Ella era inocente hasta el punto de reír por cualquier cosa,
Ella era infantil hasta el punto de jugar con muñecos,
Era real y de esas personas que no llevan máscaras,
Ella era algo torpe y se reía de ello,
Ella con una simple sonrisa podría conquistar el mundo,
Era un pequeño y frágil ángel que iluminaba a todos a su alrededor.
No tenía defectos a simple vista.
No tenía una mirada triste ni unas pupilas opacadas,
No tenía una sonrisa melancólica ni sus comisuras decaídas,
No tenía un corazón roto ni tampoco cicatrices en su cuerpo.
Hasta la persona más estúpida del mundo podía ver a ese pequeño ángel ser feliz,
No tenía una familia adinerada ni mucho menos,
Pero no siempre se necesita ser millonario para ser feliz,
Tenían algo más importante que nadie les podía robar ni tampoco podrían gastarlo,
Ellos tenían amor,
Tenían comprensión y mucha felicidad en sus corazones.
Eran la familia perfecta,
Ella era feliz.
Ella fue feliz.
Ella deseó volver a tener sus alas,
Pero era demasiado tarde.
Ella ya no era feliz.
Ella creció y poco a poco abrió sus ojos.
Sus hermosos ojos brillantes se apagaron.
"Parece ser que no existe una familia perfecta"
Pensó ella.
Su inocencia ya no estaba allí,
Ella ya no reía por nada del mundo.
Ella dejó de ser infantil,
Sus muñecos terminaron en la calle destrozados.
Ella ya no era real,
Vivía con su máscara preferida y no pensaba quitársela.
Ella ya no era torpe,
Pero todos se reían de ella.
Ella podría conquistar un mundo y ochenta más,
Sólo si sus sonrisas fueran siquiera reales.
Ella ya no era pequeña,
Pero era frágil,
El ángel más frágil de todos,
Su luz desapareció con el tiempo,
Si ella no podía iluminarse a sí misma tampoco podría iluminar a otros a su alrededor.
Seguía sin tener defectos a simple vista,
Pero no te conviene mirarla demasiado,
Sus defectos están en lo más profundo de su ser y de vez en cuando,
Su máscara deja de funcionar por sólo unos segundos.
Detrás de la máscara,
Su mirada podría desgarrarte y sus pupilas te congelarían.
Ella fue olvidando lo que sonreír era mientras crecía,
Sus comisuras poco a poco decayeron sin tener forma alguna,
Pero todo cambia cuando se coloca esa famosa máscara.
Su corazón compartía un lazo muy fuerte con sus preciosas alas,
Lástima que se desgarraron en el camino y su sano corazón se intoxicó para luego quebrarse en millones de pedacitos,
Su cuerpo no tenía cicatrices,
Ella no era esa clase de ángel,
Ella jamás dañaría su piel,
Porque otros lo hacían por ella.
Hasta la persona más estúpida del mundo notaba como ese pequeño e indefenso ángel se derrumbaba a cada paso que daba,
Todos notaban cuánto le costaba respirar a pesar de sus esfuerzos.
No tuvo una familia adinerada ni mucho menos,
Porque el dinero no hace a la felicidad,
Se gasta fácilmente o te lo roban sin descaro alguno,
El amor de familia sí hace a la felicidad,
Ella creyó que jamás se gastaría ni se lo robarían,
Se equivocó.
Ellos tuvieron amor,
Tuvieron comprensión y mucha felicidad en sus corazones.
Fueron la familia perfecta sin duda alguna.
Ella fue feliz,
Ella jamás volverá a ser feliz,
Sus hermosas alas están enterradas mil metros bajo tierra,
Ya es demasiado tarde.
Nadie logró volver a hacerla feliz.
Ella envejeció y poco a poco cerró sus ojos,
Sus hermosos ojos opacados se apagaron finalmente.
Ella agradeció ese acto de bondad.
Al fin y al cabo,
Vivió toda una vida entera con una máscara pegada a su rostro,
Sin ella,
Muchas personas saldrían lastimadas.
Prefirió arriesgarse a sufrir ella sola,
En vez de hacer sufrir a los demás.
