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7. ¿Qué rayos es todo eso?

Capitulo 7: ¿Qué rayos es todo eso?
Escuela Françoise Dupont
12:00 p.m

¡POR FIN! ¡LAS DOCE! Ya es hora de irnos a nuestras casas. Por suerte no me dejaron tarea. Estas últimas clases fueron las más largas de las 9:30 a.m a 12:00 p.m. Puros números en matemática y contaduría, y eso que salimos temprano, la hora de salida es a las 3:00 p.m, pero como hoy solo es inauguración salimos temprano. Tocaron timbre y todos empezamos a guardar nuestras cosas, esto de Factorización me va a revolver el cerebro.
—Oye, ________.
—Am...
—Sería mejor que intercambiáramos números para que así nos podamos contactar por lo de la salida, u otras cosas...
—Es cierto. —Dije sacando mi teléfono de la mochila. Samsung S7 rosa, que con puros esfuerzos de mis padres y míos lo conseguí. —Mira... este es mi número temporal porque es el que usaba en Estados Unidos, hoy tengo que buscar un nuevo SIM.
—Esta bien no te preocupes, este es el mío... —Me dijo el ojiverde, juntamos teléfonos y empezamos a crear los contactos. Era de esperarse que por ser hijo de un diseñador de modas millonario debía tener el iPhone X. Siempre el rico humillando al pobre.
—Bien, cuando revise mi agenda te avisaré a más tardar a la 1:00 p.m.
—Esta bien. —Dijo el rubio tomando su mochila. Yo guardé mi teléfono. Ambos salimos, bajamos las escaleras y llegamos a la salida. Justo a las escaleras de la entrada.
—¿Y vienen por ti? —Pregunté intentando hacer platica.
—Si, mi guardaespaldas no tarda en llegar con la secretaria de mi padre.
—Debe ser genial ir en limusina a tu casa.
—No siempre, bueno, yo lo siento así. Estar solo de tu casa a la escuela y de la escuela a tu casa no es tan divertido que digamos.
—¿Tu solo? —Pregunté, el solo asintió con la cabeza. —Wow. —Dije viendo a la nada.
—Si, todos piensan que ser el hijo del mejor diseñador de modas en París es divertido o fascinante. Pero en mi caso no lo es tanto.
—Entonces... ¡¿No es divertido ser millonario?!
—No tanto.
—Me cambias la perspectiva que tenía toda mi vida. —Dije poniendo mi mano en mi pecho. Él se puso a reír. Yo también.
—Y ¿tú con quien te vas?
—Con mis amigas.
—Pasan muy unidas...
—Es que somos como hermanas. —De pronto en frente de la escuela apareció el Winx Bus. Alguien abrió la puerta. Era Bridge con cara de 😏. —Y ya vinieron por mí.
—¿Ese bus es de ustedes?
—Sip. Mejor te explico luego. —Dije viendo al suelo. Atrás del bus estaba un auto gris muy moderno.
—Ya vinieron por mí.
—Por lo menos no quedas solo. Bueno, nos vemos.
—Adiós. —Nos despedimos y yo corrí al bus. Cuando entré y me senté las Winx me miraban así 😏😏😏😏😏. Y así las aguanté todo el viaje a la casa.

Entramos a la casa y fuimos a tirar las mochilas.
—Qué día. —Dijo Bridge tirándose al sofá de la sala.
—Fase 2 de la misión. Completa.
—Aún no Fer. —Dijo Layla. —Todavía nos falta tramitar la residencia, buscar nuevos números de teléfono y buscar empleo de fin de semana. Hoy.
—Es cierto. Y realizar tareas a quienes les dejaron. —Afirmó Abigail.
—Oh no. Creo que estaremos ocupadas toda la tarde. —Dije.
—No toda la tarde. Si nos apuramos podríamos estar libres como a las 3:00 p.m. —Revisó Fernanda en su teléfono.
—Pero tenemos que hacer junta Winx. Hay que discutir lo que le pasó a Logan, la sombra extraña que combatimos y sobre el uso de los nuevos poderes Dreamix. —Agregó Melanie.
—Pero esas juntas son para la noche. Donde nadie se dará cuenta. —Agregué.
—Si, y así hacemos las tareas que a ALGUNAS nos dejaron. —Dijo Bridge. Haciendo énfasis en que a ella le dejaron.
—Entonces parece decidido. Luego de almorzar iremos a tramitar la residencia y a buscar nuevos números telefónicos. Después haremos tareas y en la noche iremos en el Winx Bus a la junta. —Dijo Fernanda archivando todo en su teléfono mágico.
—¡Si!
—Y entonces ¿Qué almorzamos? —Preguntó Abigail.
—¿Ordenamos comida china? —Sugirió Melanie. Todas asentimos, nos pareció buena idea. Tomé el teléfono de la casa y ordené comida china de un restaurante que averigüé en internet aquí en París. Unos 15 minutos después llegó. Layla y Fernanda empezaron a repartir la comida mientras yo estaba con mi teléfono en la mesa.