Fiolee: Una noche de espantos

Cap.5

Frio...muy frio...se sentía como un bloque de hielo. Apretó los ojos, fuerte, y se revolcó, buscando una mejor posición contrayendo las piernas. Al moverse, sostuvo algo... ¿suave? Era mullido...esponjoso, y pudo captar el olor a flores. Algo la sostuvo, y la forma en que lo hizo la hizo temblar. Luego, el frio comenzó a difuminarse, y una sensación cálida comenzó a envolverla. Apoyo su cabeza sobre lo que creyó era una almohada y esta ¿pareció reírse? Un sueño, tal vez, pero sus ojos no se abrían. Su cabeza le dolía y sus sienes le palpitaban. Se quejo, y volvió a moverse, encontrando una parte que no estaba mullida, sino... tersa... lo acaricio, y alcanzo a sentir una exhalación moviendo un par de sus cabellos. Algo la movió y la acomodo sobre un hueco, entre lo que parecía dos columnas. Comenzó a temblar, y sus dientes le castañeaban. Pero justo cuando sintió esa calidez desaparecer, algo la abrazo. Y la temperatura volvió a subir, comenzando desde abajo hasta que subió a sus mejillas. Al fin sintiéndose más cómoda, se relajo, y se dejo llevar por el sueño una vez más...

-¿Fionna...?- un susurro le llamo, y el aliento impacto su rostro. La rubia volvió a moverse y se obligo a si misma a abrir sus ojos. Sus orbes se aclararon y solo pudo ver una oscuridad infinita, sus ojos estaban mojados de lagrimas, pero aun asi pudo ver... que alguien la tenia- ¿Fionna...?- un llamado de preocupación la hizo mirar arriba, encontrando un par de brillos incandescentes que la observaban con ternura.

La humana abrió los ojos de lleno y el vampiro sonrió aliviado. Sus brazos la envolvían en un cuidadoso abrazo mientras la sostenía, y usaba sus piernas para acomodarla. Sobre aquel abrazo se encontraba un edredón, colocado sobre ambos.

-¿Mar...shall...?- apenas podía hablar sin sentir el martilleo de su cabeza. Ella estaba sobre su cuerpo... pero no recordaba nada, y su dolor no le ayudaba- ¿Marsh...que...que sucede...?

-Shhh...- el azabache la acalló con un dulce bufido acercando su frente a la de ella para unirlas- te desmayaste... Algo te golpeo y de inmediato caíste al suelo. Había un desastre pero ya todo está bien, no tienes que preocuparte.

Su voz... en sus palabras había preocupación. "Debió de sentir mucho miedo cuando caí al suelo", pensó la rubia en su mente. Las manos de Marshall la apretaron mas contra su cuerpo, y ella se ruborizo, no se había percatado hasta ahora de como se encontraban.

-Marshall...yo...perdóname...- las palabras tomaron por sorpresa al vampiro, el cual dirigió su vista más abajo, encontrando sus ojos llorosos- no quería...no quería que te preocuparas por mí... debiste de pasar por mucho para tan solo poder ayudarme. Supongo que esta no ha sido una de tus mejores noches ¿no?- termino preguntando con algo de tristeza, y el vampiro sintió una humedad deslizarse por su pecho.

Después, los sollozos inundaron sus oídos, y su corazón se estrujo con tan solo escucharlos. Sus lágrimas... Fionna estaba llorando. Recordó de nuevo porque se encontraba en esa casa y se odio a si mismo, en sus planes no se había imaginado a la rubia, triste. La chica hundió su rostro en el cuello del vampiro y continuó llorando. El edredón que los abrigaba se movió cuando Marshall la cubrió con el un poco más, pero sus lágrimas no paraban de brotar. Ya dolido por su mala obra, solo pensó en la única cosa que la podía acallar, y devolverle aunque sea un poco de paz.

-Fionna...- Marshall deslizo su mano por el cuello de la humana hasta tomar su mentón entre sus dedos.- no digas nada...soy yo el que tiene que tiene que disculparse, por todo y... también...- La chica detuvo sus sollozos por un momento, y abrió sus ojos, sintiendo como su mentón era levantado hacia arriba. Cerró sus ojos, y el resto de sus lágrimas corrieron por sus mejillas... y terminaron mojando la comisura de los labios que ahora la besaban con cautela.

Dulce y salado, húmedo y tibio, podía sentir todas esas sensaciones en el paladar. Fionna se dejo llevar, cediendo ante el calor que subía por cada beso... por cada roce.