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capítulo 06: muerte

Ella seguía hablando. En el fondo ambos teníamos la esperanza de que mi cuerpo resistiera un poco más pero sabíamos que no pasaría. Sharon se disculpaba por no ser la hija perfecta, por no ser ella, Lily. Pero yo solo quería disculparme con ella, pedirle perdón por todo el daño que le hice, no fui un buen padre eso estaba claro, nunca pude entender que mis hijas eran diferentes y eso estaba bien, sin embargo yo siempre las compare haciéndolas rivales, por mi culpa una de ellas estaba muerta y la otra vivió y viviría el resto de su vida lamentándose aquel día, cargando la culpa sobre sus hombros cuando la culpa era mía.

—Papá, te amo. —era la primera vez en años que escuchaba eso. Me lamenté que oír eso, pues si no fuera por la circunstancia posiblemente nunca lo hubiera escuchado.

Dirigí mi mano temblorosa y débil hacía ella, tome su brazo y la guíe hacía la cama. Ella aunque no podía verme entendió lo que quería pronto se subió a la camilla conmigo. Apoyo su cabeza en mi pecho y comenzó a sollozar.

—Lamento no ser la hija que siempre quisiste, perdón por hacer tu vida tan difícil, perdón por Lily, yo no quería hacerlo te lo juro. Yo la amaba... —el corazón se me hizo pequeño. Sharon seguía llorando como una niña pequeña y yo ya no tenía fuerzas para seguir en este mundo pero resistía, mi alma se seguía aferrando a mi cuerpo, no quería que otra culpa más quedara para ella. Ella merecía ser feliz pero lastimosamente su felicidad dependía de otras personas. Oí como la puerta se abrió, dirigí mi cansada vista hacia la puerta ahí se encontraban mis tres nietos parados, la preocupación en su cara era evidente.

Lúa y Elías no tardaron en acercarse hacía mí, mientras que Sofía dudo en hacerlo, realmente no la juzgaba, así como no fui un buen padre para Sharon o un buen abuelo para Ámbar, tampoco había sido un buen bisabuelo para ella. Por alguna razón siempre fui un poco más duro con ella, ella me recordaba demasiado a Ámbar y no podía evitar portarme distante con ella porque su presencia me recordaba la ausencia de mi nieta. Justo en estos momentos entendía que mi actitud había sido inútil, no tenía sentido el haberme comportado así con ella, tuve que haber hecho todo lo contrario, esa pequeña necesitaba amor, amor que yo le había negado. Hice las cosas mal siempre y hasta ahora era que me daba cuenta. Finalmente Sofía tomo el valor para acercarse pero no lo hizo directamente hacía mí, sino que se acercó a Sharon y la abrazo.

Sol, Matteo, Mónica, Miguel y Simón no tardaron en llegar. Sabía que la esperanza de que saliera del hospital estaba muy presente en todos y por eso me esforzaba por seguir aquí, no quería que todos presenciaran mi muerte pero cada vez me sentía más y más cansado. No quería cerrar los ojos, sabía que al hacerlo no había vuelta atrás pero sinceramente en estos momentos mi cuerpo se estaba rindiendo. Mis ojos se fueron cerrando lentamente, comencé a oír como todos se comenzaban a preocupar, gritos de ayuda era lo que podía oír, de pronto fue el llanto que se hizo presente. Sol se aferró a los brazos de su esposo, Mónica hizo lo mismo con su marido mientras que Simón corrió hacia mis dos nietos, Sofía lloraba desconsoladamente mientras intentaba separar a Sharon de mi cuerpo, aquel cuerpo sin vida, mi cuerpo estaba ahí pero mi alma ya no. Yo podía observar todo lo que sucedía pero ya no podía hacer nada, mi hora había llegado.

(...)

Nunca me habían gustado los funerales me parecía la cosa más horrible y detestable del mundo, todos vestidos de negro, con una profunda tristeza en sus ojos pero aun así tratando de dar su mejor cara, mostrándose fuerte frente a los demás mientras que tenían el alma destrozada por mi ausencia. Elías parecía ser el más afectado, no se había separada ni un minuto de mi ataúd, las lágrimas caían sin parar y repetía una y otra vez lo mucho que extrañaría. Lúa se encontraba junto con sus amigos quienes no paraban de repetirles que todo estaría bien, que no me gustaría verla mal y tenían razón, no me gustaba verlos así. La mayor de mis nietos se encontraba sentada en las escaleras parecía que aún no podía asimilar lo que había pasado. Me senté a su lado.

—Yo también hubiera preferido que las cosas fueran diferentes. —dije. —Créeme que lamente cada día de mi vida el haber sido tan duro contigo pequeña, no te merecías eso, te merecías amor. Para todos fue difícil la partida de tu mamá, todos fuimos muy egoístas al pensar que éramos los únicos que la estábamos pasando mal. —La mire, su mirada estaba perdida, por un momento olvide que ella no podía oírme más, el disculparme era inútil, ella jamás sabría cuánto la quise, era tarde para pedir perdón, ya no había nada que pudiera hacer. Le di un fuerte abrazo. Me puse de pie.

Camine hacia mi nieta quien se encontraba desconsolada mientras que Mónica le repetía una y otra vez que se tranquilizara porque le podía hacer daño a los bebes que llevaba en su vientre. Me despedí de ella y de los Valente, no sin antes agradecer por ser unos grandes padres para mi Sol. Me despedí mis otros dos bisnietos, les dije que sus sueños se cumplirían que tenían mucho potencial para lograrlo. Me despedí de los esposos de mis nietas, habían sido siempre unos grandes hombres, esposos y padres. Finalmente me despedí de mi hija, me disculpe por todo el daño que le hice y por no ser el padre que ella merecía. Le prometí que Ámbar volvería, haría todo lo que pudiera desde este plano. Camine un poco más pude ver como Lily y Berni me esperaban ya, mi hija me dio un fuerte abrazo y susurro en mi oído que alguien muy especial me estaba esperando, cuando procese sus palabras me di cuenta de que no me había despedido de mi nieta ¡Ámbar! pero ya era demasiado tarde mi esposa ya me estaba esperando con los brazos abiertos. 

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⏰ Última actualización: May 07, 2021 ⏰

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