Crazy Virus (EXO: Chanyeol x tú)

Nadie

Antes de empezar debo advertir de un pelín de lenguaje más fuerte, he. Dsifruten.

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En el momento en el su espalda rozó el fondo de la piscina, sus ojos abiertos como platos sintieron el escozor del cloro y su melena y su vestido flotaron alrededor de ella... en el momento en el que lo único que podía ver era un montón de luces que se mezclaban con el negro del cielo contorsionadas por el movimiento del agua y las burbujas que corrían hacia la superficie, en ese momento, la realidad dejó de parecer... eso, real.

Todo pasó en dos meros segundos que parecieron minutos. Hyeri sabía lo estaba pasando, pero no quería aceptarlo. El simple hecho de recordar la sonrisa de Yoon antes de que todo pasara, le hacían desear que todo fuera simplemente un sueño.

Pero el momento de afrontar la realidad siempre llega. Su cabeza emergió y tomó aire, se apartó rápidamente con una mano el pelo mojado que se pegaba a su cara e ignorando la atención que tenía sobre ella, buscó el bordillo de la piscina.Se impulsó para salir con la poca fuerza que le quedaba y se sentó en el borde.

Una mano le agarró el brazo y la ayudó a ponerse en pie. Hyeri hizo cara a aquella persona que le ayudaba e inmediatamente frunció el ceño y empujó al chico lejos de ella. ''¡Lo siento mucho! Por favor, déjame que te ayude.'' Yoon puso las manos en el aire, preocupado y arrepentido.

Aunque Hyeri sabía que no lo estaba, lo leyó en su anterior sonrisa. Entonces apretó los puños, guardándo las ganas de gritar y explotar. Sintió las miradas por fin, y las pequeñas risas que había a su alrededor. Su pecho se sintió presionado y su cara empezó a arder. Sus ojos se humedecieron por la impotencia y se sintió realmente ridícula en aquel momento.

Miró a su vestido, que totalmente mojado se pegaba a su cuerpo y llegaba a transparentarse por algunas partes. 'Humillante' se mordió la lengua. Apenas podía mantenerse bien en pie por los resaladizos tacones y sentía que el maquillaje de sus ojos había pasado de sus ojos, a toda su cara.

Tierra trágame, ¿por qué tenía que pasarle todo aquello a ella? ¿por qué no podía simplemente disfrutar de una fiesta normal, con idiotas normales que no le tirasen a la piscina, y sin estar todo el rato pendiente de la persona que le gustaba la cual estaba saliendo ya con otra persona?

Alguien le tomó de la muñeca fuertemente y tiró de ella, obligándola a andar. Hyeri no tenía fuerzas para resistirse o molestarse en saber qué pasaba ahora. Pero vio la cara de preocupación de Sunmin.

''¡¿Qué demonios has hecho?!'' Sunmin gritaba con preocupación al entrar en el salón. Las miradas continuaban siguiéndola. Hyeri miró al suelo y continuó andando. ''¡No me puedo creer esto!'' Sunmin seguía hablando horrorizada.

Entonces los ojos de Hyeri volaron hasta conectar con otros, grandes, que brillaban confusos. La chica abrió aún más los ojos al verle sentado en uno de los sillones, sosteniendo una copa entre sus grandes manos, sus codos apoyados en sus rodillas. 

No fue necesario intercambiar palabras para que más o menos ambos se hicieran una idea sobre la situación de cada uno.

Hyeri no lo pudo aguantar más y rompió el contacto visual. Sunmin la llevó a subir unas escaleras y la chica volvió a mirar al suelo, esta vez con los ojos un poco humedecidos. Pero qué más da, nadie lo notaria.

Andaron por un pasillos en cuyos laterales se abrían puertas que conducían a distintas habitaciones. Al fin, entraron en una. Era grande, espaciosa, elegante, y llena de típicas cosas de adolescentes; fotos, ropa, espejos, zapatos... sí, era el cuarto de Sunmin. 

Al fin Sunmin soltó su mano y la miró de arriba a abajo. Le envió una mirada de... ¿pena? Hyeri sintió que se la merecía, porque sí, daba pena. 'Mírame, me gusta tu novio y me pongo muy celosa cuando estáis juntos. Y aquí estas, ayudándome.' pensó.