Capítulo 9

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*Narra Paul*

¿Qué será de mí ahora? Tentaré al destino morir, no, mejor, lo mato a él, ¿qué se piensa? Que se va así nomás, como si fuera un juguete gastado.

Dios, ¿por qué? ¿Por qué te fuiste John? ¿Qué hice mal? ¿Acaso querías que te escuchara, o hablase, o simplemente ya no me quieres?

¿Dónde estás? Tengo frío sin tu presencia John... *llora* Me has tratado así, y todavía debo verte al menos un tiempo más, por esta
banda de porquería...

Debimos habernos ido sin mirar atrás, y entonces estos problemas no existirían...

*Narrador omnisciente*

-Déjame acompañarte...
-No sé si sea lo conveniente...
-Por favor, eso te ayudará, nos ayudará a mantener un orden, el orden que nunca tuviste.
-Tengo suficiente orden, gracias.- Ofendido.
-No te ofendas mariquita.
-Ey, no me llames así.- Con cierto enojo pero a la vez con un sentido de gracia.
-Ay, no te gusta eso, ¿verdad? Entonces llévame, sino te llamaré mariquita de por vida.
-Vale. ¿Contenta? Pórtate bien con cada cual porque...- Lo interrumpe.
-Sh, sh, tranquilo que no hay nada para temer.

[...]

Apenas Paul los vio, su cuerpo recorrió un escalofrío terrible haciéndolo impulsivamente esconder en el baño para no ser visto todavía.

-Hola chicos, ¿cómo va?
-Ey, qué agradable sorpresa.- Los recibió George amable.
-La verdad muy agradable, jeje.
-Opino lo mismo.- Sonriente. -Mi nombre es Yoko.- Se presenta y saluda a quien los ha recibido.
-Un gusto Yoko.
Viene Ringo un tanto acelerado con una sonrisa, como queriendo lo más alegre posible felicitar a John por su nueva novia.

-John, ¿qué tal? Veo que traes una nueva flor bajo el brazo.-
-No, al lado, bajo eres tú.- Bromea Lennon.
-Jaja te viniste gracioso. Y, supongo que le comentaste a Cynthia..
-Cállate idiota...
-Bueno jeje, ustedes son graciosos, mi nombre es Yoko, un gusto.

Paul escucha desde el baño y solloza, murmura insultos, se autoflagela mentalmente.

-Paul! Ven aquí! Ya comenzaremos a
trabajar!- Grita Martin al ver que ya están todos.

Con todo ya listo para empezar a crear y grabar, se aparece quien había estado en el baño alrededor de veinte minutos.

-Qué hay muchachos...
-Te ves destruido amigo.- Observa Ringo.
-Estoy algo resfriado, nada grave...
-Bueno, vamos, ponte a punto.
-No me ordenes nada, ya sé lo que debo hacer.- Ringo calló.

No saludó ni habló con John en todo el día, sólo cuando habló, lo hizo dirigido al grupo todo con una nueva propuesta o una orden. Tampoco se detuvo ni a mirar a Yoko que se encontraba al lado de John todo el tiempo. Mirarla solamente hubiera sido saltar hacia
los dos para asesinarlos.

Al finalizar se fue a su casa sin hablar con nadie sumido en su autismo. A partir de allí, puramente su impulso accionó.
Tomó el teléfono y la llamó a Linda, quien de tanta buena pinta ella había llamado su atención, y sin embargo nunca procedió avanzar por el amor que surgió en él por John. Le preguntó si quería salir mañana, y entonces faltar a su trabajo. No importó eso último, sino rehacer su vida.
En todo ese día estuvo brillante con ella, y por su ausencia en el estudio. Los chicos mostrábanse preocupados, y John se comportó en desdén a aquello. Mientras a Paul volvía su alma, la esencia de sus armonías más hermosas. Linda y él eran ya el uno para el otro, un día tomó estando juntos, y así se sintieron. Tanto que despertaron juntos en la cama de Paul, pensando en lo innecesario de
faltar ya, por lo que le proupuso a Linda acompañarlo. Ella aceptó.

Los chicos le dieron la bienvenida, una nueva bienvenida. Ya los conocía porque había fotógrafa de ellos, donde se vieron y sus amores quedaron en pausa sin palabras ni nada.
Ellos muy amables como es característica de George y Ringo. Chistes van, chistes vienen, algo parecido a la escena con la pareja
anteriormente presentada. La diferencia fue a mostrarse luego de unos minutos cuando John y Paul se cruzaron en un rincón del estudio
azarosamente tropezándose uno con el otro.

-Eh, uh, perdón.
-No, no hay de qué.
-¿Cómo estás?- Preguntó John rompiendo el hielo definitivamente.
-Bien, ¿no ves? Mejor que nunca.
-Yo igual afortunadamente.
-Me alegro por tí. Veo que ya tenías todo arreglado.
-Esto ya no podía seguir adelante, aunque veo que lo entendiste.
-Tú sabes, siempre hay alguna muchacha para un beatle.- Contestaba despechado.
-Claro. No te me vengas a hacer el rebelde despechado.
-Cállate idiota.

El día siguió normal. A pesar de la separación entre estos dos, se los mostraba felices con sus nuevas parejas. Procuraban
una duración más significante de esto, pero ya sin The Beatles.

-Mira, esto no va para más, no quiero verte más.
-Yo tampoco quiero, pero debemos hacer algo más, al menos para despedirnos bien.
-Te odio John.- Llorando. Colocó su cabeza en el pecho de su compañero, quien acariciaba su cabellera. Se corrió repentinamente Paul
queriendo zafarse y se golpeó la cabeza con la puerta del baño.
-Tonto!- Sussurró y abrió la puerta cuidadoso de que nadie los descubra allí.
 

Two of Us (Nosotros Dos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora