Kuusi

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El fin no justifica los medios.



el Karma iba a llegar y me iba a volver añicos.

Lo conocí en noviembre.

Sentía como los dioses mandaban mi pleno castigo en unos ojos negros;
Como latigaban mi futuro con una mirada. Y lo sabía, sabía que mi mente viviría como cada una de mis victimas, porque me enamoré completamente del Karma. De quien llegaba para destrozarme. Romper cada uno de mis ligamentos, cada uno de mis tejidos.

Pensé que podíamos hallarnos entre la no-destrucción; dos seres que se regocijaban en el dolor ajeno
Podían amarse y regocijarse en la complejidad de las cosas. En el destino y sus vueltas descabelladas.

Podíamos consumirmos uno al otro. Matar dos pajaros de un solo tiro.
Devorarnos por todos los que acabamos en días lejanos.
Acabarnos en sexo.
Acabarnos en besos.
Acabarnos amando.

Y sin embargo, yo fuí quien perdió, y realmente nadie sabrá si él se sentará en el silencio y pensará que alguna vez, por poco, y en un pasado muy cercano: fue amor indicado.

MarzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora