Se me ha hecho un hábito el llorarte diariamente,
y se siente horrible.
Es una mierda tener todos los malditos días tu recuerdo en mi mente,
estas ganas inmensas de colocar nuestras canciones preferidas,
y recordar nuestras baladas,
nuestros conciertos que terminaban en puras caricias del más real amorío.
Entre lágrimas saladas cierro los ojos,
nos veo abrazándonos y secándonos las lágrimas la una a la otra.
Éramos dos,
ahora soy solo una.
Mi mundo está desequilibrado si no estás a mi lado.
