Me Haces Sentir Tan...BOOM- [Katsuki Bakugou X OC BNHA]

Capítulo 27

Habían pasado dos semanas exactamente desde que me reencontré con Tamaki y desde entonces me pasaba las tardes que tenía libres con él en un pequeño banco a la entrada de la U.A, hablando o simplemente pasando el rato.

También hacían dos semanas que Bakugo no me dirigía ni para pedirme un boli. Y sinceramente estaba empezando a desesperarme, incluso estaba reconsiderándome olvidarme de todo lo que dijo.

Aparte de eso, hize un nuevo descubrimiento y es nada más ni nada menos que...¡el pelirrojo de Kirishima era teñido!. Lo descubrí por error mientras un día estaba en su cuarto y me dio por ojear unos libros de fotos de cuando estaba en secundaria. Me quedé un poco sorprendida, pero gracias a eso conozco algo más de su pasado.

También respecto a lo de trabajar con héroes profesionales, yo rechazé todas las ofertas porque aún no me considero ni físicamente ni mentalmente preparada para aceptar semejante trabajo, no como Deku, Ochaco, Tsuyu y Kirishima. Es un poco díficil de aceptar pero necesito trabajar mucho más si quiero llegar a ser alguien importante en un futuro.

—¿No estás nervioso Ejiro? —pregunté dándole los últimos decoloramientos de cabello.

—¡No! —lo miré con una ceja levantada—Bueno...en realidad un poco —rió ligeramente— Ya sabes, voy a trabajar con Fatgum. Y por si fuera poco voy a tener a Tamaki-senpai supervisándome.

—Seguro que lo haces genial. Solo recuerda mantener la calma y no volverte muy famoso, no quiero a una manada de fangirls pidiéndote autógrafos. Si eso ocurre tendré que sacar la sierra mecánica —le guiñé el ojo y el rió.

—No prometo nada. Además con este repaso de pelo que me estás haciendo va a ser muy dificil no atraer a alguien.

Me separé un poco admirando mi obra de arte. Bueno, más que admirar lo que hize fue empezar a reirme como una desquiciada, el rubio no era su color.

—¡Oye, este color es muy poco varonil! —mi risa se intensificó—¡Te dije color rojo!

—Ya lo sé, pero para tapar esas raíces más negras que mi alma primero tenía que decolorártelo. Me sorprende que nadie te las haya notado por qué ya sabes, mi alma es bastante oscura pero tú me superas. —me dió un suave golpe en el brazo. Por un momento se quedó mirándome fijamente a la cara para luego bajar su mirada a mis manos. Entonces las tomó.

—Naomi, sé que te estás esforzando—acarició mi mano derecha con su pulgar— Y eso es bueno, pero no tienes que llegar a tales extremos como tener quemaduras por todas las manos.

—Ya lo sé...—suspiré— ,pero si no me esfuerzo me voy a quedar muy atrás. Y ahora basta de charla, ven aquí que te aclaro el pelo y te doy el maldito color rojo.

—Sí señora.

Horas más tarde partió junto a los anteriores nombrados, Aizawa y Tamaki hacia la estación de tren para llegar a sus respectivas agencias. Los siguientes días fueron igual, por la mañana había clases, luego al caer la tarde se iban de nuevo a sus agencias y volvían a altas horas de la noche. Eso se notaba en las ojeras kilométricas de Uraraka, pero aún así parecían muy felices.

Hubo una tarde en la que me encontraba demasiado aburrida. Ya había ganado 5 partidas en el Mario Kart a Kaminari, había leído todas las revistas disponibles y había hecho todos los deberes. Decidí preparar té junto con Momo y una vez acabado miré el reloj para comprobar que solo habían pasado 10 minutos. Necesitaba moverme o hacer algo divertido urgéntemente o acabaría dándome un ataque.

—Naomi, has dado ya 7 vueltas a esa encimera —dijo Jiro mirándome por encima de su guitarra eléctrica a la cuál estaba cambiando las cuerdas.