Cap.6

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-Agh... Mmm...-la humana se estiro, sintiendo en sus brazos algo suave que los rozaba al estirarlos a los lados. Se sentó en la orilla del sofá, con un gran bostezo.

La creciente claridad invadió sus ojos aún cerrados, los froto con ambas manos y los hizo revolotear, la capa de neblina que los cubría se esfumo con los tenues rayos del sol que entraban por una de las ventanas, reconociendo al instante el lugar donde se encontraba.

Sé sentía débil, cansada, y tuvo que sostenerse de algo para poder lograr levantarse. Al hacerlo, su mundo completo dio un vuelco y estuvo a punto de caer. Sintió un dolor punzante y tubo que sostener su cabeza -Agh...- emitiendo un quejido de dolor al sentir una pequeña montaña bajo su melena.

Se dio un par de golpecitos mentales y apretó los ojos, sus rizos salvajes estaban sueltos ¿Qué no tenía un sombrero? Había jurado que la noche anterior se lo había puesto y...

-Oh no...

Miles de destellos comenzaron a invadir su mente. Secuencias de imágenes, fragmentos de cosas que en realidad no recordaba si habían sido reales. Pero todo volvió a su cabeza... cuando vio la gaza ensangrentada de su mano.

Su corazón se detuvo, y vio a su alrededor una vez más...

-¿Cómo...?

Todo... todo lo que recordaba que había ocurrido en la cocina, no había ni rastro alguno. Los vasos, los cubiertos, los platos, el florero... todo, todo estaba limpio y ordenado, estaba todo justo en su lugar, sin mancha alguna.

¡¿Pero qué demonios?!

Algo estaba mal. Como un rayo se disparó a los cajones y tomó uno de los cubiertos, viéndose reflejada en la porcelana de plata de la cuchara.

-Pero... si está ahí - Murmuró a lo bajo, enfocando con sus ojos de zafiro a la marca incandescente de su cuello.

Volvió a acariciar su irritada piel, roja, sus ojos se abrieron desmesuradamente e instintivamente miró hacia la pared...

-Pe-Pero...Pero...

Comenzó a caminar hacia ella, un escalofrío recorrió todo su ser al palpar... la pared, sin rastro alguno de su sangre. Ni una gota...ni una mancha.

Preguntas, preguntas empezaron a estrellarse contra su memoria. Se volteó y apoyó su espalda contra la pared. Su corazón... Su frágil corazón comenzó a latir a millón... Miró arriba, de repente el techo se había vuelto la cosa más interesante del mundo, solo sentía su cabeza dar vueltas mientras su corazón daba una carrera dentro de su pecho. Comenzó a balbucear cosas sin sentido.

-Pero... Anoche... Marsh... ¡Ah!-Llevo su mano a su boca en un signo de sorpresa. Marshall. La imagen del vampiro invadió cada rincón de su mente, su sonrisa, sus colmillos, sus ojos de demonio, aparecieron en cada escenario escalofriante... e inevitablemente un calor sofocante...

-¡FIONNA!-

Pegó un brinco abrumador, y volvió a darse un golpe en la cabeza.

-¡FI, ABRE LA PUERTA!-

Sus pensamientos fueron interrumpidos por los constantes golpes de la puerta principal. Agitó su cabeza, y se asomó por la ventana...

-Cake...- susurró. Su hermana estaba parada frente a la puerta, no se notaba nada contenta y la expresión de su cara lo confirmaba todo.

Oh no...

Se armó del valor que no sabía donde le quedaba y apoyándose en las paredes bajó las escaleras lo más rápido que pudo. Tomo el pomo de la puerta y al abrirla...

Fiolee: Una noche de espantosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora