Kymmenen

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Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centauro,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante

No recuerdo si fuíste tú, aquel que amé en invierno, ese que lastima y llena de besos
O fuíste el amor lejano que nunca pude tener,
Si la sonrisa blanca o la lágrima que escarnia
Era tuya o un recuerdo difuso.

Los rostros lluviosos traen tu nombre
Pero entre la lluvia no distingo cual es el tuyo.

Eres un simbolo mas que una persona.
Un movimiento que susurra ecos en el confin

Pudiste estar seis años atras con la promesa del beso,
O hace una semana en el sexo oscuro,
Aquel que sin luces recuerda que el amor está en otra habitación;
Que no pertenece a la escena.

Eres quizá, aquel que sueño, mi pesadilla mas constante.

Porque besando los cuerpos borrosos, encuentro tus manos rozandome.

Se te escucha errante, como la sombra que vaga
Y ambigüo
Y fútil,
Inrrechazable indivisible.

Una silueta que quizá no existe, que pudo haber existido.

Un parasito inegable.

Te cuelas en los ensueños más intensos,
Como en los orgasmos silenciosos,
Aquellos que desean nunca ser escuchados.

Estás gritando cada que hay un silencio,
Que no estas, pero no me dejas.

Estamos atados a un irreal.

Que tal vez te he visto, pero tal vez no eras tú.

Y no es donde.

Porque apareces en cualquier sitio,
En los mas inesperados paraderos,
En el bar como en el teatro,
Puede que me cantes bajo la luna en el rostro del guitarrista nocturno.
O que estés reprendiendome en la boca del padre.

No tienes un donde,
Porque eres sourvenir.

Ni un cuando,
Porque juegas con el tiempo
Ni un como o un por qué
A ti no se te pintan preguntas en la piel
Ni finales esperados
O un escenario concreto
Me tienes
En la antitesis de tu amor incierto.

MarzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora