CAPÍTULO TRES| GENIAL

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Nunca me había aburrido tanto. Las clases de historia eran tan pasadas como mi tía Shirley, anoche no había dormido nada por los nervios y conmoción que, aún, sentía en mi cuerpo.
De todos los posibles compañeros en esta universidad justo me tenía que tocar él. Eso me pasa por no darle retweet a una imagen de el trébol de la suerte. Mire a mi costado, el reloj aún marcaba que faltaban unos diez minutos pero viendo cómo iba la clase, se sentirían como diez horas. Estire mi cuello y comencé a copiar lo que el profesor podría en la pizarra, eran unas cuantas notas pero aún así podrían ser más importantes luego.

—¡Hey! ¡Psss!-fruncí el ceño y mire a la derecha, una chico de cabello corto me miraba con cara de inocencia— ¡Pss!

Rodé mi ojos y Levante las cejas en su dirección. —¿Que?—el chico hizo un ademán con su cabeza hacia un papelito que, sin darme cuenta, estaba encima de mi cuaderno.

'¿Quieres unirte a S.L.U.T?'
Sabemos quién eres y que eres. Ve al café de la calle síguiente a Lakeson. Nos reuniremos para hablar.'

Miré a mi izquierda nuevamente y el chico no estaba. Suspiré algo dudoso y para cuando iba a por fin copiar la notas el sonido del profesor hechandonos porque la clase había acabado me dejo algo desorientado.
Frustrado camine hacia la cafetería cerca de los dormitorios y compre un capuchino, tenía algo de sueño y mi próxima clase empezaba en más de una hora así que si me apuraba quizá podría tomar una siesta.

•••

No pude dormir mi siesta. Resulta que mi compañero de habitación aún no había desempacando y había pensado que quizá era una buena idea invitar a unos amigo así lo ayudaban. Me encontraba a mí mismo sentado en mi cama con unos audífonos mientras ignoraba cualquier movimiento que esos chicos provocaban en la habitación. Había comenzado a hacer calor y quería cambiarme la remera pero me daba algo de pudor hacerlo frente a esos chicos; ahora tendría que ir sudado y con sueño a la clase de literatura. Genial.

Agarre mi bolso y salí a toda prisa, no me despedí. Me relamo los labios mientras compraba otro capuchino pero esta vez con más cafeína, necesitaba mantenerme despierto si es que quería aprobar esta materia. No recordaba cuántas veces había tronado mi cuello hoy, no se si era por el estruendo de tener a mi ex novio en la habitación o porque tal vez esto de la universidad estaba siendo mucho para mí.

Sacudí mi cabello y entre a la clase. Genial, ya estaba llena. Caminé hacia el fondo de la sala viendo solamente a un asiento desocupado en la penúltima fila, con pesar me encamine hacia él y cuando por fin me senté acomodando los cosas, se me cayó un lápiz.

—Genial—estaba frustrado y malhumorado, que Dios se apiade de quién me hable.

Lo recoji enseguida y por fin comencé a prestar atención, realmente no tenía ganas de estar en esta clase y todos mi impulsos decían que me fuera corriendo hacia un lugar para dormir. Y estuve a punto de hacerlo pero luego recordé que había gente que probablemente no se fueran hasta unas horas y se me pasó. Que tristeza.

Copié unas cosas más pero me equivoqué y me salte una hoja; ¿acaso este día podría empeorar? Maldije y comencé a pasar la hoja, escuché la puerta de la sala abrirse y cerrarse pero ahora no me interesaba en absoluto quien entrara en este lugar, yo solo quería terminar de copiar para poder escuchar con atención al profesor.

Por la gracia del Señor y por mi suerte la punta del lápiz se quebró, no tenía para sacarle punta y no había traído otro. Mire a mis compañeros de al lado pero ambos escribían con lapicero. Oh gracias por la ayuda.

Suspiré frustrado por quinta vez en el día y me di vuelta dispuesto a pedirle a mi compañero de atrás.

—Hey! Tie...—me quedé helado. ¿que hacía el ahí? Apreté los labios, ambos nos habíamos quedado estáticos, la tensión se podría contar con un cuchillo si quisiera
.—Mhm no importa.

Hable tan rápido que ni me entendí y me di vuelta. Oh diablos.

Primero mi ex que me había dejado y ahora el chico que me había besado en ese estúpido bus amarillo. Creo que oficialmente era el peor día de mi vida.

𝑬𝑪𝑫𝑩𝑨 2| 𝐋𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐒𝐭𝐲𝐥𝐢𝐧𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora