una sonrisa de vuelta

--Después de tantos años, ¿aun extrañas a mamá? -- la joven princesa de 18 años preguntó a Regis mientras ambos caminaban por los bellos jardines de la ciudadela.

--Podrán pasar mil años y seguiré extrañandola como aquel día en que tú, tu hermano y yo nos quedamos solos-- Mylvia sonrió con nostalgia a su padre, quien mantenía la mirada al frente.

--Entonces, ¿quién de nosotros tomará tu lugar?, es decir, somos gemelos... pero Noctis es El Elegido, ocupará el puesto de un rey normal?--

La alegría desapareció de los ojos de Regis, deteniendo su paso. Mylvia, quien se detuvo un par de pasos después, se giro mirando con cautela a su padre, percibiendo su incomodidad

--Noctis está destinado a la mas grande hazaña que se ha visto jamás, querida, pero aun no sabemos que ocurrira despues-- El rey bajó la mirada, distrayéndose en un par de lirios que sembró su hija hace un tiempo

--A qué te refieres exactamente...? -- Preguntó con cautela, sintiendo una opresión en su corazón que no le permite indagar en el asunto.

--No es momento de hablar de ello aún, ven, quiero disfrutar a mi niña ahora que está aquí-- Mylvia no se convenció, pero prefirió dejarlo pasar para disfrutar su dia con su padre.

Regis le sonrió, y la invitó a caminar de su brazo, cosa que no rechazó, y siguieron disfrutando de la cálida tarde en la frescura del jardín. 

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--Hey! atenta a combate!-- Gladio grito fuertemente mientras se posicionaba con agilidad frente a Mylvia, bloqueando un par de balas que se aproximaban.

La chica sacudió la cabeza, no podía concentrarse debido a las memorias de su padre que rondaban por su mente, pero debía despertar, estaban en medio de un combate contra un enorme robot cortesía de la tecnología Magitec.

Afortunadamente, Ignis y Mylvia usaron un poco de magia de fuego al momento en que el mastodonte soltó aceite, de modo que una gran explosión terminó con el combate, y con el cabello de unos cuantos.

-Pudieron haber avisado...MI PERMANENTE- Exclamó Prompto, mientras trataba de arreglar un poco el nido que tenía por cabeza.

Gladio solo pudo reír a carcajadas mientras los demás recobraban el aliento.

--Venga, hay que volver, les vendría bien una ducha a todos- Ignis emprendió marcha hacia el Regalia, escuchando quejas de todos los demás a sus espaldas con respecto a eso.

Una vez emprendiendo marcha, el ambiente se había vuelto un poco mas ameno, Noctis estaba más abierto a bromear, mientras que Ignis se unió a la conversación de vez en cuando. Mylvia lo agradecia, en el fondo, necesitaba sentirse segura, debido a que en ese momento todo era incierto para los príncipes y sus amigos.

-Te apuesto lo que quieras, pero estoy seguro que Mylv tiene mejores habilidades al volante que cierto princeso presente- Gladio codeo a la chica, quien al no entender lo que ocurría, se limitó a mirar confundida al fortachón.

-No necesitas hacerlo, estoy consciente de las habilidades de Noct- Ignis agregó

-Si bueno, al menos yo puedo conducir- Ambos príncipes rieron, refiriéndose a cierto pecoso que por su parte, se puso rojo hasta las orejas.