CAPITULO DOS|. COMPAÑEROS.

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¿Tendré compañero?
esa pregunta llevaba en mi cabeza desde que salí en el avión, había buscado mil maneras de distraerme de la posibilidad de que mi avión sufriera un choque o que se cayera. Estaba demasiado asustado, había visto en la televisión que hacia poco un avión había sufrido un accidente bastante feo y la verdad es que habia tenido un sueño de que mi vuelo nunca llegaba a Nueva York.

Pero luego del aterrizaje, y que di gracias a dios por tocar tierra finalmente, me fui a comer algo a un lugar de comida rápida.
Media hora después ya estaba en los pasillos de aquella universidad que sería testigo de una parte de mi...

Ugh ya me puse filósofo.

Suspiré y miré el papel que decía mi número de habitación, realmente quería que mi compañero no fuera un, como decía mi prima que vivía en Argentina, un tincho. Subí las escaleras, según lo que decía aquí, yo estaba en el tercer piso. Comencé a pensar en que debería levantarme más temprano para no tardar en las clases debido a la cantidad de pisos que debía bajar y uf. Me agarra la crisis nerviosa de solo pensarlo.
me encoji de hombro y abrí la puerta.

Meh.

Mi compañero aún no había llegado, así que pude elegir cama. Puse mis valijas sobre esta y me tiré en el espacio que quedaba, cerré los ojos un momento tratando de asimilar en que momento de mi vida estaba. estaba a punto de comenzar mis clases en la maldita universidad, ¿cuándo había pasado el tiempo?

Arrugue  el entrecejo y me levanté en dirección al baño, necesito un cigarro y no quiero dar una mala primera impresión a mi compañero de habitación. Agarré el paquete y el encendedor, el baño no estaba mal, tenía una bañera y ducha, yay.

Cerré la puerta del baño y abrí una pequeñas venta que estaba arriba del espejo para que saliera el humo y no quedará tanto olor a cigarrillo. una calada y mi crisis nerviosa se había ido.

—Te lo digo papá, estoy bien...—oh, mi compañero había llegado. Di una calada más profunda y tire el cigarrillo por la ventana. pobre del que pase por debajo.— solo... está bien.

¿Por qué siento que conozco la voz?

Tome valor y salí del baño dando pasos lentos, estaba algo nervioso. El chico estaba de espaldas pero pude notar que era bastante alto y tenía el pelo algo largo, estaba guardando su ropa en el closet.

—umh..hola—levanté la mano aunque no me viera. el chico pego un saltito debido a que lo tome por sorpresa.

se dió vuelta.

—Louis...— me miró perplejo.

Uh, necesito otro cigarro.

𝑬𝑪𝑫𝑩𝑨 2| 𝐋𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐒𝐭𝐲𝐥𝐢𝐧𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora