RECHAZADA POR MI MATE (RE- ESCRIBIENDO)

CAPITULO 8

NARRA AMELIA

¿Dónde estaba? ¿Qué estaba haciendo en este lugar? Mi madre sabría que estaba en la casa del alfa, ¿qué me había pasado?

– por fin despiertas bonita

– ¿Qué me paso?

– pues nada interesante, bonita

– ¿Por qué me llamas bonita Leo?

– pues...eres la niña más bonita

– no sabes lo que dices

– claro que se lo que digo bonita

– ya basta Leo. Y como me encontraste el día de ayer Leo

– de que hablas bonita tú estás dormida todos estos días

– ¡que! Ayer me raptaron y golpearon. Y tú me salvaste

– pero bonita eso paso hace siete años – Que es lo que estaba diciendo Leonardo, ¿que llevaba siete años dormida?

– Llevo siete años dormida – al decir lo que pensaba Leo suelta una risa tan grande hasta que creo que los dioses lo escucharon.

– no bonita tan solo, llevas una semana dormida y deja de mirarme con esa cara de confusión

– es que no puede ser Leo no recuerdo nada de lo que lo que paso durante estos siete años. – y veo como mi rostro es invadido por las lagrimas

– En serio no recuerdas nada bonita – me pregunta con su cara de preocupación y yo solo asiento – no te preocupes seguro por algo lo olvidaste, mejor así.

– veo que ya despertarte Amelia – volteo mi mirada y veo a mi dulce nana

– ¡nana!

– Veo que me recuerdas – no soporto más así que voy a abrazarla, como si la hubiera anhelado, como si no la hubiera visto durante varios años

– Roselle, tenemos que hablar

Sé que Leo siempre ha sido serio pero no sabía a qué punto, ellos se retiran de mi habitación para hablar de ese asunto urgente. Pasa el tiempo sí que vuela, quisiera saber que me paso estos siete años que se me borraron de mis recuerdos, tal vez soy ya encontré mi mate y no sé quién es, eso en serio me pone triste o pueden pasar tantas cosas.

– Amelia, me escuchas – miro por todos lados y ni hay nada – Amelia. Sé que te sorprenderás demasiado, pero escúchame bien. Nadie debe saber que existo.

– ¿Quién eres? – y ¿Por qué me decía esas cosas?

– soy tu loba interior, Amelia me llamo Krystal. – de lo nada la puerta se abre y Krystal mi loba interior no me habla. Veo como ellos discuten; sé que no me dirán nada.

– bonita Roselle te dirá algo. Pero no quiero que te preocupes de nada si

– Amelia, James no te quiere en su vida, el piensa que tu mataste a su madre – porque James pensaba eso – sé que te sorprende, pero él cree eso Amelia.

– ¿Dónde está? – Ambos se miraban – tengo que aclarar toda esta situación.

– no, Amelia. Tú te quedas aquí, descansaras y esperaras – diciendo esas palabras Amelia se fue. Tenía que ir a aclarar esta situación con James no podía quedarme aquí además Leonardo, era mi guardián.

– Leo me harías el favor de traerme, comida

– claro.

Mientras Leo va en busca de mi comida, salgo en busca de la habitación donde se encuentra James. No sé cuánto tiempo ando buscando esa habitación, pero lo único que sé, es que me perdí en esta enorme casa, parece que cambiaron muchas cosas en todos estos años. Cuando ya doy por vencida escuchó voces y sé que están ahí. Me acerco más y sus voces son más claras cuando escucho la voz de James, culpando de la muerte de su madre entro inmediatamente a la habitación diciendo todo lo que tengo que decir y ganándome la mirada de todos.