Fate Crónicas

Kardra 1/2

(Aquí resubo el cap, lamento lo sucedido anteriormente).

En un oscuro reino cubierto por la magia maligna una guerrera se alzaba de entre una multitud de cadáveres de monstruos y seres a los que alguno vez pudieron ser llamados humanos, uno se preguntaría ¿Por qué aquella chica se encontraba luchando en aquel oscuro lugar siendo que podría estar escribiendo en su diario de vida, coleccionando vestidos, ayudando en los quehaceres del hogar?, es simple, esta chica a pesar de nacer en cuna de oro, no se crió en él, no conoció a sus padres o quizás si lo hizo, pero eso seria muchos años atrás y apenas recordaba algo de ellos.

Esos fragmentos de recuerdos aparecían ocasionalmente en sus sueños algunos de ellos los recordaba y otros simplemente desaparecían.

"Recuerda tu eres su hija"

Kardra reacciona ante esa voz familiar y voltea a mirar si alguien se encontraba en aquel lugar, sonrió para si misma, era ridículo, Ibaraki  había muerto hace mucho tiempo, fuera de eso se había encargado de asesinar a cuanto viera en aquel lugar, la idea de no dejar ningún testigo era clara además su apetito de batalla ya se había saciado, su espada al igual que su armadura estaban completamente teñidas de por la sangre de sus enemigos, un rojo tan vivo como el de sus ojos y como los de su padre según relatos de Enkidu e Ibaraki.

-Suficiente por hoy...

Dice la joven con voz calmada mientras que de un movimiento sacudía su espada deshaciendose así de toda la sangre que la cubría, se detuvo a observarla por unos momentos, de verdad era una hermosa espada dorada, el diseño y las escrituras grabadas en ella delataban su procedencia, no tan solo de ella sino que también de su portadora quien la observaba, una vez termino de observarla  la devolvió a su vaina y camino con rumbo al puerto de aquel reino, donde era seguro que la tripulación de un barco la esperaba.

Media hora después...

-¡Capitán!, ¡Barco a la vista!.

Gritaba uno de los marinos con potente voz para que así su capitán acudiera al llamado y diera sus ordenes.

-¡¿Qué sucede?!.

Pregunta aún con sueño, su descanso había sido por muy poco tiempo, ahora estaba confundida y a la vez muy molesta, ya que prioriza demasiado el sueño al igual que la comida.

-Capitán hemos divisado un barco al suroeste.

Dice el marino entregando su telescopio para que observara aquel barco mencionado.

-Este barco...¿Acaso?...

La chica al observar se da cuenta de que se trata de un barco proveniente de los reinos del medio oriente, específicamente del reino babilónico, lugar el cual la vio nacer, pero no criarse, la chica siente como sus manos tiemblan, no sabe si esto es buena señal o no, pero definitivamente estar frente a ese barco le provocaba una sensación de inquietud.

-¿Capitán?

Uno de los marino se acerca preocupado al ver como su capitán parecía inquieto ante esto, Kardra al darse cuenta se maldice internamente, se supone que el capitán debe demostrar fuerza y valentía ante los obstáculos que le deja el mar, sin embargo ella de un momento a otro parecía indefensa solo por ver un barco proveniente de su tierra natal, se sintió patética.

-Si...¡Preparen los cañones y pongan curso en dirección a aquella flota!, ¡Deprisa!, ¡Hoy festejaremos con la recompensa que obtengamos de aquel barco!.

Los marinos sonrieron e hicieron lo que su capitán les pedía, la verdad es que aquello era mentira, Kardra quería averiguar si en ese barco se encontraba su padre.