La madre de Finn era tan agradable y dulce que dolía.
Su hijo nos había dejado solas en la cocina, donde le ayudé a rebanar vegetales. La cocina se estaba llenando de un delicioso olor a guiso. Me di cuenta que no había probado comida casera en semanas.
Durante un tiempo no se escuchaba más que nuestros cuchillos contra las tablas para picar, pero no se sentía incómodo en lo absoluto. De hecho, su mera presencia me tranquilizaba de una manera extraña.
-¿cómo conociste a Finn?- Preguntó de repente, mirándome desde la otra punta de la mesa.
-En el café donde trabajo.- respondí, pasando mis manos sudorosas por el mandil negro que la Señora Wolfhard me había prestado.- Mi jefe escribió mi número en su vaso.
- Vaya, entonces es cierto. Digo, él ya me lo había contado pero no estaba segura si era una mentira.- lucía algo avergonzada. Tenía que darle crédito, Finn era su hijo menor, alguien a quién había cuidado toda su vida.
-Escucha, Isa.- dejó de hacer lo que estaba haciendo, y su mirada estaba seria.- Finn no es cualquier chico, ¿lo sabes, no? Él definitivamente tiene mucho con lo que lidiar y luces como una buena chica, incluso Nick habla bien de ti...
-tengo la sensación de que Nick habla bien de todo el mundo.- susurré, pero ignoró mi comentario.
-Cuídalo. Está tan entusiasmado con esto... Contigo.- se veía sincera.- Eres mayor, y creo que de alguna manera es mejor así, eres más madura y comprenderás más que una niña de 12 años.
Oh, bueno... Vaya.
-gracias.- dije, casi en un susurro.- por confiármelo.
Sonrió y asintió con la cabeza.- Lo entiendes.
Una lágrima rebelde salió por mi ojo derecho... Ah, maldita sea, ¿qué estaba pasando?
De repente y sin ningún aviso comencé a sollozar frente a la mirada preocupada de la Señora Wolfhard.
-Y-yo...- traté de explicarme, pero los hipeos no me dejaban.-oh, cariño, ven aquí.- se acercó a mi y sus brazos me rodearon.- ¿acaso fui demasiado dura?
Dejé caer las lágrimas en su hombro.- No es eso... Es que... Usted es tan buena madre y...
Sus manos comenzaron a darme palmaditas en la espalda. Cuán patética debía lucir.
-Y me hizo recordar a mi mamá que está a miles de kilómetros y la extraño demasiado.-shhhhh- susurró, abrazándome más fuerte.- está bien. Sé que es duro, pero todo lo bueno requiere de un sacrificio. Puedes estar aquí, puedes considerar esto como tu casa, y alguien siempre estará aquí para ti.
Sorbí por la nariz, separándome de ella.- Gracias.- mi cara debió haber sido una cosa asquerosa. Sentía los ojos hinchados y las mejillas calientes. Realmente, me sentía muchísimo mejor después de haber llorado.- De verdad, no sé que hubiera sido de mi en Canadá sin los Wolfhards.
Rió.- Está bien, creo que es hora de comer.
Finn acomodó la mesa, detrás de él, en silencio, yo le pasaba las cosas.
Mis ojos estaban rojos y aún me sentía sensible, pero no preguntó nada respecto a la charla con su madre.Cuando todo en la mesa estuvo listo se giró hacia mi.- Bien, dime que es lo que tienes.
Lo envolví en un abrazo.- Gracias por prestarme a tu familia, Finnie.
-De nada, es un honor.
-¿yo también seré tu hermana?- dije, sólo para molestarlo.
-Muy graciosa.- contestó, sonriendo.
![](https://img.wattpad.com/cover/126387220-288-k746090.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Exchange Girl
FanfictionDonde una mexicana se va de intercambio a Vancouver y conoce a Finn Wolfhard Finn Wolfhard Fanfic |Español|