CAPÍTULO 1

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Todos estaban muy emocionados por regresar a Hogwarts. Bueno... Casi todos. Drago se encontraba en un vagón al fondo. Completamente solo. Sus amigos, Goyle, Blaise y Pansy, le habían pedido que se sentara con ellos, pero él se negó. Quería estar solo y pensar; sus amigos aceptaron a duras penas.

Draco aún estaba meditando la razón de su presencia en este lugar... ¿Por qué tenía que volver? Nadie lo extrañó... Muchos en este momento lo odian. Eso lo dejaron claro cuando a su Padre lo enviaron enviaron Azkaban y luego con un Dementor. Recordó las risas y los gritos... Aún tenía pesadillas de su Padre. Su querido Padre, con quien tuvo una charla antes de morir.

Draco entró corriendo y vio a su Padre encadenado, dejando a su Madre atrás, fue a donde su querido Padre se encontraba débil.

-Papá...- Susurró con lágrimas.

-Draco...- Su Padre apenas podía pronunciar bien las palabras.

-Papá...- Volvió a susurrar.

-Es... Tienes que escucharme Draco... No dejes que nadie... Elija por... Por ti, ahora. Se que... Que es irónico que te esté diciendo esto, hijo. Pero... Ahora que Voldemort se ha ido... Eres libre, cuida a tu Madre... Lamento no estar contigo, Dragón. Pero... Lamento... Lamento más, no haber sido un buen... Un buen Padre- Draco abrazó a su Padre fuertemente y susurró una y otra vez “Eres el mejor Padre”.

-Es hora del beso del Dementor...- Draco lloró más fuerte al escuchar esas palabras y abrazó a su Padre.

-Tienes que ser fuerte... Olvida todo lo que te he dicho... Los Malfoy si lloran, los Malfoy si sienten... Los Malfoy si perdonan, los Malfoy si aman... Yo soy una muestra viva de ello, te amo a ti y tu Madre...- Sin más, Draco fue echado de los brazos de su Padre y llevado a los brazos de su Madre, quien lloraba desconsoladamente.

Ambos, Draco y Narcissa, se fundieron en un abrazo arrodillándose en el acto. Narcissa escondió su cabeza en el cuello de Draco cuando los gritos de su Marido resonaron en el lugar y las risas no se hicieron esperar.

Draco veía la vida de su Padre acabarse de a poco y con ello se rompió... Draco Malfoy, la persona más egocéntrica y creída. Se rompió.

Draco limpió una lágrima que había salido sin permiso y siguió mirando en la ventana. Pronto, alguien se asomó.

-Draco...-Era Pansy. Pansy ya había dejado su obsesión con Draco y ahora lo miraba con ternura, como si fuera su hermano- Ya casi llegamos, Cariño. Debes cambiarte... Te esperamos- Se fue luego de recibir un asentimiento por parte de Draco.

Lentamente, Draco se puso su túnica, pero ya no venía con ese porte elegante, su ropa planchada fue cambiada por unos jeans rasgados y una camisa negra, su túnica estaba bien presentada, pero no tenía esa elegancia de antes. Ni hablar de su corbata y bufanda, estas habían "Desaparecido" (quemado) por "accidente". Sacó su equipaje.

Draco salió y miró a sus amigos afuera, agradeció por un momento tenerlos. Pues se sentía muy solo y el que ellos hayan comprendido su situación le hace feliz.

-Vamos?- Preguntó Blaise.

-Vamos...- Contestó Draco. Todos empezaron a caminar a un vagón más cercano, tratando de ignorar las miradas de asco que le brindaban a su amigo.

-¿Cómo está Narcissa?- Preguntó Goyle una vez habían entrado y sentado.

-Mejorando... Luego de... Eso, ayuda a los elfos en tareas del hogar... Ya no es la "Dama", le importa una mierda las etiquetas... Siempre se pasea por la casa cantando alguna canción muggle y bailando mientras barrio con los elfos. A veces la escuchaba cantar en el baño o en el jardín mientras regaba las plantas... Aunque ahora habla con ellas. ¿Pueden creer que ahora está metida en el mundo muggle? Le interesa mucho... Igual a mí...- Eso ultimo sorprendió a sus amigos.

-Vaya... Quisiera volver a ver a Narcissa...- Draco sonrió.

-La verán... Muy pronto, tal vez podamos ir en vacaciones de Navidad...

-Ahí estaremos...- Respondió Pansy.

El tren fue deteniéndose y Draco suspiró. Pansy lo miró.

-Estarás bien, cielo- Dijo con cariño.

-Es hora...- Fueron saliendo del tren con su equipaje y la voz de Hagrid llamando a los de primer año se escuchó. Draco pensó «Le debo una disculpa a Hagrid... Me he portado mal con él ».

-Vamos, Draco...- Alegó Blaise. Una vez fuera del tren se juntaron con los demás.

-Escuché que la Director McGonagall va a establecer en nuevas casas a los de Slytherin...- Draco se alarmó.

-¿Qué?...- Miró a sus amigos.

-No creo que sea cierto...- Aunque Draco haya quemado su corbata y bufanda, se sentía cómodo en Slytherin. Sin importar que este le recordara su pasado.

A la entrada de Hogwarts, Draco distinguió al trio de oro. Harry estaba sonriendo mientras hablaba con sus amigos pero luego, volteó en su dirección y sus ojos se encontraron. Harry no sonrió por un momento pero luego sonrió y le dedicó un saludo con la mano. Draco miró a su espalda y viendo que nadie iba atrás de él volvió a mirar a Harry y se señaló a sí mismo. Harry rió y asintió, Draco por alguna razón se sonrojó y le sonrió.

-Draco...- Miró a Blaise- No es por ser pesimista pero... Tal vez sea verdad el rumor sobre Slytherin...- Draco hizo una mueca.

-No lo puedo creer...- Entraron a Hogwarts y por ordenes de Hagrid fueron a dejar sus equipajes en su Sala Común.

-Vamos, Draco. No es tan malo... Posiblemente te dejen en Ravenclaw...- Prefería estar en Ravenclaw que en Gryffindor o Hufflepuff.

-Como sea... Vamos, sólo quiero descansar...- Todos asintieron y salieron de Slytherin para caminar al Gran Comedor.








-Bueno... Primero quiero darles la bienvenida a todos!- Empezó a hablar McGonagall- Segundo, quisiera avisarles que hemos tomado una decisión...- Miró a la mesa de Slytherin, habían unas 17 personas.- Hemos decidido que los chicos de Slytherin volverán a ser reasignados en nuevas casas... No se va a poder hacer con el sombrero seleccionador... Aquí en esta bolsa- A su derecha había una bolsa vieja apoyada en un Banco- están los nombres de ustedes, Slytherin... La bolsa será como el sombrero con sólo poner su mano enfrente de ella saldrá un papel donde estará escrito el nombre de su nueva casa... La bolsa elije tu casa dependiendo de tu corazón...

Y así cada Slytherin fue pasando uno a uno, varios quedaron en Hufflepuff y otros en Ravenclaw. Pansy quedó en Ravenclaw. Blaise en Gryffindor y Goyle en Ravenclaw.

-Draco Malfoy- La voz de la Directora resonó en los oídos de Draco, este se puso de pie lentamente y caminó despacio hasta estar frente a la Directora- Me hace feliz tenerle de nuevo acá... Lamento lo de tu Padre...- Draco bajó la mirada.

-Directora... No soy el mismo de antes...- Draco la miró- Le agradezco haberme llamado, mi Madre se puso tan feliz que con sólo ver la carta corrió a mi cuarto a empacar las cosas...- Draco sonrió ante el recuerdo- Espero y me crea cuando digo que no soy más el ingenuo niño. Ahora puedo marcar mi camino...- McGonagall sonrió.

-Estoy segura, muchacho- Draco se acercó a la bolsa y puso su mano temblorosa en frente de esta. Un papel salió de adentro y cayó en la palma de Draco. Este la volteó lentamente.

-Gryffindor...- Susurró con derrota.

¿Ese es Draco?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora