CAPÍTULO 9

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Harry despertó escuchando lo gritos de Narcissa avisando que ya se estaba haciendo tarde, escuchó un quejido a su lado y una respiración en su cuello llegó después. Abrió los ojos encontrándose con el cabello de Draco y empezó a acariciar éste sacándole un suspiro satisfactorio al chico. Sonrió dándole un beso en la cabeza y empezó a acariciar su espalda cubierta por la camisa de Harry.

—Amor... —Susurró, pellizco con cuidado, sin querer lastimarlo, la piel de la espalda de Draco, recibiendo así quejidos—. Por más que me gustaría quedarme así, no podremos. Párate. Tu madre quiere decorar la casa, ¿lo olvidas?.

Draco soltó un balbuceo y abrió los ojos con cuidado, sonrió a Harry y le dio un casto beso en los labios.

—Iré a bañarme, tú quítate la pereza. —Harry entró al baño dando una última mirada a Draco encontrándose a éste boca abajo y con la camisa de Harry. Sonrió—. Bueno, si me das esa vista, tal vez puedas bañarte conmigo.

Automáticamente, Draco tomó el extremo de una sábana y se tapó, luego levantó el rostro sonrojado y con el ceño fruncido.

—¡Jódete! —Harry sonrió.

—Yo te joderé...

Y con eso, entró al baño.

Cuando todo estuvo ordenado, (Harry y Draco se encargaron de tender la cama) los chicos ya bañados y listos, bajaron a encontrarse con Narcissa y con los chicos desayunando, se sentaron en la mesa y los elfos les llevaron el desayuno. Al terminar de comer, empezaron el trabajo de decorar, empezaron a afuera. Todo a punta de magia. Ocultándonos de Narcissa, obviamente. Ella quería hacer todo a mano, para sentir la "magia" de la navidad... irónico.

Luego de decorar toda la casa, se encontraban en la mansión para empezar con el árbol. Era lindo estar así, se sentían cómodos y llenos alegría. Sentían una paz y un ambiente cálido.

—Nunca recibí un regalo en Navidad antes de entrar a Hogwarts, obviamente. Cuando vivía con mi tío él era muy, odioso. Él y mi tía vivían haciendo feliz a su querido hijo, siempre me dejaban de lado. Aunque creo que prefería eso que su atención. Después de todo, sólo quería a mis Padres, no a ellos... —comentó Harry junto a Draco, estos se encontraban colocando en el árbol decorados, uno junto a el otro.

—Nosotros antes teníamos una buena Navidad... Luego sucedió lo de mi Padre, y todo eso..., se fue. —Harry miró a Draco sonriendo.

—¿Me darás un regalo, cierto? —Draco sonrió.

—Sólo si tú me das uno a mí. —Guiñándole un ojo a Draco, le besó la mejilla continuando con los decorados.

Continuaron entre risas y pequeños besos, sonrojos y empujones. Ambos estaban felices, realmente se sentían cómodos él uno con él otro.

—¿Luego qué? —Preguntó Pansy. Ya habían terminado de organizar todo. Era lindo cómo se veía la mansión, con vida.

—¡Quedó hermoso!, los elfos traerán los bocadillos, y merienda. Siéntense. —Hicieron caso y esperaron a que los elfos aparecieron. Al poco rato lo hicieron.

—Harry, Draco. Dejen de darse cariños y coman. —Riendo, la pareja se separó y tomaron la bandeja que los elfos le daban.

—¿Mañana iremos de compras por los regalos de Navidad? —Narcissa guardó silencio a la pregunta Neville y miró a su hijo.

—Lo siento, pero yo no podré ir —comentó—. Draco irá, pero con Harry. No soportaría que hablaran mal de él. No podemos salir de la Mansión sin recibir comentarios..., subidos de tono.

Asintiendo, Neville guardó silencio al igual que todos. Siguieron comiendo en silencio y luego todos se fueron a diferentes lugares. Harry y Draco fueron al cuarto del último.

—No, Harry... —Draco soltó una corta risa. Harry sonrió y siguió besando su cuello.

—Draco... —Harry lo volteó y lo abrazó por la cintura, Draco quedó frente a él y puso sus manos en el pecho de Harry—. Te quiero.

—Yo a ti... —Draco sonrió y Harry lo besó, se besaron lentamente, sus labios tocándose suavemente, las manos de Harry acariciando la espalda de Draco, y Draco con sus brazos rodeando el cuello de Harry.

Harry bajó sus labios al cuello de Draco y este no puso resistencia, Draco soltó un leve jadeo cuando Harry chupó con fuerza. Bajando sus manos al trasero del menor, Harry hizo que Draco rodeará con sus piernas su cintura. Caminando lento y con equilibrio, lo guió hasta la cama y lo recostó suavemente.

—Harry, espera. —Harry se separó de Draco para mirarlo a los ojos—. Podrían escucharnos.

Harry sonrió con ternura y acarició su mejilla.

—Lo sé, —con su varita, hizo un hechizo de silencio—. Voy a hacer delicado, amor. Te trataré con cariño, porque así hay que tratarte. No te lastimaré. Confía en mí. -Draco asintió.

—Confío en ti. No es la primera vez que lo hacemos... —Harry río y tomó la mano derecha de Draco y besó esta.

—Te amo, Draco.

—Te amo, Harry.

Entrelazó las manos suyas con las de Draco, y no se soltaron. Harry trató con todo el amor posible a Draco. Se entregaron en cuerpo y alma. En ese acto, se demostraron cuanto se amaban y deseaban. Harry fue amable, lo hizo con cariño y respetó a Draco. Fue especial. Y eso era todo lo que Harry quería para su amado. Y así, al terminar, se prometieron estar juntos. Siempre. Apoyándose el uno al otro. Y durmieron con sus manos entrelazadas... Sellando la promesa.





































¿Ese es Draco?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora