04-07 -➽[FOUR]

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— Hace años, te compré todas las grabaciones que había en el mundo de música de laúd, y el mejor instrumento que se podía adquirir con dinero. Y compré todos los libros que querías. Diablos, vacié los estantes de las librerías. ¿Sigues leyendo todo el tiempo, Yoon? Sabes que deberías aprovechar las oportunidades para mejorar tu educación. Tal vez tendría que haberme preocupado por ti un poco más de lo que lo he hecho.

Yoon-gi no pudo evitar su molestia al escucharle. No era la primera vez que Tae-hyung hacia esa clase de comentarios, y le molestaba de sobremanera la culpa que sentía su Arcángel cuando hablaban de su vida. Era como si, se sintiera con la obligación de cuidarle, de brindarle todo lo que él quisiera, intentando de alguna forma, demasiado brusca de hecho, llenar el vacío que sentía y sintió de pequeño debido a la ausencia de sus padres y el abandono. Aunque, no podía negar que se sentía lindo que alguien se interesase por él en esa magnitud. Y mucho más si ese alguien era Tae-hyung.

No pudo evitar sonreír al pensar que, el Arcángel con su tan sola presencia en su vida, día a día, poquito a poquito, lograba llenar el profundo vacío que habitaba en su interior. Le llenaba con tan solo intentar constantemente ser mejor para él, sin siquiera saber como empezar, ya que, el Arcángel nunca antes había estado con un mortal durante su larga existencia, ni siquiera había tenido curiosidad de experimentar como otros arcángeles que conocía.

Muchas veces Min se había encontrado sintiéndose inseguro debido a ese motivo. Le apenaba no ser suficiente, puesto que a comparación del Arcángel, no había vivido tantos años y por ende, casi no tenia experiencia en nada. Además, durante su corta existencia tan solo se había centrado en intentar sobrevivir, mas nunca había siquiera tenido en su cabeza el intentar formalizar con alguien o estar en una relación. Aunque eso no lo volvía inexperto del todo. No podía negar que si había tenido algunas que otras experiencias sexuales, sin embargo nunca habían sido tan intensas las sensaciones que había experimentado. No como las que Tae-hyung le hacía sentir.

— Te estás preocupando por nada, Tae. Tengo más libros ahora de los que puedo desear. Dos veces al mes, dejo una caja llena en alguna biblioteca. Estoy perfectamente.

— ¿Qué me dices de un ático en alguna parte, Yoon? ¿O de unos libros raros? Tiene que haber algo que pueda regalarte, además de dinero. Un ático sería bonito y seguro. Siempre estás más seguro cuanto más arriba estás.

Le gustaba su departamento alejado de la ciudad, por mas de una razón. Como por ejemplo, sin disfraz alguno,  podía pasear por el barrio suave y tranquilo y detenerse en un bar que se encuentra a tan solo dos calles para desayunar o almorzar sin preocupaciones. Antes, casi nunca, por no decir jamás, podía salir a plena luz del día. Le hubiera gustado poder decir al menos, que aquello se debía a que era alguna criatura sobrenatural, como un vampiro, por ejemplo, mas no podía engañarse a si mismo. Durante todos los años en los que se había encontrado trabajando en el bajo mundo, se había ganado una considerable suma de enemigos. De personas que no dudarían en dispararle si lo tuviesen frente suyo, y era por ello, que comenzó a privarse de aquellos momentos. 

Sin embargo, con la ayuda de su muy buen amigo Jeon Jung-kook, con el cual únicamente podía contactarse por llamada debido a que el menor se encontraba en Estados Unidos huyendo de todo su pasado, y especialmente, de la ley, había logrado conseguir un departamento en una zona residencial bastante serena, en donde tan solo personas con una suma considerable de dinero especialmente políticos, figuras publicas, empresarios, etc, únicamente podían permitirse. 

A veces se registraba en Four Seasons sólo para estar en un lugar completamente distinto y tenía una suite favorita con una larga mesa de comedor de granito y un gran piano negro. Tocaba el piano en esa suite, e incluso a veces cantaba con los restos de la voz que tuvo en otros tiempos.

Hace años, llegó a creer que cantaría toda su vida. Pero ese sueño terminó cuando vio en el suelo el cuerpo inerte de mi madre sin vida.

— ¿Qué puedo regalarte? —siguió insistiendo—. ¿Sabes? Le obligué a Namjoon a entrar en esa tienda de libros raros que vi el otro día solo por casualidad. para comprobar si realmente sería un libro que te pudiese llegar a gustar. Encontré esa tienda cuando estaba paseando, ya me conoces, yo y mis paseos. Y vi ese hermoso libro viejo que quisiste hace mucho tiempo...

No se sorprendió cuando mencionó al Arcángel Namjoon. Aunque le dio curiosidad que tuviese la confianza suficiente con él para encomendarle algo. Tae-hyung no destacaba por confiar rápido en las personas, de hecho, según tenía entendido, tenía muy pocas personas de confianza.

Sonrió al pensar en que hace tan solo unos años Tae-hyung era la criatura mas "arisca" que había conocido jamás, y eso que Yoon-gi no quedaba atrás. Con su cara de pocos amigos, su sonrisa tensa y fingida, y su personalidad brusca, había logrado ahuyentar a muchas personas que habían intentado compadecerse de él cuando pequeño.

Sin duda alguna, ambos, durante los años que habían estado juntos, lograron mejorar en muchos aspectos esenciales, y era por ello que le extrañaba las veces en las que Kim, le reclamaba de alguna manera, saber mas de él, siendo que estaba absolutamente seguro, que no existía nadie que lo conociese mejor.

Yoon-gi permaneció en silencio durante unos segundos, sin saber que decir. Dentro de poco sería su cumpleaños, y realmente no le gustaba festejarlo.

Le dolía. Últimamente se sentía demasiado colapsado y cada vez que tenía que realizar un trabajo le dolía el pecho. Profundamente. Pensaba en la intensa mirada de Tae-hyung, en el brillo que habitaban en ellos cada vez que Yoon-gi le acariciaba. En su tierna sonrisa, aquella que le regalaba todos los días, y que le permitía ver la vida de otra forma.

Y por eso temía. Temía tener la necesidad de dejar de hacer algo que durante mucho tiempo hizo. Porque realmente no se veía de otra manera.

No se veía a si mismo con otra vida. Y tenía miedo. Un miedo profundo que le paralizaba todo su cuerpo, y que le hacia pensar fatalidades. Estaba tan acostumbrado a llevar una vida llena de adrenalina, llena de conflictos y complicaciones, que no se veía en una sin problemas.

Sin embargo, ya no se encontraba con las fuerzas suficientes de realizar un trabajo. Cada vez que apretaba el gatillo, sentía que una parte de él se alejaba del Arcángel. Sentía que su lazo se volvía mas débil. 

Y eso le desesperaba, y le llenaba el pecho de una tormentosa angustia que cada día no hacia mas que acrecentarse.

 No pudo evitar sollozar al pensar en una vida sin Tae-hyung, aquel que no había dudado en salvarle sin siquiera conocerle, que había puesto en juego sus alas, aquella parte tan vital e indispensable para un Arcángel, únicamente por el. Para salvarle.

Gi — logró distinguir de pronto la voz grave de Tae-hyung e inmediatamente bajó la mirada sumisamente ignorando el hecho de que estaba hablando por teléfono. Un calor envolviendo su cuerpo abrasadoramente —. Pídeme lo que sea ¿escuchaste? Lo que sea, y yo te lo concederé.

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⏰ Última actualización: Jul 05, 2020 ⏰

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천사 archangel. [Taegi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora