Cartas para (tn)

Capitulo 10:

Apoyo mi culo sobre el frió auto mientras froto mis brazos por el frió.

Anna tarda una eternidad en salir.

El chico de cabellos rizados sale haciendo que la pequeña campanita del videoclub suene.

Me mira.

Aparto mi mirada y saco mi teléfono móvil, mi estomago se calienta al pensar en que quizás jason me ha enviado un mensaje o me ha llamado.

La decepción viene a mi cuando descubro mi bandeja completamente vacía, sin algo que saber.

.—hola.—el sonríe.

Sonrió de vuelta y lo miro disimuladamente.

Jeans negros apretados, americana negra y gorro de lana, sus ojos verdes son amigables y su sonrisa es grande y sofocante. Con dos perfectos ayuelos.

.—hola.—murmuro.

.—tú novia esta muy molesta ¿no?.—

Parpadeo.

¿anna?, ¿mi novia? 

Oh por dios, este chico, este guapo chico cree que soy lesbiana.

.--¿Qué?.—casi chillo.—oh, no, no. Claro que no..—me rió de mi misma.—ella no es mi novia, es mi mejor amiga.—

Él palidece y luego asiente, con las mejillas sonrojadas.

.—lo lamento, creí que ustedes. Lo siento.—sonríe.—soy harry….¿tu? eres de por aquí?.—

.—no.—sonrió.—lo era.—

.--¿si?, de donde eres?.—

.—Londres.—

.—que bien.—

.—si. Oh, soy (tn) por cierto, ¿tu eres de aquí?.—

Le hubiera dicho que, a pesar de que era de aquí, jamás lo habia visto. Pero como no lo recuerdo…

.--¿yo?, oh no. Estoy de visitas en la casa de mi padre. También vivo en Londres.—

Sonríe.

Sus ojos verdes brillan.

.---que bien.—repito, el carcajea.

.—bien.—el repite .—debo irme, quizás nos veremos otra ves.—

.—bien.—sonrió.

El siente y luego se marcha.

Supongo que vive cerca, porque no se ha montado a un auto o algo. No me extrañaría que tuviera una motocicleta.

.--¿Qué haces afuera del auto?.—anna gruñe.

Demonios, en realidad si parece mi novia lesbiana celosa.

Entonces recuerdo que allá adentro, maldije un montón de veces.

Parpadeo.

Anna me mira con el ceño fruncido.

.—que demonios pasa contigo?.—ella gruñe.—primero me atacas, me insultas y ahora estas parada aquí como si…oh mierda… tú, ¿has recordado algo?.—

Niego.

.—no anna.—

Ella suspira.

.—bien, súbete al maldito auto, aun debemos ir al supermercado del demonio.—

.--¿podrías dejar de insultar solo por un momento?.—

Ella ríe.

.--¿desde cuando te molesta que insulte? Tu también lo has hecho hoy, yo debería ser la sorprendida.—

.—anna.—alargo

.--vale.--

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Jamás me habia sentido tan incomoda con anna, ella, de todas las personas en el mundo, era la unica que me provocaba confianza, incluso más que mis propios padres.

Supongo que mi cuerpo, sentimientos y todo lo que no sea mi maldita cabeza, la recuerda.

.—hum, (tn).—ella murmura.—este no es el camino.—

Parpadeo.

.—oh. Lo siento.—acaricio mi cuello .—yo, no lo recuerdo.—

.—no te preocupes, en la proxima esquina doblas a la derecha y luego a la izquierda, ¿recuerdas en cementerio?.—asiento.—de la calle del cementerio habia arriba.--

Su voz se suaviza, se que si la miro. Va a estar mirandome de esa maldita manera que odio.

…

Pongo en el carrito del supermercado todo los ingredientes para el pastel de mamá.

Anna pone dentro de el todo lo que tenga chocolates y almendras.

.—oh por dios, ¡tienen barritas de menta y chocolate!.—

Me rio

.—mira!.—chilla otra vez.—voy a llevarlo.—

.—vale.—sonrió.