Pensar en ellos, en su preocupación hizo a mis entrañas retorcerse.
Sabía que en algún momento ellos se preguntarían porque diablos no había vuelto, si es que ya no lo habían hecho. Seguramente a Kate le daría un ataque y por consecuencia le lanzaría un buen puñetazo a Peter para callar su irritable boca.
El pensamiento me hizo sonreír.
Las posibilidades de que ellos me encontraran eran casi nulas ya que esto parecía un lugar olvidado por Dios, pero no perdía nada en tener esperanzas.
Bastantes contactos nos rodeaban y con ellos muchos favores persiguiéndolos, dejándolos a nuestra merced, si es que no querían la muerte.
Muchas de esas personas eran extremadamente peligrosas hasta el punto de estar al tope en la lista de búsqueda a nivel nacional, pero por alguna razón habían acudido a nosotros en alguna oportunidad para ayudarles y eso era bueno porque nuestro grupo era identificado por audacia, habilidad y menos importante nuestra inteligencia para matar sin compasión, y era obvio que a bastantes traseros habíamos salvado.
Así que eso no quitó la esperanza de que alguno de ellos ––Devolviéndonos el favor –– buscara por cielo y tierra hasta encontrarme y matar al bastardo que me había traído aquí.
Mierda.
No me había detenido a pensar que ya más de tres horas había trascurrido y ninguna señal de Justin, así sea para checar que aun respiraba.
Aunque eso le valía mierda, hasta creía fuera sido mejor si lo estaba.
Mi estómago rugió.
El pánico haciendo a mi temperatura bajar algunos niveles.
Revisé bajo la cama para después alzar el colchón y ver minuciosamente si en alguna hilera de metal ––funcionando como soporte a la cama–– encontraba alguna especie de alambre escondido y con mucha suerte una llave.
Pero no había nada. Cristo, él fue muy, muy inteligente al escoger esta habitación por dos razones: La altura del piso hacia que el hierro de la puerta fuese mucho más difícil de forzarlo por la baja temperatura y segundo; ningún ser vivo con coeficiente normal encontraría esta habitación. Jugaría por todo lo que me quedaba que ese ascensor de al frente, por más indefenso que se veía, tenía clave, y así nadie pudiera subir o bajar.
Eché otro vistazo a la pizarra con las fotos con figuras femeninas, preguntándome que hacían sus rostros incrustados y esas pequeñas palabras con una terrible descripción. Un escalofrió me recorrió por toda mi espina dorsal al preguntarme si yo en futuro cercano terminaría como ellas o peor… Sin ninguna foto, sin ninguna descripción, solo con un cuerpo muerto tirado en un algún acantilado y sin ninguna persona recordando lo que algún día fue Susan Johnson.
Y entonces por arte de magia la puerta de hierro se abrió lentamente, chirriando a su paso, para revelar… Nada.
Nada salió detrás de la puerta, ninguna mano, ningún hombre “robótico”, solo un aire frio erizando la piel de mi cuello.
Me deslicé lentamente hacia la puerta, la advertencia haciendo a mi corazón golpear fuertemente a mis costillas.
Asomé la cabeza un poco a la espera de algún brusco golpe dejándome inconsciente por segunda vez, pero nada me golpeó o jaló, todo estaba solo, el ascensor estaba abierto, justamente como se había dejado hace tres horas ¿Pero que demoni…?
Justo entonces la realización me golpeo como una cachetada ¡Podría salir de aquí!
Deslizándome rápidamente entre la puerta, sin hacer el minino de ruido, me introduje en el ascensor rezando que estuviera desbloqueado y pudiera bajar sin ninguna complicación.
Dos simples botones que tenían dibujadas unas flechas de arriba y abajo se presenciaron ante mí, con una mano temblorosa, casi insegura, apreté el botón de abajo y el ascensor cobró vida con un estruendoso ruido de engranajes y tornillos trabajando en conjunto.
Maldije por lo bajo.
Me encontraría jodida si Justin me esperaba abajo, porque solo un sordo nivel urgencias no escucharía el ascensor y su ensordecedor bajar. Y con mi repentina mala suerte, era probable que él me esperaría abajo y seguramente no con las brazos extendidos para beber te.
El ascensor se detuvo mucho antes de tocar el piso, así que había una gran abertura entre el piso y el ascensor, que con suerte cabria mi cuerpo allí.
Solo me quedaba arriesgarme.
Por suerte esto era un ascensor de carga así que no tenía ninguna puerta la cual habría que deslizar hacia los lados trabajosamente, solo unas simples rejillas de cercado cubriéndolo todo. Desplazándome por el piso del ascensor saqué una pierna primero, comprobando cuanta era la distancia al piso, por lo que vi no era mucha. Me sujeté fuerte con una mano a un de las rejillas mientras que con la otra me impulsaba hacia fuera.
Cuando mi pie tocó firmeza, rápidamente deslicé la otra pierna para después sacar el resto de mi cuerpo. Una oleada de alivio me recorrió por completo y pude respirar aire, realmente aire. Aquí era mucho más diferente que allá arriba, ahí olía a hierro oxidado y agua sucia, mientras que aquí abajo olía a desinfectante de pino como en los hospitales.
Un sonido me alerto, parecía que venía de lejos, respire hondo antes de seguir delante. No tuve a ningún Justin con una arma esperándome así que eso era bueno… En parte.
Seguí por un largo pasillo antes de llegar a unas puertas de hierro, acercándome a una con nerviosismo tire de mi manga para tocar la cerradura, no sería tan idiota y dejar mis huellas.
La puerta por la oxidación hizo un chirrido horrible antes de que se abriera completa, creo que después de que hubiera entrado a esa pequeña habitación mi respiración se había quedado atascada en mis pulmones…
Juguetes, pero no de esos a los que juegas con tus amigos en el pre.escolar, eran objetos de sufrimiento, una pequeña camilla al centro con unas carreas a los lados, que seguramente usaban para amarrar a las personas y no huyeran.
¿Dónde diablos estaba?
Quise huir, alargar mis piernas y salir corriendo de este espantoso lugar pero mi cerebro no coordinaba nada de mi cuerpo, era como si se manejara solo, y apenas me pude dar cuenta que me encontraba en frente de la camilla, admirando las correas y como una bola de mordaz caía de ella.
–– ¿Qué es esto? ––Susurré.
––Esa es la demostración divina de que la curiosidad mato al gato ––Dijeron detrás de mí, cerrando la puerta con fuerza.
Me congelé
Si en una constate de minuto pudiera atrasar el tiempo y nunca fuera ido a ver a Justin a ese callejón, si nunca fuera caido ante su encanto, si nunca fuese desconfiado de Dexter, lo haría así sea que mi vida dependiera de ello.
Porque haria lo que fuese para no estar en este momento con la mismisima muerte...
¡Holaa gente! ¿Como estan? Antes de todo, espero que les haya gustado este pequeño capitulo y lo hayan disfrutado. ¿Quieren que siga? ¿Que pasara con Susan? ¿Que significa ese cuarto? Dejame tus opiniones en los comentarios ;) PD: Si alguien quiere que le dedique un capitulo, solo pidalo y lo haré.
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Sinners
FanfictionSusan Jhonson está dolida por que lo único que la acompañan son recuerdos. Su deseo era eliminar a los que la destruyeron, solo que su objetivo no estaba dirigido por la venganza, ella solo quería el bien para todos...Eliminar a los pecadores y sent...