El tono de llamada del celular de Hani empezó a sonar más fuerte de lo normal, llamando la atención de los demás pasajeros del autobús. Hani manoseó torpemente las cremalleras de su maleta y con una forzada y tonta sonrisa se disculpó entre dientes y contestó a la llamada pulsando el botón verde de la pantalla.
''¿Yoboseyo?''
''¡Hani!''
''¿Hyeri?'' Hani se sorprendió al escuchar la voz de la chica, no esperaba una llamada suya, pero de todas formas, también tenía ganas de hablar con ella. ''Es genial que me llames, porque necesito hablar contigo urgentemente sobre unas cosas'' Hani dijo con un tono peligroso, como si fuera una madre.
Hyeri suspiró desde el otro lado ''Sí por favor, ¿dónde estás?'' preguntó. ''Estoy en el bus de la escuela, de vuelta a mi casa.'' Hani explicó sin mucha convinción mirando por la ventana. ''¿Te importaría venir aquí?'' Hyeri preguntó.
''¿Aquí dónde?'' Hani levantó una ceja sin darse cuenta. Hyeri procedió a darle las explicaciones de cómo llegar al centro desde su casa, ya que no estaba tan lejos al fin y al cabo. Hani suspiró, pensando en todo lo que tendría que andar y lo cansada que se encontraba ''Hyeri...'' se quejó con voz remolona ''¿no podemos hablar por teléfono y ya?''
Hyeri se quedó en silencio durante unos segundos ''Por favor Hani, te necesito.'' Hani se sorprendió por el tono que usó Hyeri, quizás era más urgente de lo que se pensaba. Recapacitó, Hyeri era una chica muy buena y siempre se lo había pasado muy bien con ella, ¿por qué negarle la ayuda que necesitaba?
''Hmm... de acuerdo. Estaré en tu casa en unos veinte minutos, si no me pierdo y todo eso, claro está.'' Hyeri se despidió alegremente y dejó a Hani con la intriga durante todo el recorrido.
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Hyeri caminó hacia su cama y contempló el estropicio que había dejado. La caja de pizza medio vacía, las sábanas revueltas y el mando de la televisión medio roto. Suspiró y se pinchó con los dedos el entrecejo para luego sentir una sonrisa formándose en sus labios.
No lo podía negar, la sensación de alivio intenso crecía más y más por cada minuto que pasaba. Había besado a Chanyeol, ella, por voluntad propio, y aún no se lo creía. Los pensamientos de '¿y si no le ha gustado? ¿y si me odia por ello? ¿y si no quiere hablarme más en la vida?' quedaron en un segundo plano.
Su objetivo principal sería salvar su culo de la maldición de Sunmin, y luego arreglar su vida.
Recogió y ordenó su habitación lo mejor posible pese a las pocas ganas que tenía de hacerlo, y se sentó en una silla por un momento. Los nervios en su barriga crecían lentamente y cruzaba los dedos para que Hani fuera la amiga que Sunmin se negó a ser.
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Chanyeol cruzó la puerta de su habitación y se desplomó contra la cama como si fuera una columna que golpea el suelo con un golpe seco.
Se sentía totalmente devastado tanto mentalmente como físicamente. Muchas cosas estaban pasando por su cabeza y corazón en aquellos momentos y realmente deseaba poder hacerse con todas ellas y borrarlas completamente... o quizás no lo deseaba tanto como intentaba creerlo.
El rostro de Sunmin se creó en su mente, su linda apariencia y su adorable actitud era todo lo que cada hombre en el mundo deseaba tener como pareja, y él, la tenía. ¿Pero era aquello suficiente? O mejor dicho... ¿era aquello lo que él realmente quería?
Empezó a decantarse por algo que Sunmin no le aportaba... su poco interés en su relación, su pesada actitud llena de aegyo carecia de conversaciones divertidas, de momentos y chistes malos que lo hicieran reír, de besos que le dejaran con ganas con más, con sonrisas de mejillas sonrosadas, de una locura... que solo tenía Hyeri.
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Crazy Virus (EXO: Chanyeol x tú)
Fiksi PenggemarDe entre todas las prácticas de clase que había por elegir, Chanyeol, el carismático, extrovertido y divertido chico al que todos adoran, optó por el proyecto social. Un mes le esperará visitando un centro de jóvenes, donde le asignarán a su 'pacie...