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La luz de la luna intentaba traspasar las gruesas cortinas de la habitación de TN. Reclinada en su cama, TN observaba el techo con cierta pereza, sus pensamientos revoloteaban sin orden ni concierto. ¿Por qué no había acompañado a sus padres? Al menos podría haber disfrutado de una buena cena fuera de casa. Soltó un suspiro de resignación mientras negaba suavemente con la cabeza. Sabía que había tomado la decisión correcta al quedarse; habría sido el mal tercio, pues sus padres estaban celebrando su quinto aniversario con una velada romántica en el cine.

Finalmente, se sentó en su cama y apoyó su espalda en el suave y esponjoso respaldo, disfrutando del apoyo que le ofrecía. Extendió la mano hacia su celular, que descansaba en la mesita de noche, y lo encendió. La pantalla iluminó tenuemente su rostro mientras buscaba el número de su mejor amiga, Emma. Sentía la necesidad de hablar con alguien, de disipar esa sensación de soledad que la envolvía. Siempre le había parecido extrañamente un poco aterrador estar sola en casa, especialmente cuando la oscuridad se apoderaba del ambiente y los sonidos se volvían más agudos y misteriosos.

TN marcó el número de Emma y esperó, escuchando el tono de llamada con impaciencia. Después de unos momentos que le parecieron eternos, la voz alegre de su amiga resonó al otro lado de la línea.

—¡Hola, TN! ¿Cómo estás?—Hola, Emma. Aquí, un poco aburrida y sola en casa. ¿Tienes tiempo para charlar un rato?

Emma no dudó en aceptar. Las dos amigas comenzaron a conversar, y pronto, la calidez y la familiaridad de la voz de Emma lograron que TN se sintiera más tranquila y acompañada. Hablaron de todo un poco: de sus clases, de los planes para el fin de semana, de los sueños y metas que ambas compartían. La conversación fluía con naturalidad, y las risas esporádicas llenaban la habitación, disipando cualquier rastro de temor o soledad que TN hubiera sentido momentos antes.

Mientras hablaban, TN se dio cuenta de lo afortunada que era por tener una amiga como Emma, alguien con quien podía contar en cualquier momento. El tiempo pasó rápidamente, y antes de que se diera cuenta, la sensación de inquietud había desaparecido por completo. Al colgar el teléfono, TN se sintió mucho mejor, lista para enfrentar la noche con una nueva perspectiva.La luna seguía intentando traspasar las cortinas, pero ahora, en lugar de sentirse como una presencia inquietante, parecía ofrecer una compañía silenciosa y serena. TN sonrió, agradecida por la charla con Emma y por el simple hecho de saber que, a pesar de todo, nunca estaba realmente sola.

Al momento en que sus ojos comenzaban a cerrarse solos, decidió mejor finalizar la llamada. Se despidió de Emma con una voz adormilada y afectuosa, agradeciéndole por la compañía. Colgó el teléfono y lo dejó sobre la mesita de noche. Luego, se acomodó en su cama, estirando los músculos adormecidos y arropándose con las cobijas, buscando la calidez y el confort que su lecho ofrecía. Se dispuso a dormir profundamente, ansiosa por dejarse llevar por los brazos de Morfeo.

Sin embargo, un fuerte sonido proveniente del primer piso irrumpió en la tranquilidad de la noche, rompiendo el velo del sueño que comenzaba a envolverla. Se sentó de golpe en la cama, pasándose las manos por el rostro en un intento de despejar la confusión mental que la embargaba. ¿Había sido un ruido real o simplemente un producto de su sueño? No podía estar segura, pero la inquietud se apoderó de ella, y no quiso quedarse con la duda.

Con determinación, se levantó de la cama y se colocó sus pantuflas. Abrió la puerta de su habitación con cautela, asomándose al oscuro pasillo. Bajó las escaleras con cuidado, cada peldaño crujía suavemente bajo su peso, y ella se aferraba a la barandilla para evitar resbalar. El corazón le latía con fuerza, acelerado por la incertidumbre de lo que pudiera encontrar.

Al llegar al primer piso, se dirigió directamente a la cocina, creyendo que tal vez algún vaso se había caído. Al pasar por la sala, una visión inesperada capturó su atención. En el suelo había vidrios rotos, dispersos como estrellas caídas.

Susurros de un encierro "Jimin y Tn"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora