CAPÍTULO 2

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Draco empezó a sudar y su corazón empezó a acelerarse. Su mente repetía una y otra vez la palabra “Gryffindor”. No podía estar allí, no podía hacerlo.

-¿Draco? ¿Qué casa te salió?- Preguntó McGonagall y al no recibir respuesta del joven tomó el papel y leyó- Gryffindor...- Murmullos empezaron a inundar el Gran Comedor. Luego, gritos.

-¡Él no puede esta ahí!

-¡Es un sucio Mortífago!

-¡No tiene si quiera corazón!

Todos empezaron a insultaron, Draco agachó la mirada y deseando estar en casa con su Madre, caminó hasta la mesa de los Gryffindor y se sentó en la esquina, magníficamente, todos se alejaron de él.

-Silencio... No permitiré esta clase de comportamiento, ni aquí ni fuera de Hogwarts... Vayan a desempacar sus cosas. Las clases inician mañana- Todo salieron del Gran Comedor y se dirigieron a sus Sala Comunes.

Draco iba con la mirada en el suelo repitiéndose una y otra vez que lo hacia por su Madre. No prestó atención a nada de las burlas y no levantó la mirada hasta que chocó con un cuerpo.

-Lo lamento- Se disculpó rápidamente. Levantó la mirada encontrándose con Ronald Weasly.

-No hay problema, Malfoy. Nos vemos en la sala común- Eso había sido extraño. Sin darle mucha importancia siguió caminando y pronto llegó a la Sala Común de Slytherin. Entró despacio y sacó sus pertenencias.

Al salir, se encontró con Blaise, este sonrió al verlo.

-Te estaba buscando, vamos a Gryffindor- No había notado que este cargaba su equipaje.

Ambos tomado rumbo a Gryffindor y cuando estuvieron frente a la Dama Gorda esperaron a que los demás vinieran, era cinco (Contando a Draco y a Blaise). Blaise dijo la contraseña y los dejó pasar. Al entrar, todo era completamente diferente a como era en Slytherin y se llevaron una gran sorpresa al ver todo decorado y el recibimiento.

-¡Bienvenidos!- Los de Gryffindor empezar empezaron a abrazar a todos, pero Draco no recibió ningún abrazo. Solo miradas de repulsión.

Draco se alejó y empezó a mirar la sala, era bonita. Tenía que admitirlo. Un chico se le acercó.

-Draco Malfoy- Escupió sus Palabras con veneno- Un Mortífago... Un Sucio Mortífago... Hay que darle la bienvenida que se merece- No se dio cuenta del liquido que caería sobre él y cuando se supo, fue demasiado tarde.

Draco estaba empapado de pies a cabeza, un liquido blanco, pintura. Las risas inundaron la sala y Draco no podía sentirse más humillado y débil.

-¡¿Qué sucede aquí?!- El grito de un chico, más conocido con “El niño que vivió”, resonó por toda la sala causando un silencio-... Pregunte algo.

-Le estábamos dando la bienvenida que los nuevos- Harry bajó las escaleras con sus amigos siguiéndolo atrás, se posicionó frente al chico de la broma y miró a Draco. Este bajó las mirada- ¿Ese es Draco?- Preguntó levantando una ceja.

-Si, si lo es- Harry asintió y caminó hasta Draco, este se encogió en su lugar- No te haré daño... Hermione, ¿Podrías llevar a Draco al cuarto para que se cambie?- Hermione asintió y se llevó a Draco que miraba bajo la pintura a Harry con una confusión, ¿Dónde quedó el ingenuo Harry?.

-Pero... Harry- Protestó el chico. Weasly lo miró.

-Él estará bien... Lo que hiciste estuvo muy mal, deberías aprender modales. Ahora... Que siga la fiesta y bienvenidos a todos- Ambos volvieron a subir.

-¿Ellos son Ron y Harry?- Preguntó asombrado Blaise.

-Lo son... Sólo actúan así cuando la situación lo requiere. Muchos chicos de Gryffindor se creen superiores sólo por tener al trio de oro. Ellos buscaron la manera de que eso acabara y este era la última. En realidad, nada a cambiado, siguen siendo los mismos, con los amigos. Con los demás son así- Blaise sonrió ante las palabras de Neville.

-¿Quieres tomar algo?- Nevill asintió sonriendo.

Mientras, en el cuarto de Harry.

-¿Sólo hicieron eso?- Preguntó Harry de nuevo. Todos suspiraron.

-Sí, Harry. Sólo hicieron esto, no les diste tiempo hacer nada más- Dijo otra vez.

-El cabello tendremos que lavarlo...- Draco asintió.

Fueron al baño y Hermione lavó su cabello con cautela, al terminar puso una toalla en sus hombros y se fue con Ron dejando solos al par.

-Has cambiado, Draco...- Dijo Harry, mirándolo de arriba a abajo.

-Tu igual... No recordaba que fueras más alto- Dijo Draco causando una pequeña risa en el mayor.

-Bueno, crecí demasiado- Se acercó a Draco- Dime, Draco. ¿Cómo has estado?.

-Bien... Yo... He estado bien- La mirada de Harry lo ponía nervioso, sus ojos penetraban su alma y trataban de buscar algo con locura.

-Me alegra...- Dijo suave, estaba muy cerca- Draco...- Apartó el cabello rebelde que se pegó a la frente por el agua- Huele bien tu cabello- Sonrió.

-Gracias....- Se Sonrojó- ¿Por qué me defendiste?...- Preguntó de repente.

-Siempre cuido lo que es mío- Pensó el muchacho- Sólo quise hacerlo, no quiero que te hagan daño- Draco sonrió conforme- Esta será tu habitación- Draco sonrió poco.

-Y Blaise?- Preguntó por su amigo.

-En otro cuarto... No tardará en encontrar uno...

¿Ese es Draco?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora