Capítulo 2

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Capítulo 2

Presente


                    "Lo amaba como nunca antes había amado a alguien en mi vida... Pero él ni siquiera lo sabía, ni siquiera me veía, ni siquiera me conocía..."

"Incluso no podría describir lo que siento en tan solo unas cuantas palabras. Nunca fui buena con ellas, y si lo intentara, tampoco bastarían. Pero desplegar estos garabatos fue y es el único alivio que encontré para mis sentimientos, mis pensamientos y mis más profundos miedos. Escribirlo todo en estas palabras improvisadas es la única alternativa que me queda para saciar esa voz en mi cabeza que lo llama, que me hace buscarlo en mis recuerdos y admirarlo como una ingenua desde el otro lado del campus."

"Nunca creí que sería el tipo de persona que llevaría un diario. Hasta hace un año ni siquiera los tenía en cuenta, la idea me parecía genial, pero nunca estuve segura de que fuera para mí. Y hoy estoy aquí, un año más, guardándolo todo en estas páginas en lugar de decirlo en voz alta."

—Oye, deberías pensar en convertirte en escritora si tanto adoras pasarte horas llenando ese viejo cuaderno.—dijo Eleanor, haciendo que volviera de mis pensamientos con algo de espanto. —

—Hola a ti también, El. —correspondí con una sencilla sonrisa, una vez que recupere el aliento, mientras dejaba caer el bolígrafo negro sobre la hoja casi completa por mi descuidada letra. —

—Aún no entiendo porque no solo vas a hablar con él y simplemente se conocen. —comentó desenfadadamente a la vez que se sentaba frente a mi sobre el césped del campus. Al notar mi expresión, frunció el ceño. —

Imité su gestó, devolviendo mi mirada a su rostro.

—¿De qué hablas? —indagué confundida. ¿Cómo podía saber ella de él?, ni siquiera se lo había contado.

Simplemente le dio un mordisco a la manzana que había dejado en el almuerzo y luego de tragar aquel bocado, contestó:

—Del misterioso chico del que siempre escribes. —

Incliné mi cabeza con algo de enfado burbujeando en mis venas.

— ¿Estuviste leyendo mi diario de nuevo?, ¿Cuántas veces te he dicho que no lo hagas?, lo odio.—dije en un insoportable tono de madre gruñona. Detestaba hablar así, pero aún más que se metieran con mis cosas. —

— ¿Y desde cuando hago algo de lo que tú dices? —Contrarrestó, satisfecha por su arrogancia. —

— ¡Tan solo deja de husmear en mi diario! —le respondí, cerrándolo de golpe mientras la miraba. —

—¿Cómo lo haré si siempre lo tienes abierto, escribiendo constantemente en él y tentando a mi curiosidad. No puedes culparme cuando tú misma lo provocas. —se escudo, tratando de aparentar inocencia mientras lo decía. —

—Bueno, "fanática de la lectura", ¿Por qué no le dices a tu curiosidad que se aleje de mi y se concentre en otra cosa? No lo sé.... tal vez en el tercer libro que tienes que leer para el examen de literatura del viernes. —

Su única respuesta fue una sonrisa despreocupada.

—El tuyo es más interesante. –murmuró tranquilamente. —

Tomé la primera libreta que encontré a mano en mi mochila y se la lancé, haciendo que esta rozara su palma, siguiera de largo hacia su estomagó y finalmente cayera a su regazo.

Just A Little Bit Of Your Heart «H.S.»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora