1|Buscando a Mamá [EDITANDO]

04

【Secretos】

—Si vienes a reclamarme por lo del examen ni te molestes. —murmuro la rubia apenas miro a su prima parada en la puerta.

—No, no estoy aquí para eso. Ni siquiera busco molestarte —contesto. —Solo no quiero estar sola. —Sofía dejo de hacer la pulserita hecha de hilo, esas que su abuela Rosa algún día le enseño hacer para mirar con atención a Lúa. Con una mirada le dio autorización para que entrara a su habitación y se recostara en su cama, apenas lo hizo Sofí envolvió su brazo alrededor de su hombro acto seguido del cual la ojiverde recargo su cabeza en el hombro de la rubia.

Hubo un silencio pero no era incomodo, era tranquilo. Ambas chicas sabían lo que sentían por lo cual ni siquiera era necesario preguntar.

—Tu cuarto me da mucha tranquilidad. —susurro Lúa mientras miraba fijamente la pared blanca de las cuales resaltaban los detalles de las plantas artificiales colocadas en unas repisas del mismo color.

—Yo si lo ordeno. —bromeo a lo que su prima sonrió.

—Estoy muy harta —dijo después de varios segundos. —Te juro que no los entiendo, no sé porque siguen juntos, tienen muchísimos problemas y me molesta mucho que la única manera de solucionarlos es yéndose de viaje para después llegar y fingir que están bien, es absurdo. —Álvarez acariciaba su cabello mientras ella se desahogaba. —No son conscientes de lo mucho que me afectan sus problemas se supone que ellos son adultos que deben de pensar en el bienestar de sus hijos, digo, hay formas de resolver los problemas sin necesitad de gritar ¿por qué no solo hablan y ya?

Sofía espero un momento por si su prima quería seguir hablando no interrumpirla pero al obtener un silencio decidió hablar: —La edad no define la madurez mental. —aclaro. —De mis tíos no es novedad que discutan, eso se sabe, son muy opuestos y necios. Creo que necesitan ayuda de un profesional...

—Necesitan divorciarse. —afirmo la castaña.

—Supongo que no lo hacen porque Bianca y Fiorella aún son pequeñas y no quieren traumarlas, aunque igual ya están traumadas las pobres con tantos gritos. —Lúa asintió. —¿Ahora porque discutían? —pregunto tratando de analizar la situación para poderle dar un mejor consejo.

—Solo diré que en esta familia hay tantos secretos que odio ser parte de ellos.

Sofía no termino de comprender a que se refería su prima pero igual no pudo preguntar más pues se vio interrumpida por el sonido de su celular. Lo tomo y miro como en la pantalla se iluminaba el nombre de su novio.

—¡Ay! me olvide que quedamos de salir a cenar. —dijo volteando a ver a Lúa, quitar su brazo que tenía alrededor de sus hombros para segundos después respondió la llamada que no duro mucho pues el chico le estaba cancelando la salida. —Y bueno, otra vez somos tú y yo. —Sonrió tratando de sonar tranquila, aunque en parte estaba molesta con Theo.

—¿Todo bien entre tú y Theo? —pregunto automáticamente.

—Claro, solo que, ya sabes tiene trámites para la universidad y eso. —comento. —¿A qué te refieres con que en esta familia hay tantos secretos y que odias ser parte de ellos? —La castaña comenzó a jugar con sus dedos, otra vez había hablado de más. —¿Otra vez hablaron sobre mi mamá? —suspiro pesadamente. —Esa mujer no hace más que traer problemas. —murmuró con un poco de enojo.

—No digas eso, es tu mamá...

—Una madre no te abandona, Lúa. Ella se fue sin pensar en el daño que podría ocasionar en nuestras vidas, no basta con eso porque aunque ella no esté aquí sigue trayendo problemas a la familia. —En efecto, Lúa había hablado de más, aunque en realidad no había dicho nada todo lo que decía su prima era a base de suposiciones.

—Sí, puede que tengas razón pero finalmente es la mujer que te dio la vida.

—Y también la que me lo está arruinando.

—¿Por qué dices eso? Sofía, no digas cosas de las que te puedes arrepentir. —regaño. Hubo un silencio.

—Me molesta demasiado que siga influyendo en nuestras vidas, por su culpa mi papá está mal, mi abuela no habla, Alfredo falleció esperando a que regresará, Elías ha perdido a sus dos mamás y ahora tus papás se pelean por su culpa, para el colmo a ti también te afecta esto y estoy cansada, cansada de que no podamos tener una vida normal, me molesta que ella este por ahí caminado por la vida como si nada pasara, como si nosotros no existiéramos mientras nosotros aún tenemos la esperanza de que un día vuelva. —aquella voz que en su momento estuvo firme poco a poco se fue quebrando. —La verdad es que quiero que este bien, quiero saber que está bien, que nada malo le paso, que sigue viva... —Lúa la abrazo. —Quiero saber que está bien solo eso, sé que si al menos supiéramos eso de ella, las cosas serían muy diferentes.

—Hey, tranquila, no te obstines, seguro que lo está. Si, hizo mal pero seguro que se arrepiente cada segundo de su vida el haberlos dejado, no me cabe en la cabeza como es que pudo abandonarlos, seguro hay una razón muy importante que no sabemos pero posiblemente algún día lo descubramos, por lo pronto, intenta de disfrutar tu vida, no te empeñes en encontrar las razones porque nunca lo sabrás, solo vive tu vida, eres joven y muy bonita, te queda muchísimo por vivir. Si algún día ella decide volver ahí será cuando puedas sentarte y exigirle que responda tus preguntas pero hoy no sucederá eso, así que es mejor que no te aferres a ese pasado, el pasado no existe para nuestra familia.